Las Palmas saca del vestuario al excoach del Sporting, 4 claves para aprovechar su crisis

Francisco Rodríguez / A.V.M.

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Pedro Díaz
Pedro Díaz Real Sporting

Análisis

26 mar 2023 . Actualizado a las 18:27 h.

El Real Sporting de Gijón rinde visita este domingo a uno de los candidatos al ascenso. Si el pasado fin de semana los rojiblancos se enfrentaron al equipo que mejor defiende cerca de su propia portería, ahora toca el conjunto que mejor se defiende con la posesión. Las Palmas atraviesa un bache de resultados al perder 4-1 contra el Tenerife y ganar 1 solo encuentro en 5 jornadas, una pequeña crisis que ha dejado fuera del vestuario a Richi Serrés -excoach del Sporting- por votación de la plantilla. La presencia del asesor dentro del cuerpo técnico de Pimienta fue uno de los motivos de disputa interna y ahora solo dará charlas individuales fuera del vestuario a futbolistas que lo pidan.

Cambios de ritmo para atacar su adelantada línea defensiva

Las Palmas es el equipo que más adelantada sitúa a su línea defensiva. Asumen ese riesgo porque disponen de unos defensas rápidos corriendo a sus espaldas. Y a su vez, esto provoca que los atacantes ganen confianza para ser muy efectivos en la recuperación inmediata tras pérdida en campo contrario. Así pues, el Sporting va a contar con espacios profundos a los que correr, pero cometería un error si dichos contraataques los realizan sin criterio. Tras recuperar la pelota en terreno propio es esencial que instantáneamente se activen las opciones de pase de seguridad, sobre todo con jugadores de buen pie como Marsà y Pedro Díaz, y el pase hacia afuera. Es decir, el primer pase no tiene que ser directamente a la espalda de la línea defensiva. Hay que ‘jugar’ con esa adelantada línea defensiva, que los atacantes realicen movimientos de aceleramiento-parada- aceleramiento, que tras un pase hacia adelante dar otro hacia atrás que atraiga nuevamente a la línea defensiva y en ese viaje sin la pelota ya sí buscar ese envío profundo, que el pase final no se produzca con el primer desmarque de ruptura y sí con un segundo, plantear duelos al espacio con sus defensas mediante segundas oleadas…

Incidir en fase ofensiva por la banda izquierda

Al Sporting le toca saber cómo aprovechar la ausencia por ‘virus FIFA’ de Saúl Coco, central derecho imprescindible en los planes de Pimienta. Aunque el técnico catalán puede devolver al lateral Alex Suárez a su posición natural de central, haga lo que haga está confirmado que en esa familia diestra local se introducirá un jugador sin mucho ritmo de competición y sin una tan afianzada interrelación con sus compañeros más próximos. Por lo tanto, puede llegar a ser beneficioso que los rojiblancos se junten por el sector izquierdo y desde ahí buscar diferentes caminos de finalización. Es probable que, sobre todo al inicio del choque, en estas situaciones defensivas el pivote se junte más de lo habitual con el central derecho. Con lo cual, con unos desmarques en profundidad que propicien aún más ese hundimiento, se abriría la posibilidad de conectar desde afuera hacia adentro con un Pedro Díaz en disposición de disparo desde media distancia. También surgiría la opción de buscar un centro o cambio de orientación ya que el lateral izquierdo Cardona es defensivamente menos fiable encontrándose en la zona débil del juego que en su zona fuerte. Además, cabe señalar que sus volantes y atacantes no muestran las mismas notables aptitudes defendiendo con la pelota por delante que cuando les toca regresar para ayudar.

Favorecerse de la norma del fuera de juego en las acciones de balón parado a favor

El comportamiento de Las Palmas de defender con la última línea muy adelantada también es trasladado a las jugadas a balón parado. Concretamente en lo que se refiere a las faltas laterales, buscando defenderse y que un eventual remate rival se produzca lo más lejos posible de su portería. Aunque tienen muy trabajado el 'tempo' del salto hacia delante, no deja de ser un riesgo del cual pueden salir heridos si el Sporting sabe cómo inteligentemente beneficiarse de la ley del fuera de juego. No lanzar la falta al primer contacto, moviendo así hacia atrás y descolocando a su estructura defensiva, y en su nuevo viaje hacia adelante ya sí lanzar los desmarques puede ser una solución entre varias. Izquierdoz e Insua por arriba, Pedro Marsà y Cote como lanzadores…No hay que desperdiciar estas disposiciones, y más teniendo en cuenta que su portero Vallés viene de recientemente cometer un penalti debido a una salida a destiempo en este mismo tipo de acciones. Ni mucho menos su confianza se encuentra por las nubes.

Convicción en la presión alta

Cuando visitas el Estadio de Gran Canaria tienes dos opciones a elegir. O te proteges en un bloque bajo o decides apretar alto. Teniendo claro que va a ser muy complejo quitarle la pelota a los canarios, el Sporting debería empezar el encuentro defendiendo en la mayor altura posible y alargando esa proposición durante el máximo de tiempo posible. Básicamente por dos razones. La primera de ellas es la gran capacidad de Las Palmas de someter al rival en campo contrario y acabar encontrando vías claras de finalización entre tantas piernas enemigas a través de paredes y acciones individuales. Y el segundo argumento es el de que en la salida de balón los de Pimienta muy pocas veces buscan la profundidad a la espalda de la línea defensiva. Es decir, en fase de iniciación, antes de decantarse sin demasiada convicción por amenazar los espacios alejados, casi siempre apuran hasta las últimas consecuencias en localizar soluciones por los carriles interiores o en generar metros para las conducciones progresivas de sus defensores.

A pesar de que está asentado en esa posición, sería más conveniente orientar las primeras posesiones locales hacia el perfil izquierdo donde, además de un Cardona que es más dañino recibiendo al espacio que al pie, actúa el central Curbelo a pierna cambiada. Llevar el esférico a esa zona y, tras impedir la conducción y el pase entre líneas, provocar que Curbelo tome la decisión de jugar atrás con el portero o al pie de Cardona. A partir de ahí, dar un paso adelante con convicción y la seguridad (no al 100%, pero bastante alta) de que ellos no sorprenderán a la espalda, cerrar las líneas de pase interiores con sus 4 centrocampistas ubicados en rombo, limitar la visión al poseedor de conectar en los cuadrados con los movimientos fuera - dentro de los extremos, y sobre todo empujarlos a enlazar con dichos extremos pegados a la línea de cal recibiendo de espaldas y sin poder ser lo agresivos que son con balón. Ellos son capaces de salir de dicho entuerto, pero ya lo estás incomodando, arrastrando a hacer cosas no tan asiduas en su funcionamiento, a que su entrada a campo contrario no sea tan limpia, a que Viera tenga que bajar para participar lejos de la portería asturiana.