Cazorla desvela el único invitado con móvil en la boda de Sergio Ramos

La Voz

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Raul Caro Cadenas | EFE

El futbolista asturiano cuenta las anécdotas de la fiesta en «El Hormiguero»

20 jun 2019 . Actualizado a las 18:45 h.

«Desde los 15 años no me subía en unos coches de choque y el sábado no me bajé en hora y media». El futbolista asturiano Santi Cazorla disfrutó como un niño de la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio. Así lo contó en su participación en el programa de televisión El Hormiguero, en una conversación con otro de los invitados, el presentador Pablo Motos. Ambos compartieron confidencias, aunque dejaron claro que no estaban siendo indiscretos, ya que contaban con el visto bueno de los novios. Motos pidió permiso a Sergio Ramos antes de desvelar nada.

Cazorla reconoció que fue un acierto que se prohibieran los móviles durante el enlace, «porque la gente se soltó». El deportista asturiano ni siquiera hizo el amago de llevarlo. Lo dejó en su habitación del hotel. Pablo Motos, en cambio, fue más reticente. Se lo quitaron a la entrada y, en principio, no le gustó demasiado. No obstante, terminó admitiendo que ayudó a que los invitados se desinhibieran. Todos menos uno. Hubo solo una persona a la que se le permitió entrar con su teléfono en la mano. Cazorla explicó que Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid, andaba con su dispositivo en la mano. No para hacer fotos sino para seguir el partido de la final de baloncesto entre su equipo y el Barcelona.

El asturiano y el presentador bromearon sobre los efectos de la boda. «¿Ya se te pasó la resaca?», preguntó el futbolista, para a continuación aclarar que iban a contar aquello de lo que se acordaban. Relató que Motos estuvo subido en el escenario y que no había quién le bajara. En cuanto a sus gustos, el presentador se había decantado por las cervezas. Cazorla, en cambio, prefirió tomarse un ron con cola. «Uno tras otro», señaló entre risas. 

El asturiano llegó hasta los churros, repartidos en un original cono, del que colgaba un recipiente con el chocolate. Medio equipo de El Hormiguero también lo disfrutó. Pablo Motos no. El presentador explicó que se había ido a la cama hacia las seis, antes de que hubiera desayuno de por medio, por lo que no pudo catar el plato. Cazorla sí lo hizo. De hecho, especificó más cosas. «Yo me fui pronto. Eran como las 10 de la mañana. Hacía un sol horrible en Sevilla», reconoció nuevamente entre carcajadas.

La conversación giró en torno a los brebajes que tomaban otros invitados como Pepe Reina o sobre lo que impresionaba la noria que los novios montaron en el recinto. Cazorla es más de coches de choque.