El mercado de los «no enfadados»

Andrés Menéndez

SPORTING 1905

Miguel Torrecilla en sala de prensa
Miguel Torrecilla en sala de prensa Real Sporting

El buen papel del equipo en Copa del Rey, el cambio en los banquillos y el reparto de minutos explican la ausencia de jugadores molestos, más allá de casos aislados, en la plantilla. La temporada pasada varios pidieron salir

18 ene 2019 . Actualizado a las 15:57 h.

El Sporting está viviendo un mercado aparentemente tranquilo. Hasta el momento, el club rojiblanco mantiene su contador a cero y no se han producido salidas ni fichajes. Tampoco se esperan grandes cambios, aunque la dirección deportiva permanecerá atenta hasta el final del mismo y a su vez mantiene distintas opciones en el radar con mayor vértigo de actuación en la búsqueda de un extremo zurdo o, en caso de producirse alguna salida, de un delantero.

La importancia del deseo de salir de los «enfadados»

Para poder entender el ritmo bajo de movimientos en el Sporting toca viajar un año en el tiempo para buscar el único precedente de actuación de Miguel Torrecilla. Pero antes es importante destacar el pensamiento del director deportivo sobre el mercado. El salmantino siempre ha dado nombre a esta ventana como «el mercado de los enfadados», destacando el alto protagonismo de los jugadores a la hora de agitar las operaciones. Es decir: en este mercado cobra mayor importancia, si cabe, el grado de satisfacción de los futbolistas en sus equipos. Si están descontentos pueden moverse y buscar una salida.

Volviendo a la máquina del tiempo -el mejor mecanismo a la hora de analizar el ámbito de actuación de un profesional siempre es a través de la experiencia- es importante discernir los motivos que llevaron al club a actuar con fuerza en el último mercado, con cuatro salidas y cuatro altas. En ese mercado, el Sporting sí contó con jugadores «enfadados».

Por distintos motivos, tres jugadores pidieron salir: Moi Gómez, Scepovic y Xandao. Además se dio salida en forma de cesión a Rachid, con muy pocas posibilidades de participar. Los «enfadados», en cierto modo, obligaron a cambiar el enfoque del club en el mercado y la idea del secretario técnico, que siempre ha reconocido su desconfianza en las posibilidades de esta ventana, un poco por el mismo motivo: solo se pueden acudir a jugadores sin minutos y el ámbito de actuación es corto y limitado.

La Copa del Rey limita los «enfadados»

Pero este año se han dado circunstancias claves para entender el proceso de actuación del Sporting. Por un lado está el buen hacer del equipo en Copa del Rey, siendo eliminado hace escasos días en octavos de final. La presencia de partidos en Copa ha dado más minutos a los teóricos suplentes este año e incluso las buenas actuaciones de los mismos les ha llevado a jugar después en Liga y a no descolgarse en un rol residual. Porque en esta plantilla, que enseña alguna carencia, lo que parece obvio es que las diferencias en el nivel son mínimas y todos han tenido opciones.

Pocos jugadores van a mostrar su intención de salir si hace pocos días estaban jugando como titulares en Mestalla y si se ven capaces de atacar a una titularidad no muy exigente. El ejemplo perfecto está en Álvaro Jiménez, Geraldes o Hernán Santana. Todos han pasado de no jugar e incluso ser descartados al once titular. Además de la importancia de la Copa, hay más factores que se deben tener en cuenta.

Cambio de entrenador y de preferencias

El cambio de entrenador también es importante. Con el relevo en el banquillo se han modificado determinadas apuestas. Peybernes, por ejemplo, molesto con su rol en octubre, ahora sonríe y es titular indiscutible. Por último está el nivel medio de la plantilla. La competencia es permanente y muy pocos jugadores son indiscutibles o están en un rol marginal. Todos han tenido sus minutos e incluso algunos son protagonistas ahora.

Torrecilla sigue manteniendo su mismo modo de actuación

La forma de interpretar el mercado por el director deportivo no ha cambiado. Pero se han producido una serie de circunstancias muy trascendentes que ahora congelan la actuación de la dirección deportiva del club. No quiere decir esto que el Sporting no contemple la posibilidad de fichar pero sí es importante para explicar la ausencia de actuación del club en el mercado. Sin enfadados, todo cambia.