Es una de las opciones sobre la mesa
06 dic 2021 . Actualizado a las 21:08 h.En paralelo, mientras se decide la continuidad de David Gallego al frente del banquillo del Real Sporting de Gijón, se busca a su potencial sustituto y uno de los nombres sobre la mesa desde semanas atrás es García Pimienta. El técnico catalán ve con buenos ojos el proyecto rojiblanco por su potencial deportivo a pesar de la mala racha, pendiente de que se concretase la parte contractual a través de su agente, Josep Maria Orobitg.
Programa en directo sobre la crisis del Sporting en el siguiente vídeo y el Twitch de Sporting1905 (recuerda activar el sonido del vídeo y de tu equipo):
Nacido en Barcelona en 1974, fue canterano culé desde los 12 años aunque no llegó a afianzarse como futbolista de las ligas profesional y durante las últimas temporadas ha hecho carrera en la cantera del Barcelona -entró al organigrama hace 20 años como segundo técnico del Cadete de Messi, Cesc y Piqué, entre otros- entrenando a los futbolistas juveniles, así como en las campañas más recientes al Barcelona B -desde 2018 hasta este verano-, al que intentó ascender a Segunda división -en 2020 se quedó en la final y en 2021 en la semifinal-. Sin tener un nombre entre el gran público, lo cierto es que estuvo hasta en 2 ocasiones en la terna para coger el primer equipo catalán, aunque finalmente se apostó por fichajes externos.
Hace una semanas estuvo en la agenda del Leganés y en verano le contactó el Girona, firmando finalmente a Michel, si bien es cierto que su destitución se hizo a lo largo del verano y con el grueso de los banquillos ya decididos. En su palmarés se encuentra una Champions juvenil y el haber formado a los Mingueza, Araujo, Riqui, Collado, Nico, Ilaix o Gavi, entre otros en estos últimos años.
El sistema de juego que ha trabajado de manera habitual ha sido el clásico 4-3-3 del Fútbol Club Barcelona, en alguna ocasión con ciertas variantes, pero sin perder la esencia tradicional culé. Más allá de sistemas de juego, un punto a su favor es que está acostumbrado a desarrollar jóvenes talentos y es una de las virtudes que trajo a Gallego al banquillo gijonés, su perfil como potenciador de futbolistas para una plantilla con nombres en proceso de crecimiento como Gaspar, Gragera o Rosas, entre otros.
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