La Pizarra del Sporting: Baraja logró su objetivo

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Baraja
Baraja LaLiga

Análisis del partido en Cádiz

30 abr 2018 . Actualizado a las 11:52 h.

El Real Sporting de Gijón sigue en la zona de ascenso una semana más tras enlazar otra semanas más sin perder y demuestra que puede sumar puntos en cualquier estadio.

Los asturianos saltaron al terreno de juego con la intención de "sobrevivir" y lo consiguieron, conscientes de que había un colchón de puntos suficiente para seguir en la zona de privilegio y se trataba de un estadio complicado, donde el Cádiz solo ha perdido en un partido de los 19 disputados a día de hoy.

Evidentemente, se trató de ganar el encuentro, pero la consigna pareció clara durante los más de 90 minutos de juego, no exponerse frente a un equipo que roza los 0,5 goles encajados por jornada, que dispone de un veloz contragolpe con hombres de banda de Primera División y que se maneja bien con el marcador a favor aprovechando los errores del rival.

La propuesta inicial

El técnico rojiblanco recuperó a Jony después de sus molestias físicas, quien a la par fue la principal novedad táctica del entrenador, el zurdo bajó a recibir el balón más de lo habitual. Todo apunta a que Rubén Baraja apostó por una salida de balón más horizontal y con más opciones de pase de seguridad para no arriesgarse a tener perdidas del cuero con el equipo descolocado.

En cuanto al resto de funciones, fueron las habituales en el resto de partidos. Quizá podría reseñarse también la mayor caída a banda de Nano hacia los costados, a veces ocupando el espacio del propio extremo, lo que podría deberse a la citada cercanía de los hombres de banda con la portería de Mariño. 

Se notó una falta de banquillo

Puede haber mil explicaciones, pero solo una realidad. Cuando un entrenador no utiliza los tres cambios disponibles en un partido liguero, es que las opciones del banquillo no mejoran -en su opinión- a los futbolistas que empezaron el encuentro y por tanto se encuentran más cansados.

Solo Pablo Pérez e Isma López accedieron al terreno de juego y además lo hicieron más allá del minuto 80, en un cambio de hombre por hombre para dar continuidad en el trabajo de presión.

Balón parado

La estrategia ofensiva no fue clave. Se intentaron realizar sin éxito algunas opciones ensayadas. A nivel defensivo se cumplió, aunque Mariño tuvo que hacer una parada salvadora tras un balón parado local.

Nota final para Baraja y su cuerpo técnico

Bien. No se realizó ninguna genialidad táctica, pero el Sporting funciona como un reloj suizo y eso les deja como nota media un 6. La escuadra sigue en zona de ascenso, que es lo importante.