¡Volatilidad en los mercados! No hay de qué asustarse

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Si los mercados financieros no fluctúan, sería porque el mundo se ha paralizado y supuestamente la raza humana se ha extinguido

07 mar 2019 . Actualizado a las 10:04 h.

Las decisiones políticas de los países sobre los asuntos económicos y las relaciones sobre los indicadores financieros son indicadores de las fluctuaciones en los mercados financieros. No hay razón para entrar en pánico cuando los índices bajan abruptamente ni tampoco para estar demasiado contentos cuando suben demasiado, pues ya se sabe que después de la tormenta llega la calma.

Pero para no entrar en pánico hay que tener claras algunas cosas, como ver la evolución de las empresas de la cartera que está fluctuando para tener una respuesta acorde a sus compromisos y que no incurran en el incumplimiento de ellos. ¿Cuáles son las decisiones a tomar para responder a los cambios en el entorno, superar la crisis, aceptar a los trabajadores y aprovechar las oportunidades?

Alain Krief, gestor de fondos de ODDO BHF Asset Management, explicaba que invirtiendo en el mercado de los bonos, a 10 años el rendimiento de un bono del gobierno de Alemania alcanza el 0.18% por cada uno de ellos, mientras que la inflación altera el resultado y no se sabe a ciencia cierta cómo va a cambiar.

Sin embargo, para hacer las cosas bien, es necesario tomar decisiones acertadas como fusiones empresariales, compraventa de acciones y compraventa de bonos que marcan el rumbo de los productos mundiales.

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Tendencias arriba y abajo

Es importante entender cómo funciona y cómo debe leerse el indicador ADX y sus líneas ADX, DI + y DI, porque así podremos saber cuál es el precio más bajo entre el dólar y el euro en su nivel más cercano a 20, que indica que está cobrando fuerza la tendencia pips en las últimas horas. Esto permite la recuperación del movimiento a la baja de días anteriores.

Según la RAE, volatilidad es la “inestabilidad de los precios en los mercados financieros”. Es decir, que la volatilidad es la variación entre la rentabilidad y el rendimiento financiero. Por lo tanto, medir las tendencias es importante ya que los resultados arrojados por los indicadores pueden dar lugar a una correcta toma de decisiones a la hora de adquirir y deshacerse de los activos financieros.

Por ejemplo, con el indicador ADX se puede tener una prioridad sobre los movimientos de precios ya que se basa en los rangos de extensión y contracción. Cuando el ADX suba no es necesario que haya una tendencia al alza en el precio medio o revisado, pero sí se puede predecir que se trata de una tendencia que toma fuerza.