La Pizarra: «Los jugadores del Sporting tocan fondo»

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Sporting
Sporting @GuilleGL73

Análisis de opinión táctica sobre el Sporting - Córdoba

27 oct 2018 . Actualizado a las 20:29 h.

Durante estas semanas el Sporting ha disputado partidos realmente malos, incluso en alguno de ellos, el propio Rubén Baraja reconoció en sala de prensa que su equipo no había llegado a competir, como ocurrió en Pamplona. Pero hasta ayer, eso no había ocurrido en El Molinón - Enrique Castro Quini, donde los rojiblancos suelen ofrecer su mejor cara.

El Córdoba se llevó un punto de Gijón, pero por méritos y combinaciones ofensivas, bien pudo llevarse el triunfo. Solo la falta de determinación en el disparo por parte de sus atacantes lo evitó. Y es que los hombres de José Ramón Sandoval ofrecieron un máster de combinaciones ofensivas jugando como visitantes.

Ayer no funcionó nada en el Sporting, aunque lo más grave fueron las sensaciones producidas. El resultado no era positivo, pero los futbolistas ni siquiera trataron de aumentar su intensidad sobre el césped para darle una marcha más al partido y apretar al rival en cuanto a garra; por momentos, nadie se ofrecía al hombre con balón, ni se corría a poner en juego el cuero cuando el árbitro paraba la contienda. En más de 90 minutos no se levantó el ánimo de la grada y ni siquiera el disparo al larguero de Robin Lod logró obtener un "uy", al encontrarse totalmente desconectados de lo ofrecido por los jugadores. No todo es la táctica.

La propuesta inicial

Rubén Baraja apostó por dar continuidad a sus hombres de confianza, salvo por la inclusión de Neftali por Djuka en el ataque.

Diego Mariño siguió bajo palos escoltado por una defensa compuesta por Molinero, Álex Pérez, Babin y Canella. La salida de balón volvió a brillar por su ausencia, con especial incidencia en los laterales, ya que no solo no son determinantes en el desborde por los costados, como el propio técnico asumió en sala de prensa, sino que se ofrecen mal a sus compañeros, tanto en los desmarques como en las líneas de pase iniciales, tal parece que por momentos se quieren esconder para no recibir el balón. Precisamente ese es uno de los grandes problemas del Sporting, en multitud de ocasiones el poseedor del cuero no tiene a quién enviar un pase y lo acaba rifando.

En ese sentido, el doble pivote compuesto por Cofie y André Sousa volvió a brillar por su ausencia. El africano es totalmente irregular, capaz de dar el mejor pase vertical de la noche y el peor horizontal a 2 metros del compañero; mientras el portugués sigue demostrando que suma mucho más cerca del área rival que de la rojiblanca y sus mejores acciones llegan cuando busca la espalda de su par. A los dos les cuesta girarse y/o buscar el desmarque en la zona de creación para ver el juego de cara a la portería rival, sumando así pases que de verdad rompan el sistema defensivo. Hasta Carlos Carmona tuvo que bajar desde la zona de ataque para dinamizar el juego. La falta de fluidez y de capacidad para cambiar la posesión de lado a lado fue otro de los puntos negros señalados por Baraja.

La sala de maquinas no funciona, pero el ataque tampoco. Robin Lod tiene calidad para romper partidos, pero aparece y desaparece, sin llegar a coger las riendas del equipo, su fútbol es tan frío como su carácter; Carlos Carmona lo intenta sin descanso pero no logra conectar con sus compañeros; y Álvaro Jiménez ayer ni apareció por el césped, si otras veces se le puede acusar de "coger la moto y buscar la acción individual", ayer ni eso, no solo no acabó sus jugadas, sino que ni las empezó. La falta de desborde por bandas en el uno contra uno fue el último punto negativo destacado por Baraja.

A su vez, Neftali también pasó totalmente desapercibido entre la falta de juego de sus compañeros y su desconexión del partido. La diferencia entre ver combinar casi de memoria al Córdoba y al Sporting fue abismal, tal parecía que no se conocían y es que tanto los pases al hueco, como los centros al área siempre llegan mal. Si uno lo buscaba por delante, el otro lo ofrecía por atrás y viceversa.

Por último, la presión defensiva fue un cuadro, como reconoció Álvaro Jiménez en zona mixta. Dos pases del Córdoba eran suficiente para dejar en fuera de juego a los cuatro atacantes, que no solo llegaban tarde al balón, sino que ni siquiera tapaban las líneas de pase. Resulta hasta complicado de analizar.

Los cambios

Hernán por Sousa. Baraja se llevó la pitada del respetable y es que dentro del mal juego colectivo, así como del propio portugués, que no cumplió sus tareas en el doble pivote, al menos fue uno de los nombres que mostró una mayor actitud. Se interpretó como un cambio de hombre por hombre, si acaso más bien defensivo, puesto que André tiene un mejor disparo lejano.

Djuka por Neftali. Otro cambio que la grada interpretó como poco ofensivo, ya que el 0-0 en casa invitaba a aumentar la nómina de delanteros. Salió con ganas y aunque sigue muy por debajo de lo esperado, removió el ataque.

Pablo Pérez por Álvaro Jiménez. El gijonés ocupó una posición más centrada que el extremo diestro, tratando de sumar hombres en el interior y aprovechando los espacios de arrastre de Djuka, que jugó más bien caído a banda izquierda. Aportó algo más de acción en ataque y defensa.

El balón parado

A nivel defensivo hubo errores de concentración que pudieron costar caro, mientras en ataque se notó una evidente falta de confianza en acciones en las que los rojiblancos llegaron a rematar solos el cuero, pero lo hicieron sin gran determinación, casi sorprendidos por tener una ocasión de gol.

Nota final para Baraja y su cuerpo técnico

Suspenso. El cuerpo técnico no da con la tecla, pero ayer muchos futbolistas no solo estuvieron por debajo de su nivel, sino de la actitud mínima que exige vestir la camiseta sportinguista. Por otro lado, se echó en falta la presencia de Traver, puesto que el Sporting no desborda y se trata del extremo más en forma de los rojiblancos.