Tercer capítulo sobre el equipo que competirá por la Copa de Campeones y la Copa del Rey
19 abr 2018 . Actualizado a las 09:23 h.Los pupilos de Isma Piñera han conseguido ser campeones en el Grupo I de la División de Honor Juvenil. Después de 30 jornadas y una larga temporada, el Real Sporting de Gijón ha conseguido volver a coronarse como campeón de su grupo en División de Honor Juvenil, tras haberlo hecho por última vez en la temporada 2011-2012.
Con la Copa de Campeones en el horizonte frente a Las Palmas, y la Copa del Rey contra la Real Sociedad, es momento de conocer a todos los jugadores que han integrado el equipo en algún momento de la temporada. En este tercer capítulo abarcamos el mediocampo:
Jose Gragera, 17 años: la estrella. Mucho son los calificativos que se le pueden dar a la batuta del División de Honor. Un mago con el balón en los pies, hace que lo difícil parezca fácil, siempre jugando un fútbol cómodo que ha servido para llegar hasta la primera posición. No destaca su llegada a gol, pero sí ha sido capaz de anotar dos goles en este curso, uno tan importante como el logrado frente al Oviedo en Mareo.
Javi Mecerreyes, 17 años: el jugador fantasma. No tiene un nombre que le lleve al estrellato, no tiene un fútbol que destaque por su vistosidad, pero sí es el jugador perfecto, el cual está bien colocado en todo momento y tiene un toque de balón diferente, con el cual provoca que la salida de balón sea lo más fluida posible siendo el compañero perfecto en el centro del campo para Gragera.
Gaspar Campos-Anso, 18 años: las lesiones han ido apagando a una de las mayores promesas de la Escuela de Fútbol de Mareo desde que en cadetes comenzara a despuntar. El talentoso centrocampista superó muchos meses sin poder estar en los terrenos de juego, llegando al tramo final de la competición recuperándose para poder aportar su granito de arena. Con un tacto maravilloso cuando el balón está en sus pies, fue el autor del gol en El Requexon para tumbar al Real Oviedo.
Iván Elena, 18 años: la polivalencia al servicio del equipo. En su último año como juvenil, Iván ha jugado de medio centro y de falso nueve, lo cual le ha llevado a ser el máximo goleador del equipo que dirige Isma Piñera. Su facilidad de cara a gol y su fiabilidad desde los once metros le han hecho convertirse en un peso pesado del equipo.
Iñigo Coto, 17 años: a pesar de no haber gozado de muchos minutos, es un jugador diferente, con una calidad fabulosa que tan solo ha podido mostrar en seis partidos con 127 minutos de juego donde dejó un maravilloso gol en Mareo.
Álvaro Maiso, 17 años: llegado desde la escuela que tiene el Sporting en Logroño, ha tenido la oportunidad de mostrar sus dotes en diecisiete partidos con 386 minutos de juego. Siempre seguro a la hora de mover el balón, Maiso no ha gozado de apenas oportunidades en el final del campeonato.
Pelayo Pérez, 16 años: las lesiones en el División de Honor le abrieron el camino para saltar a la palestra en Mareo contra el Areosa, cogiendo los galones en el centro del campo para llevar al equipo a una cómoda victoria. Manejando la batuta y tocando el balón con una suavidad digna de los grandes jugadores, Pelayo está llamado a hacer grandes cosas la próxima temporada cuando tenga más peso en el equipo que dirige Isma Piñera. Ha sido vital en el Liga Nacional anotando nueve goles y llevando el peso del equipo.
Marcos, 17 años: tan solo tuvo seis minutos para poder jugar con el División de Honor, pero lo hizo en el mejor escenario posible al medirse al Real Oviedo en El Requexon, donde no pudo mostrar sus dotes ofensivas, pero sí ofreció un trabajo defensivo encomiable, peleando cada balón como si fuera el último los pocos minutos que estuvo sobre el campo. Es una de las piezas claves del Liga Nacional por su verticalidad y buen hacer de cara a la portería rival.
