Pizarra: Las 4 claves de la derrota del Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

David Gallego
David Gallego Real Sporting

Artículo de opinión

18 ene 2021 . Actualizado a las 14:23 h.

No perdía el Sporting en casa desde el mes de julio del pasado año, con otro entrenador y un once bien diferente. Eso sí, como no podía ser de otra manera visto el rendimiento del equipo en lo que va de temporada, esta derrota no llegaría sin antes luchar, competir y dejarlo todo en el campo, fuera con once o con diez. Una derrota que deja a los de Gallego fuera de la Copa, pero que suma una pizca más de orgullo para seguir sentándose con ilusión a ver este Sporting 20/21. Vamos a desgranar algunas de las claves de esta derrota:

Buena puesta en escena

Previo a la expulsión de Marc Valiente, el Sporting tuvo veinte minutos para dar buena muestra de su plan de partido; un planteamiento que pasaba por una defensa muy bien compensada, juntando líneas para evitar la incidencia de los mediapuntas verdiblancos por dentro cuando los de Pellegrini lograban pisar terreno local, y a su vez asumiendo riesgos en la presión cuando detectaban opciones para recuperar en campo contrario. El Sporting sumó varias de estas intercepciones, dando pie a una serie de ataques al espacio a los que solo faltó mayor acierto a la hora de concretar y finalizar. Los de David Gallego, en igualdad numérica, estaban planteando un partido riguroso atrás e igualmente firme en ataque, esperanzador, pero la expulsión de Valiente lo truncó todo.

Una expulsión como punto de inflexión

Cómo puede cambiar todo en apenas diez minutos. La positiva versión del Sporting al inicio del duelo de nada sirvió tras la expulsión de Valiente. Con un futbolista menos sobre el verde, Gallego retiró a su mediapunta, Carlos Carmona, para equilibrar de nuevo la línea defensiva y dejar a Djuka como único punta. Con el 4-4-1 el Sporting consiguió mostrar una imagen igualmente competitiva, pero le costó arrancar. Tras el error de Salvador llegó el de Javi Fuego, un penalti infantil que dejó al equipo tocado anímicamente. Tanto que pocos instantes después, en una transición defensiva tras pérdida que seguro se incluirá en los análisis post partido que recibirá Gallego, los béticos sumaron un segundo gol que ya parecía insalvable tras una acción individual de Rodri del más alto nivel.

Gen competitivo intacto

Si bien estos diez minutos, con expulsión y dos goles en contra, cambiaron de forma radical el panorama, lo cierto es que el Sporting nunca le perdió la cara al encuentro. Sin ningún jugador descolgado, con Djuka ayudando también en la medida de lo posible en fase defensiva, el bloque de David Gallego se mostró ordenado y compacto, tratando de cerrar cualquier intento bético por dentro, que terminó encontrando en Rodri sus mejores oportunidades desde el pico del área además de las acciones de centro lateral desde las bandas, algo lógico dada la inferioridad numérica de los locales. Aun así, las mejores ocasiones de la segunda mitad fueron de un Sporting que no dejó de remar a pesar de ir completamente a contracorriente. No nos viene acostumbrando a rendirse esta temporada, y los de David Gallego no le perdieron la cara al encuentro.

Se pudo cambiar el guion

En una segunda parte en la que nada se le puede reprochar al equipo por su trabajo y solidaridad defensiva, en ataque también fueron capaces de exigir el máximo del meta rival, Joel Robles. El Sporting supo generar el contexto idóneo para poder avanzar en salida, bien desde la conducción como del pase, para aprovechar situaciones de ventaja en campo contrario, algo que culminó con acciones de peligro en botas de Cumic o Pablo Pérez. Faltó acierto en el último gesto para el remate o la asistencia, pero el Sporting tuvo sus opciones. Algo que bien podría haber cambiado el guion del encuentro con un marcador más ajustado.

Los cambios

Borja López por Carmona. Sustitución obligada tras la expulsión de Marc Valiente. El gijonés fue pieza importante en la defensa del área, sin influencia en los goles encajados. Una buena actuación que no fue suficiente con la inferioridad numérica del equipo.

Pablo Pérez por Djuka. Sumó una buena ocasión atacando a campo abierto, pero no acertó en su conducción al pisar el área para lograr la asistencia. Más allá de esto, trabajó en defensa como el serbio, pero no tuvo muchas opciones de incidir en el juego.

Nacho Méndez por Fuego y Manu García por Aitor. Piernas frescas en un centro del campo que cambiaba de piezas. Manu tuvo alguna participación con balón que ofreció vías de ataque en profundidad que bien podrían haber llevado peligro de concretarse, aunque también es cierto que sumó alguna pérdida comprometida en campo propio. Méndez pasó más desapercibido con balón.

Saúl por Babin. Pequeño descanso para el de Martinica con un último cambio de piezas que situó a Saúl por delante de la línea defensiva retrasando al lado de Borja a Salvador. Apenas tuvo tiempo para hacer nada relevante para bien ni para mal.

Nota para David Gallego y el cuerpo técnico

Notable. Partido difícil de valorar en lo táctico más allá de los primeros veinte minutos, que fueron indudablemente positivos. Más allá de esos indicios de plan inicial, el equipo se mantuvo bien sobre el campo con un hombre menos; ordenado, solidario y sólido, salvo, eso sí, los diez minutos posteriores a la expulsión. Partido complicado, más aún ante un rival de categoría superior, pero que sirve para seguir sintiendo ganas de ver al Sporting cada fin de semana. El equipo compite y da la cara, sea cual sea el escenario.

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