Así fueron las 48 horas que dinamitaron el sueño mundialista de Gijón

Nel Oliveira
Nel Oliveira GIJÓN

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El Real Sporting busca que El Molinón - Enrique Castro 'Quini' sea sede del Mundial 2030
El Real Sporting busca que El Molinón - Enrique Castro 'Quini' sea sede del Mundial 2030 Real Sporting de Gijón

El cruce de comunicados y las discrepancias públicas entre los socios del bipartito de la ciudad evidencian la tensión vivida antes de que se diera carpetazo al proyecto

25 feb 2024 . Actualizado a las 17:48 h.

Gijón no será sede del Mundial 2030. La alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón, ha tomado la decisión de no aceptar las exigencias que pedía la FIFA, por lo que El Molinón finalmente se queda fuera de la carrera mundialista. Una decisión que culminó el pasado viernes noche con un comunicado de la regidora y que en 48 horas tuvo una concatenación de acontecimientos. Así fueron los dos días que dinamitaron el sueño gijonés.

En sucesión cronológica, en la tarde del pasado jueves El Molinón acogió una reunión en la que participaron tres de las cuatro patas fundamentales para que Gijón fuera sede: el Real Sporting de Gijón, el Ayuntamiento de Gijón y la Real Federación Española de Fútbol. La cuarta, el Principado, se mantuvo al margen del encuentro. Además, en la reunión estuvieron representantes del Comité del Mundial 2030, de la Real Federación de Fútbol del Principado de Asturias, de la Cámara de Comercio de Gijón y de Universidad de Oviedo.

¿Qué se trató en esa reunión? Aclarar si la firma del acuerdo para seguir en la carrera por ser sede del Mundial 2030 era o no vinculante para el Ayuntamiento de Gijón. En este sentido, la Real Federación Española de Fútbol insistió en que únicamente sería vinculante en caso de haber financiación y de que la ciudad terminara siendo sede.

Primera negativa del Ayuntamiento de Gijón: no a un «cheque en blanco»

Hasta ese momento, tanto ayuntamiento como el Principado habían seguido la misma estrategia: afirmar públicamente que respaldaban la candidatura, incluso firmaron el protocolo, pero sin llegar a dar pasos que les vinculasen definitivamente al proyecto. A partir de aquí, todo se precipitó. Al término de la reunión, el Ayuntamiento de Gijón declaró el encuentro como «invalidado» al no haber estado presente la representación pertinente del Gobierno del Principado de Asturias. El Ejecutivo recordó al Consistorio que la consejera de Deporte, Vanessa Gutiérrez, no pudo acudir a la reunión debido a que estuvo presente en la conferencia sectorial de cultura y que fue ella la que les comunicó que no iba a asistir. No obstante, más allá de esta desavenencia entre las partes, el Ayuntamiento de Gijón lanzó un comunicado en el que reiteró su negativa a aceptar las exigencias de la FIFA sin conocer el coste total del proyecto y cómo iba a ser la financiación. Aquí se registró el primer ataque público a los propietarios del Sporting. «La única vía propuesta por Orlegi Sports supone firmar un cheque en blanco a la FIFA con dinero público», se leía en el comunicado.

Apenas unas pocas horas más tarde, el viernes por la mañana, el Real Sporting de Gijón contestaba al comunicado del Ayuntamiento de Gijón, manifestando su incomprensión ante la actitud adoptada. En el texto, el club rojiblanco desmentía que en algún momento se le hubiese pedido al Ayuntamiento «un cheque en blanco». Además, respecto a la financiación aseguraban que en todo caso no era responsabilidad única del club o de las empresas el buscar un plan para financiar el proyecto, recordando que la responsabilidad recae tanto en el Real Sporting como en el Ayuntamiento y el Principado.

Moriyón anuncia que no aceptará las exigencias de la FIFA

Dentro de este contexto, la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, salió al paso el pasado viernes a última hora de la tarde con un comunicado en redes sociales. En él aseguraba que el Ayuntamiento estaba «solo en la candidatura» y que no iba a aceptar las exigencias de la FIFA sin saber «cuánto cuesta organizar el Mundial, quiénes lo vamos a pagar y de qué forma». «El Ayuntamiento, que es el responsable del estadio, sigue sin saber quién la paga. Sin conocer algo tan básico como eso es imposible aceptar las exigencias de la FIFA. Unas exigencias que en caso de incumplimiento Gijón debe asumir en solitario. Unas exigencias, que si algo sale mal, hipotecarían a la ciudad y a los proyectos destinados a marcar su futuro», explicó la mandataria gijonesa.

El papel del resto de partidos

De esta forma se cerraba un capítulo que, entre medias, también vivió numerosas reacciones por todos los costados del panorama político. Incluso muestras públicas entre los socios del bipartito (Foro-PP). Por un lado, fuentes de la dirección del Partido Popular local creen que el comunicado de Moriyón fue con ánimo de «desviar la atención de lo importante: que Gijón es una ciudad paralizada y que aquí se está dejando pasar una oportunidad única». Además, la primera teniente de Alcaldesa, la popular Ángela Pumariega señaló que la postura del partido era la de apostar porque Gijón fuera sede del Mundial. «Se debe apostar por todo lo que ello representa, no solo el aumento del turismo, que es una parte, sobre todo poder renovar El Molinón, hacer una ciudad más atractiva, posicionar Gijón en el mapa», señalaba Pumariega, incidiendo en que no apoyarían un proyecto que no fuera viable financieramente y que «desde el Gobierno somos responsables y debemos asegurar una viabilidad económica del proyecto y también una voluntad y un compromiso por todas las partes implicadas».

Por su parte, José Ramón Tuero, concejal del Grupo Municipal Socialista, apostaba por seguir con la reuniones para intentar salvar la candidatura gijonesa. Además, Tuero consideró «vergonzoso» el intercambio de comunicados y lamentó que «el de Gijón es el único ayuntamiento de las 15 posibles sedes que no va a firmar el documento de la FIFA». Por su parte, Sara Álvarez Rouco, portavoz del Grupo Municipal Vox, apuntaba que «la excusa de no hipotecar la ciudad con el Mundial es pobre y refleja cobardía frente al reto de hacer de Gijón una referencia».