Texto de análisis
23 sep 2021 . Actualizado a las 02:21 h.Siendo un equipo acostumbrado a defender cerca de su área durante largos tramos de los partidos durante la temporada pasada, la defensa del entorno del punto de penalti nunca había sido objeto de estudio y preocupación. El Real Sporting venía acostumbrando a ser un equipo sólido en este sentido, tanto en la defensa por bajo como por alto.
Sin embargo, en el comienzo de la presente campaña algunas dudas empezaron a surgir al respecto. En los primeros partidos esto no pasaba de algunas dudas mostradas en acciones de estrategia, en la defensa del balón parado. Con el paso de las jornadas esto se fue trasladando a un plano más amplio, más general. Ante el Leganés, los envíos directos sobre un delantero como Jon Bautista fueron una complicación para los centrales rojiblancos, con José Gragera desarrollando una instrucción clara de apoyo sobre Valiente y Babin para ayudar a defender mejor este tipo de pases.
Del último partido de los de David Gallego en Ipurúa ante la SD Eibar las conclusiones pueden seguir un sendero similar, con las dificultades del equipo para defender los envíos por alto sobre un Fran Sol que supuso un verdadero quebradero de cabeza para los centrales asturianos. Más allá de esto, los centros laterales fueron una constante por parte de los de Gaizka Garitano, conocedores, más allá de su rival, de que esa es una de sus principales virtudes.
Aquí cabe un doble análisis: por un lado las dificultades del Sporting para obstaculizar y frenar las opciones de su rival de tener la posibilidad de colgar centros al área. Por otro, la cantidad de duelos perdidos en área propia especialmente por los centrales rojiblancos, pero también por los laterales. Fran Sol no fue el único elemento problemático, pues la entrada de Blanco Leschuk no hizo más que añadir leña a un fuego demasiado vivo en la zaga sportinguista.
Los datos también vienen a refrendar estas dificultades: aun sin ser uno de los partidos en los que más disputas aéreas tuvo que realizar, su efectividad en este tipo de acciones (un 45% de las mismas ganadas por los rojiblancos) fue de las más bajas de la temporada. Incluso en ataque también se vio esta inferioridad del Sporting, siendo el segundo encuentro que más centros realizaron (15, por los 18 que hicieron frente al Burgos) y con una nula efectividad en el remate, pues ninguno de ellos encontraron un finalizador.. aunque curiosamente uno acabara en gol.
David Gallego reconocía no estar preocupado por esta circunstancia a inicio de temporada, aunque con la evolución que está teniendo este tipo de acciones, tampoco sería de extrañar que añadiera aún más trabajo dentro del que ya hacen cada semana para preparar tanto las acciones a balón parado como especialmente la defensa y ataque de jugadas por alto. Dentro de las muchas cosas positivas que nos está dejando el equipo, aquí se encuentra uno de los principales puntos en los que más margen de mejora tiene la escuadra rojiblanca en esta 21/22.
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