Análisis Sporting: «No hay debate entre Mariño y Dani»

Daniel Souto

SPORTING 1905

Dani Martín y Mariño
Dani Martín y Mariño Real Sporting

Artículo de opinión

08 dic 2018 . Actualizado a las 00:22 h.

En cada encuentro de Copa el aficionado rojiblanco tiene esa sensación especial que hace grande a un club y que, en el contexto del Sporting tiene tanta importancia, como ver debutar o jugar con el primer equipo a jugadores del filial, jugadores de cantera. En Ipurua asistimos al debut de Alberto Espeso o la presencia, una vez más, de Pedro Díaz, hombres de la casa y con opciones de futuro en el cuadro sportinguista. Una constante que alimenta la esperanza en la cantera y en el trabajo que se realiza en Mareo, sin duda la joya de la corona del Sporting.

Sin embargo, algo también habitual en estas jornadas de Copa, ya desde la temporada pasada, en la que firmó su debut oficial con el primer equipo en esta misma competición, está siendo la presencia como titular del que probablemente sea el jugador con mayor talento y proyección de esta nueva generación de guajes; Dani Martín. El joven cancerbero gijonés ya ha llamado la atención de grandes clubes en Europa, rumoreándose este mismo verano el interés del Liverpool en su figura. Un habitual en las convocatorias con las categorías inferiores de la Selección Española. Dani, a pesar de su corta edad (tan solo 20 años), ya ha venido demostrando tanto en el filial de la mano de José Alberto como en estos partidos de Copa que su calidad y potencial quedan fuera de toda duda.

Este buen nivel bajo los palos al final deriva en un debate entre numerosos aficionados del Sporting que ven con buenos ojos el asentamiento de un guaje más en el once del primer equipo. Pero a veces los impulsos nos pierden. Tener fe en el futuro de Dani es normal, incluso sería osado pensar lo contrario, pero no hay que olvidar su estatus en la plantilla y edad actual e incluso algo no menos importante: la competencia que tiene al frente.

Diego Mariño ha sido una de las constantes las últimas temporadas en el Sporting de Gijón. Llegó en la temporada del descenso con Abelardo y Rubi, pasó por las manos de Paco Herrera y vivió la etapa tan volátil de Baraja al frente. Con todos ellos, superando rachas positivas y -sobre todo- negativas, el vigués fue un fijo indiscutible tanto para la dirección técnica como para la afición. Sus actuaciones pocas veces dejaron sombras y su nivel general suele estar por encima de la media del equipo. Sí, a muchos nos desesperaba su pausa a la hora de realizar saques en largo, pero esa es otra historia.

Mariño se ha ganado a pulso el no ser discutido a pesar de poder cometer algún error puntual, algo siempre tan relacionado con la oscura figura del portero. Sin embargo, en cada encuentro de Copa asistimos a un ejercicio de reflexión -o hasta exigencia- de muchos aficionados sportinguistas que, si bien responde al prometedor futuro de Dani y a su buen nivel bajo palos, también es un acto en cierta medida injusto con el bueno de Diego. En uno de los pocos quebraderos de cabeza que nos ahorrábamos en la anterior etapa de Baraja, no parece lo más sensato pedir la titularidad de un jugador con mayor vehemencia porque sea de la casa.

Una presión que incluso podría ser contraproducente para Dani y para el propio arranque de José Alberto, que en su primera gran oportunidad como técnico tratará de limitar los problemas que salgan a su paso evitando, precisamente, generarlos él mismo. Dani debe crecer, progresar y aprender, y no hay nada mejor que una competencia sana y trabajar al lado de un jugador que ya sabemos de su buen nivel. Mariño seguirá siendo el mismo mientras nada cambie y esa también es una buena noticia para el Sporting. Y es que la impaciencia es uno de los mayores defectos que asola el mundo del fútbol hoy en día. Jugadores que se declaran en rebeldía si no suman “suficientes” minutos siendo recién llegados del filial, con apenas 18-19 años. Aficiones que piden cambios a una velocidad de vértigo porque todo se analiza a la semana, sin visión de proyecto a largo plazo. Saber cuándo dar el paso en el fútbol también es importante, y si desde el club se gestionan bien los pasos a dar con Dani y Mariño, el futuro en la portería del Sporting podría estar asegurada por muchos años.