Whalley: «Nunca un silencio se escuchó tanto como el de aquel vestuario»

Andrés Menéndez

SPORTING 1905

Óscar Whalley, de visita por Gijón
Óscar Whalley, de visita por Gijón

La Voz de Asturias entrevista a Óscar Whalley, exjugador del Sporting

22 mar 2019 . Actualizado a las 16:13 h.

De carácter reservado, su llegada a Gijón despertó algunas críticas pero Óscar Whalley (Zaragoza, 1994) decidió mostrarse tal y como es: profesional y siempre dispuesto a sumar en el vestuario. Sin apenas minutos, Óscar, internacional Sub 21 con España, se ganó a pulso el abrazo, respeto y admiración de sus compañeros.

Meses después de su salida del Sporting, Whalley, ahora de vacaciones por el parón internacional, regresa a Gijón, coincidiendo con la semana del derbi, aunque no podrá estar en El Molinón. «Daría todo todo por ver el partido pero es imposible. El lunes tengo que estar en Dinamarca». 

A dos días del encuentro que paralizará Asturias, Whalley recuerda, con detalle, el dolor del vestuario en el penúltimo derbi en Oviedo. Un silencio que no se olvida y el sentimiento de revancha en el vestuario, del que algunos, no muchos, todavía siguen formando parte.

¿De visita por Gijón?

Sí. Mi novia (Andrea) tiene aquí los exámenes de Farmacia y Parafarmacia y, como estoy de vacaciones por el parón internacional, me vine a pasar unos días a Gijón. Esta semana estoy aprovechando cada día para disfrutar de lo que tantas veces hacía estos años: dar un paseo por la playa con mi perro Chester, que también es gijonés. Adoro Gijón, es una ciudad preciosa.

¿Se queda a ver el derbi?

¡Qué va tío! Me es absolutamente imposible, el lunes, otra vez, tengo que estar de vuelta en Dinamarca para entrenar con el Aarhus. He explorado todas las opciones para poder estar en la grada, absolutamente todas: conexiones, vuelos, horarios... Pero es imposible. Daría todo por poder ver el partido (risas). Pero no puedo estar en Gijón el domingo de noche y, después, llegar a tiempo el lunes a Dinamarca para entrenar. No he encontrado una conexión que permita hacer las dos cosas. Pero, vamos, seguro que el partido no me lo pierdo. ¡Cómo si lo tengo que ver en el móvil tirado en el aeropuerto! 

Daría todo por poder ver el derbi en la grada

En su día se criticó su fichaje por tapar un espacio para la cantera

Cuando llegué a este club tenía clarísimo cual era mi rol. Estaban Pichu (Cuéllar) y Diego (Mariño), dos porteros del más alto nivel. Sabía perfectamente que tener minutos era casi imposible, aunque era una oportunidad para ganar experiencia. Obviamente te mentiría si te dijera que me conformaba con eso, como todos, tenía la ilusión por jugar. De lo que más orgulloso estoy es de haber sido capaz de ganarme el respeto de los compañeros. Eso es lo realmente importante. Sentía que tenía su respeto y cariño y solo con eso ya era suficiente.

Lo realmente importante fue ganarme el respeto de mis compañeros

¿Entendió entonces la crítica de alguna gente?

Un profesional nunca puede estar pensando en lo externo. Hombre, no te voy a engañar, al final todo te llega. Lo que se dice, lo que se comenta, directa, o indirectamente, llega. Trato siempre de no leer, pero, claro, que me han llegado algunos comentarios. Siempre he entendido y he respetado la opinión de todos. Es normal que la afición estuviera esperanzada con la cantera, detrás venía Dani Martín, un portero de la casa, formado en Mareo y con un futuro espectacular. Yo entendí que el club con mi fichaje ayudaba al proceso de crecimiento de Dani. Así él podría jugar con regularidad en el filial y no tenía que parar de competir.

El club con mi fichaje ayudó al proceso de crecimiento de Dani

En septiembre Mariño se lesiona y Whalley es titular en Los Pajaritos

Días antes me había tocado debutar en Copa, dejé la portería a cero y me salió un muy buen partido. Después llega Soria y en Los Pajaritos todo sale mal. Nadie estuvo a la altura, yo tampoco. Venía de no jugar y recibir tres goles fue muy difícil. El equipo tampoco estaba en una buena dinámica y me tocó participar en ese partido. No volví nunca a jugar.

En Los Pajaritos nadie estuvo a la altura; yo tampoco

¿Se sintió señalado por Paco Herrera?

Conocía a Paco (Herrera) de mi etapa en el Zaragoza, por eso me dolió más todo lo que pasó. Nada de lo que sucedió aquellos días fue fácil. Después del partido de Liga en Soria, le tocó a Dani participar en Copa, estuvo impresionante.

Conocí a Paco, por eso me dolió más todo lo que pasó

¿Habló con Herrera?

Yo no, al menos no directamente. Mis agentes sí hablaron con él. En esos momentos duros me refugié en mi familia, mi novia y, también, en el vestuario. Trataba de estar centrado en lo que podría controlar, en ayudar en el día a día, en los entrenamientos. 

¿Cómo es su salida del Sporting?

Tenía un año más de contrato opcional, nos sentamos a hablar y todos creíamos que lo mejor era salir. Quería volver a disfrutar de competir, del fútbol, poder jugar. Surge la opción de venir a Dinamarca, una cultura diferente, un país diferente, todo diferente. Decido aceptar. No me ha salido mal. 

Tenía un año más de contrato pero entre todos decidimos salir

¿Sigue la actualidad del club?

Claro, nunca me pierdo un partido. En casa lo puedo ver por televisión y siempre estoy muy pendiente de la clasificación y los resultados. La temporada pasada parecía que teníamos todo para ascender y nos quedamos sin aire, llegamos desde demasiado lejos. Ahora es todo lo contrario: veo al Sporting muy fuerte, llegando justo en al momento exacto en su mejor versión, como el Valladolid la temporada pasada. En esta categoría hay dos formas para subir: siendo muy regular o una segunda vía, llegando al momento clave en el mejor estado de forma posible. El derbi, en este sentido, va a marcar un antes y un después. Será clave.

Veo al Sporting muy fuerte justo en el momento clave

¿Hay sentimiento de revancha en el vestuario por los últimos derbis?

Recuerdo perfectamente el derbi del año pasado en Oviedo. Nos concentramos, saltamos al césped y vi a toda esa gente en aquella grada para animar al Sporting. Pensé: vale hoy no podemos fallar, vamos a ganar, tenemos que ganar. Pero después nos superaron. Nunca un silencio se había escuchado tanto como el de aquel vestuario. Fueron los minutos más tensos de mi vida. Nadie hablaba, todo era silencio y caras tristes. El año pasado nos jodieron; ahora el vestuario y la ciudad, por todo lo que pasó en esos partidos, seguro que tienen unas ganas de la ostia de ganar el partido. Por todo, el Sporting y Gijón se merecen ganar el domingo.

El año pasado nos jodieron; este año el vestuario seguro que tiene unas ganas de la ostia