Pizarra: Las 4 claves de la victoria del Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

Pedro Díaz

Artículo de opinión

21 sep 2020 . Actualizado a las 15:45 h.

Pleno de triunfos para el Sporting, que suma su segunda victoria de la temporada en Cartagonova. Eso sí, seis puntos que no reflejan de forma fiel lo que vemos sobre el terreno de juego, aunque al final estos sean los que cuenten. Los de David Gallego mostraron más dificultades que en su estreno liguero, también por la mayor exigencia rival, pero la efectividad -esa que no suele acompañar- inclinó la balanza en favor de los gijoneses esta vez.

Costó dominar desde el balón

Ya es bien sabida la importancia de los primeros pases en el modelo de juego de David Gallego. Una fase inicial que hasta el momento ya había mostrado problemas y que ante el Cartagena sumó esos errores e imprecisiones que Gallego tanto trataba de evitar con el bajo ritmo de su circulación de balón. Pudo costar muy cara una mala entrega de Babin que quedó en nada, pero ya suponía un aviso para navegantes. El Sporting sufrió ante la presión alta de los de Borja Jiménez, permitiendo a los blanquinegros ser quienes llevaran la voz cantante especialmente en la primera mitad. El Sporting no se encontró desde el balón durante la primera hora de juego, sumando al lento ritmo de circulación numerosas imprecisiones que lo alejaron de dominar y sentirse cómodos con el cuero bajo su control. Con Pedro sobre el verde y el inmediato gol que abría el marcador la cosa fue a mejor en este sentido, pero los de Gallego tuvieron que aferrarse de nuevo a una buena versión defensiva -más allá de las mencionadas imprecisiones-, además de un Mariño de nuevo salvador, para poder aguantar el marcador.

Falta de desborde y profundidad

Si bien la versión con balón del Sporting no fue nada estimulante, volvieron a verse algunos vestigios positivos. Como ocurriera ante el Logroñés, las conducciones de Babin superando líneas de presión y dividiendo las marcas permitió a los rojiblancos encontrar opciones de pase y espacios en campo contrario, aunque de nuevo fuera a cuentagotas. Lo poco que participó Manu García en el juego sportinguista refleja fielmente estos problemas con balón, pero en estas situaciones de ventaja era el ovetense quien recibía entre líneas, siendo el principal activador de espacios por banda, donde volvimos a ver un buen papel de los laterales, con clara predisposición a incorporarse, aunque faltara continuidad en este tipo de acciones. Fueron esas llegadas por fuera en las que más se echó en falta la presencia de un extremo vertical, de los que aporten desborde en el uno contra uno para traducir esas ventajas en peligro. Ahí Gallego debe seguir buscando su perfil.

El balón parado lo decidió todo

Cuando todo está equilibrado, el balón parado suele ser el principal desatascador. El Sporting pudo sacar rédito hasta en dos ocasiones repitiendo protagonistas: Pedro Díaz y José Gragera. El primero, anotando un tanto en favor de Gallego, que decidió darle entrada al terreno de juego en el momento justo, permitiendo abrir el marcador con su buena diestra colgando un balón perfecto al área perfecto para que el segundo protagonista, Gragera, lo enviase al fondo de la red en un remate de cabeza impecable. Pocos instantes después, el propio Gragera pudo poner el segundo con un testarazo franco que se fue desviado. El Cartagena se mostró vulnerable en este tipo de acciones, y Gallego supo sacar tajada de la estrategia. Un bien necesario en un partido que parecía no alcanzar con lo que los gijoneses estaban proponiendo desde el juego.

Decisiones desde el banquillo

“No voy a hacer cambios simplemente por hacerlos.” Esto dijo David Gallego al ser preguntado por no utilizar las cinco sustituciones de las que dispone. Pura coherencia. El técnico catalán trata de influir con sus cambios durante el partido, y si no siente que vaya a ser así, no lo veremos buscar soluciones a la desesperada. Su apuesta por incorporar tarde al partido a Pedro Díaz le salió cara esta vez, haciendo el cambio en el momento exacto y permitiendo al Sporting crecer desde entonces. El de Suria se mostró atrevido, y aunque evidentemente no siempre acertará, al menos podemos contar como virtud esa audacia. Más allá de la incidencia directa de Pedro en el marcador, su entrada dio aire a un Sporting que se encontraría con más huecos que en la primera hora de partido. Más ordenado con balón y pudiendo dominar con mayor criterio a su rival, Gallego pudo ver un equipo más reconocible con el canterano sobre el césped. Un acierto para el míster que terminó decantando la balanza del partido.

Los cambios

Carmona por Gaspar: sustitución temprana lógica dada la nula influencia del canterano sobre el juego. Carmona no fue de lo más destacado, pero sí logró aportar e intervenir más en el juego que un desubicado Gaspar.

Pedro por Javi Fuego: el cambio que modificó el curso del encuentro. Perfecto en timing, no solo tuvo su incidencia en el marcador sino que mejoró la cara del Sporting. Un cambio lógico pero igualmente acertado.

Pablo Pérez por Manu García: el gijonés no tuvo tiempo de aportar, que volvió a ser una solución de David Gallego en busca de alargar los cambios y perder algo de tiempo de descuento.

Nota a David Gallego y el cuerpo técnico:

Bien. Acertó con el cambio de Pedro y la estrategia fue la que terminó definiendo la victoria del Sporting. Aun así, por todo lo que hay que mejorar en cuanto a juego y las malas sensaciones de la primera parte, su nota no es mayor.

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