Los problemas «técnicos» de Torrecilla

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Torrecilla Fernández
Torrecilla Fernández Real Sporting

Los proyectos del director deportivo no acaban de cuajar

29 oct 2018 . Actualizado a las 14:04 h.

Rubén Baraja se encuentra en la cuerda floja con el Real Sporting de Gijón inmerso en una nueva crisis de resultados y los focos se colocan sobre Miguel Torrecilla, máximo responsable deportivo del proyecto, toda vez que el consejo de administración asegura delegar en él cualquier decisión relacionada con el balón.

Ya sea por sus problemas a la hora de confeccionar una plantilla de garantías para cumplir los objetivos, o bien porque no ha elegido al técnico adecuado para dirigirlas, una destitución del Pipo supondría que el director deportivo contrate a su enésimo entrenador en las últimas dos temporadas y media.

Su año en el Betis

En su única campaña al frente del conjunto verdiblanco apostó por Gustavo Poyet, pero a comienzos de noviembre y tras sostenerlo en el cargo pese a acumular multitud de críticas negativas, fue cesado junto a su cuerpo técnico -Maurico Taricco, Charlie Oatway y Andy Beasley-. Su sustituto fue Víctor Sánchez del Amo, que acabó cesado en la jornada 36 tras una situación totalmente kafkiana, después de encajar sendas goleadas frente al Alavés y el Leganés. En su lugar se ocupó del vestuario un hombre de la casa como Álexis Trujillo para finalizar la temporada y a la par, Serra Ferrer regresaba al Betis como vicepresidente deportivo, un cargo superior al de Torrecilla.

Curiosamente, la última gestión al respecto del ahora dirigente sportinguista fue la de mayor éxito, cuando bajo el visto bueno de Serra Ferrer se contrató a Quique Setién, técnico con el que Torrecilla había estado negociando desde semanas atrás.

Su año y medio en el Sporting

La primera decisión que tomó al llegar a Mareo fue la de prescindir de los servicios de Rubi y su cuerpo técnico, que había mostrado su predisposición a seguir dirigiendo al Sporting pese al descenso a Segunda División. La segunda fue la de apostar por Paco Herrera, el entrenador más veterano de la categoría, con dos ascensos a LaLiga en su historial y el visto bueno del entorno por su pasado sportinguista como futbolista.

A comienzos de diciembre, después de sostenerlo en el cargo frente a la opinión crítica de la afición durante varias semanas, se optó por destituir al citado Herrera para dar la oportunidad a Rubén Baraja, que un año después se encuentra en una situación bastante similar, aunque en su caso, aún dispone de tiempo para revertir la situación y convertirse en un acierto.