Las 4 claves del empate del Sporting

Dani Souto

SPORTING 1905

Gallego
Gallego LaLiga

Artículo de opinión

24 abr 2021 . Actualizado a las 13:53 h.

Empate insípido del Sporting en su visita a La Romareda. Insípido en cuanto a resultado y juego. Un punto que frena la negativa racha de derrotas, pero que deja a los de Gallego en la misma posición con la que llegaba a tierras mañas: asentado en puestos de Playoff pero sin grandes certezas para las seis citas que restan de campeonato regular. En lo referente al juego, momentos de lucidez contrastaron con errores e imprecisiones que alejaban las opciones de victoria.

Un 0-0 que no se movió en 90 minutos y que dio la sensación que podría mantenerse otra hora y media. Empate tan válido como improductivo del que extraemos algunas de sus claves en contexto rojiblanco:

Recuperando sensaciones en salida de balón

Recuperaba Gallego de inicio un doble pivote que llevaba meses sin alinear. Javi Fuego seguía siendo el encargado de ubicarse entre centrales, aunque esta vez sería Gragera quien esperaba unos metros por delante. Una pareja en el eje de la zaga que también incorporaba una novedad ya conocida y que fue clave para este apartado: Borja López en el sector zurdo.

El Sporting consiguió a partir de estas novedades dar fluidez a sus primeros pases, además de sumar esas conducciones por dentro desde los centrales para dividir las marcas rivales tan necesarias para poder romper la primera línea de presión, algo que especialmente se vio en la figura de Borja. No tuvo grandes dificultades el Sporting para llegar a campo contrario, pero una vez ahí sí hubo más problemas.

Precipitados en campo rival

Sí hubo alguna ocasión y combinación a destacar a lo largo de los noventa minutos, pero en líneas generales, al Sporting se le atragantó el partido ofensivamente hablando. Si bien llegaba sin apuros a la divisoria, en campo contrario se precipitaba en exceso. Primero buscando envíos largos que, si bien son un buen recurso sobre todo cuando logras encontrar a Djuka en sus constantes desmarques a la espalda, da la sensación que el equipo utilizaba esto más como discurso que no como recurso puntual cuando tenía opciones más sencillas para tratar de acercarse al área en combinación, con el balón controlado. Algo que en la segunda parte se acentuó, con más errores en la entrega y precipitación en la toma de decisiones, haciendo que el equipo prácticamente no generase opciones de gol en la última media hora.

Nula influencia por banda

Parte de culpa de la poca continuidad del juego rojiblanco en campo contrario vino provocado por la escasa participación de los hombres de banda con balón. Al equipo le volvió a faltar profundidad, fruto de la falta de desequilibrio por fuera, pero también adoleció de cierta amplitud, ya que los laterales apenas se incorporaban, mientras una de las bandas incidía por dentro (Nacho) y en la otra apenas se sumaron intervenciones (Aitor).

En ataques posicionales se echó en falta mayor presencia de los laterales, mientras que a la contra la toma de decisión y la velocidad a la hora de atacar los espacios por fuera mermaron las opciones ofensivas de los de Gallego.

Sin sufrir atrás

Habiendo varias cosas a corregir en ataque, en defensa sin embargo no se pasaron apuros. El equipo estuvo correcto, ordenado a la hora de defender tanto los centros laterales como las posesiones mañas en la parcela rojiblanca. Partido correcto en todos los sentidos, sin exponerse demasiado en la presión pero sin verse tampoco demasiado exigido.

Los cambios

Cumic por Aitor. Entró el balcánico para tratar de revitalizar el juego por banda del Sporting dando el relevo a un Aitor poco participativo. Cumic tuvo opción de conducir alguna contra que la defensa maña terminó cortando. 

Pedro por Manu. Un componente más de control para el centro del campo, aunque sin apenas opción a intervenir con menos de diez minutos sobre el campo.

Nota a David Gallego y el resto del cuerpo técnico

Suficiente. Se mejoró la imagen del equipo en un partido sólido atrás y con algunos aspectos positivos que empezaban a preocupar como la salida de balón. Igualmente, el Sporting estuvo plano en ataque, con dificultades en las bandas y sin esa cuota de acierto en las pocas ocasiones generadas que antes les permitía sacar adelante partidos como este. Un punto con sus cosas buenas y malas en un partido que quizás no merecía otro desenlace.

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