Cambio de política en la confección de plantillas
19 sep 2025 . Actualizado a las 09:49 h.La «pérdida de identidad», uno de los argumentos a los que se ha agarrado el Grupo Orlegi a la hora de explicar, entre otros factores, los motivos del cambio de política y gestión en lo que atañe a la cantera del Real Sporting. Algo que atañe, específicamente, a un Sporting Atlético que encadena 3 años consecutivos de fracasos deportivos en busca del ascenso. Un cambio que desde el club plantean con un objetivo: que los principales equipos de la cantera tengan al menos un 70% de jugadores formados en Mareo, tal y como trasladó David Guerra en el Foro de Aficionados. Algo que en su primer verano no están consiguiendo.
El cambio llegó tarde, con el verano a las puertas y la planificación ya avanzada, un contexto perjudicial para jugadores y entrenadores de la base, así como de los nuevos encargados, con Felipe Vega-Arango a la cabeza. Un hecho que condicionó los movimientos del club en el mercado a hora de reforzar al principal equipo de la etapa de rendimiento en la cantera; el Sporting Atlético.
El club se movió para reforzar las posiciones que quedaban por cubrir con el cierre de la temporada, firmando a Iker Venteo para la portería y los centrales Lussenhoff y Adrián Sancho. Tres jugadores procedentes del fútbol español, pero que no cumplen con esa idea de haber sido formados en Mareo. Una campaña que se entiende de transición en ese sentido, pues aún figuran con contrato hasta 8 futbolistas más procedentes de otras canteras.
En este sentido, hay apuestas de toda índole, desde jugadores de mercados internacionales con el sello marcado del anterior departamento de captación, caso de los Pierre Mbemba o Loki, a futbolistas del mercado español como Manu Rodríguez o Yosmel, pasando por las apuestas más vinculadas al Grupo Orlegi, con los mexicanos Kevin Picón, Joshua Mancha y Mau Medrano. Una configuración de plantilla que, incluyendo a los juveniles y jugadores del Sporting C que han dado el paso a la dinámica con los de Samu Baños, deja un reparto cercano al 50%-50%, muy similar al de la temporada pasada. Queda trabajo por hacer.
Un cambio claro de rumbo respecto a las premisas que los propios dirigentes de Orlegi marcaban hace 3 años en su llegada a Mareo, dando mucha importancia a la competencia para el correcto desarrollo de los futbolistas, y considerando los mercados extranjeros en esas etapas como un nicho interesante dadas las limitaciones del panorama asturiano. Ahora las tornas cambian, amparándose en la «pérdida de identidad». Futuros mercados, con una interesante generación en el juvenil de División de Honor por detrás, irán marcando si ese camino se va trazando o si los objetivos porcentuales no son alcanzables al menos en el corto plazo.
Entre otros cambios también se encuentra la política de puertas abiertas para aquellos jugadores que habían dado el paso al primer equipo. En ese sentido, tras las infructuosas cesiones de Álex Oyón y Álex Lozano, aprovechando la ficha del filial de ambos, el club ha decidido este verano que sean un 'refuerzo' para el equipo de Baños. Un camino que se mantiene también en el caso de Enol Prendes, jugador con ficha del B que está en dinámica de trabajo con los de Asier Garitano, pero que no se descarta su retorno a lo largo de la temporada en caso de contar con pocos minutos. Una política que beneficia, precisamente, la idea de contar con un grupo principal de jugadores formados en la casa.
Quinielona
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