Este es el espectacular rodaballo de una sidrería de Vidiago: «No sabemos si cocinarlo o usarlo de edredón»

La Voz

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Sidrería Casa el Rubiu, en Vidiago
Sidrería Casa el Rubiu, en Vidiago

Recién llegado de la rula de Llanes a Casa el Rubiu ha desatado las reacciones de los clientes en redes sociales

02 jun 2023 . Actualizado a las 17:09 h.

«No sabemos si cocinarlo o utilizarlo de edredón». Con estas palabras y una imagen adjunta mostraba la sidrería Casa el Ribiu, situada en Vidiago, un espectacular rodaballo recién llegado de la rula de Llanes y que ha desatado las reacciones en redes sociales. El establecimiento hostelero compartía en su perfil de Facebook la imagen del pescado, sujetado por Ricardo Nosti, para el asombro de los internautas. «¡Eso ye una ración de nada ho!», comentaba uno de los usuarios que se pasó por la publicación.

Con un peso de 7,6 kilos, desde la sidrería explican que el rodaballo les ha llegado desde la rula de Llanes bajo la marca de calidad «Pescado de Rula con Artes Sanos». Sin embargo, no se trata del único que han recibido de tales dimensiones en los últimas días. El pasado 26 de mayo el establecimiento colgaba otra publicación con un pescado parecido.

«Aquí, Ricardo con un amigo de 4,5 kilos que ya os está esperando con impaciencia», compartía la sidrería. También llegado de la lonja de Llanes y con la etiqueta de calidad de «Pescado de Rula con Artes Sanos», que distingue el pescado y marisco asturiano con menos de un día entre su captura y puesta en rula. Ese rodaballo fue pescado artesanalmente con artes tradicionales por embarcaciones de bajura. «Bueno no, lo siguiente», celebraban desde la sidrería.

Asombro en comentarios: «¡Qué ejemplar!»

Las reacciones sobre las dimensiones del rodaballo se han sucedido en la caja de comentarios de la publicación. «¡Qué ejemplar!», escribía una usuaria. «¡De ración!», contestaba otra, adjuntando un emoticono de unas caras partiéndose de risa.

Otros usuarios ya comentaba deseosos de echarse un trozo del rodaballo a la boca. «Esi vuelta y vuelta y con un sofritín cae», aseguraba un cliente del establecimiento. «¡Menudo bicho!», escribía una última usuaria.