Análisis del ataque del Sporting juvenil campeón

Diego Blanco

SPORTING 1905

César y Ferre
César y Ferre Diego Blanco

Repasamos uno por uno a sus jugadores

04 may 2018 . Actualizado a las 14:45 h.

Los guajes de Isma Piñera jugarán mañana por la tarde su encuentro de la Copa de Campeones, que será televisado por GOL televisión, y desde La Voz de Asturias hacemos un repaso a su plantilla en el frente ofensivo: 

Abraham Ferreres (18 años): la electricidad corre por sus venas. Con un balón en los pies es impredecible y a la hora de regatear es prácticamente imparable. Los extremos puros escasean, y en Mareo hay uno de los mejores dribladores juveniles que de un grano de arena es capaz de hacer una paella. A pesar de ser juvenil de segundo año, se ha ganado por méritos propios la titularidad en los partidos más importantes.

César García (18 años): trabajo, constancia, sacrificio y muchos más son las cualidades de las que dispone un jugador diferente. Tras su cesión en el Avilés regreso a Mareo con ganas de comerse el mundo, saliendo en cada partido al terreno de juego como si fuera el último convirtiéndose en una de las estrellas del División de Honor. Ofensivamente es un extremo imparable con un olfato goleador envidiable, destacando por encima de todo su sacrificio defensivo, ayudando en todo momento a su lateral.

Pablo Ferreiro (18 años): en su último año de juvenil ha tenido que conformarse con ser suplente en los grandes partidos, lo cual no le ha hecho bajar en ningún momento sus prestaciones, dando el 100% en cada minuto que ha estado sobre el terreno de juego. Un extremo a la vieja usanza, con un uno contra uno envidiable gracias a su buen físico. De cara a gol se ha ido destapando con el paso de los partidos.

Pelayo Morilla (16 años): sin duda alguna es el jugador a seguir dentro del División de Honor. En su primer año como juvenil ha ido poco a poco progresando, ganándose la titularidad gracias a su buen hacer con un balón, destacando por sus actuaciones en las grandes citas, teniendo que trabajar la intermitencia que ha ido mostrando, fruto sobre todo por su juventud y su poca experiencia. Es un peso pesado del equipo de Isma Piñera con solo 16 años y una de las mayores perlas que hay en Mareo.

Mario Buelga (18 años): en su último año de juvenil, el extremo rojiblanco tardó tan solo tres jornadas en tomar la decisión de volar más allá de Mareo. Sabiendo la necesidad de jugar, Mario aportó en los tres primeros partidos dos goles en 114 minutos antes de desvincularse del club yéndose al TSK Roces, donde desgraciadamente sufría una lesión de larga duración.

Mathe (17 años): la mala suerte se cebó con uno de los jugadores que más podía demostrar este curso. Se destapó la pasada temporada en las últimas jornadas tras una Oviedo Cup maravillosa y llegó a jugar en Copa del Rey con el División de Honor, pero poco antes de que empezara la presente temporada sufrió una grave lesión que le ha tenido parado todo el curso. Se prepara a conciencia diariamente para poder llegar a gozar de sus primeros minutos del curso en la Copa Campeones o la Copa del Rey.

Abdullah (18 años): fue el último en incorporarse a la plantilla, tardó en coger el ritmo de competición y fue poco a poco entrando en el equipo. Destaca sobre todo por su calidad técnica, flojeando en el aspecto físico, además de tener el importante inconveniente de no poder comunicarse con sus compañeros. Anotó dos goles en dos partidos cómodos del equipo rojiblanco.

Toquero (17 años): la lesión de Sandoval le otorgó los galones de primer delantero del equipo durante gran parte de la temporada, mostrando un trabajo encomiable a la hora de presionar la salida de balón rival, destapándose poco a poco de cara a gol para demostrar así que no había perdido su facilidad goleadora mostrada en categorías anteriores. En las últimas jornadas fue relegado por Abdullah a la grada, concluyendo el campeonato liguero con cuatro goles.

Sandoval (18 años): el hombre gol del equipo tuvo que lidiar con una temporada llena de lesiones durante el primer tramo liguero, lo cual le impidió mostrar sus cualidades. No perdió la calma, recuperó su mejor estado de forma y su irrupción catapultó al División de Honor hasta la primera posición por su facilidad de cara a gol, pues ha demostrado estar tocado por una varita mágica con la que todo lo que toca lo convierte en gol. En Pontevedra, con el título en juego, anotó dos goles que bien valieron una liga.