El restaurante de Asturias que deja sin palabras al influencer Cenandoconpablo: «Brutal, reserva ya»

El restaurante Regueiro, ubicado en Tox, concejo de Valdés, en el occidente de Asturias, ha sido elogiado en uno de los últimos vídeos de Cenandoconpablo, un popular influencer gastronómico con cientos de miles de seguidores. En su cuenta de TikTok, definió el local como «uno de los más impresionantes» que ha visitado últimamente. «Brutal, reserva ya. No voy a decir nada más», afirma al inicio del vídeo, anunciando que será una de sus conclusiones «más breves».

Durante la grabación, Cenandoconpablo recorre detalladamente el menú degustación del restaurante, destacando la originalidad de las elaboraciones y la personalidad del cocinero, en el que el resultado es una cocina con sabores potentes, técnicas de fusión y presentaciones elaboradas: «Es un restaurante en el que su chef, Diego Regueiro, plasma ese conocimiento que adquiere viajando por Asia, probando platos. Tienes una cocina muy sorprendente con fusión asiática». 

El recorrido comienza con un curry tailandés de ternera, o massaman curry, del que resalta la intensidad del fondo: «Madre mía, qué sabor tiene. Me cago en… qué rico combinado y qué tierna está la ternera. Qué platazo, cómo se la han sacado. No puedo describir lo que es este plato».

Le sigue un lechazo tradicional con curry indio, acompañado de gnocchi de patata del que valora la fusion de sabores. «Es el lechazo de toda la vida, pero con este curry el sabor es completamente diferente», comenta. Y añade con humor: «No sé por qué pone tan poca cantidad de algo que está así».

También prueba un bogavante, llamado dosa masala, que califica como «increíble» y «asombroso». «Hay que ser un apasionado de la cocina para crear esto. El plato es sobresaliente», asegura, para después repetir: «¡Riquísimo! Qué señor plato, de verdad. Y, ademas lo describe como adictivo: «Tomas este curry y quieres más, y quieres más, y quieres más».

Otro de los platos que destaca es la berenjena rostizada en tamarindo, que describe como «un plato de sabores muy potentes». «Tienes acidez, tienes dulzor». A continuación, prueba un mole de pipas de calabaza servido en quesadilla, que considera escaso, pero sabroso: «Me va a saber a poco esto», y recomienda tomárselo a modo de taco: «Complicado de comer y muy fácil de disfrutar».

Con las brochetas de pollo estilo kebab con salsa de yogur, su valoración es más contenida: «El pollo está bien solo, y eso también. Cuando lo combinas no mola tanto». Sobre el curry especiado y picante que prueba a continuación dice: «No es de mis favoritos, pero me ha gustado». Una codorniz al tandoori también forma parte del menú, y recomienda comerla con las manos. «Está bien caliente y bien rica. Es una codorniz sencillita, pero joder lo bueno que está, madre mía», comenta, entre risas.

El menú incluye también un mole negro con notas de chocolate, que le genera impresiones mixtas: «Yo le noto sabor a chocolate. Desde luego que el plato tiene rollito. Me parece que está rico, pero se me queda un poco pobre, como muy simple frente al resto de cosas que hemos tenido».

Entre los dulces, destaca un homenaje a los curry tailandeses en versión dulce, con coco y javitri, que le entusiasma: «Qué bueno está esto, joder. Señor postre». También prueba unas texturas de leche inspiradas en sabores asturianos: «Empieza amarga y termina dulce. Qué rico, me está viciando. Voy a ir a la cocina a darle un abrazo a Diego, el chef».  El único postre que no termina de convencerle es un mousse ligero de rúcula y espinacas con nata y hierbas frescas. «No te voy a decir que no me guste, pero ni por asomo está al nivel de los otros. Y, aparte, ni está en el momento apropiado», afirma.

La cuenta final de su comida asciende a 115 euros, un precio que considera adecuado para este restaurante que confiesa haberlo «dejado loco».

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