Necesitamos iniciativas para la cultura

LA VOZ DE LOS ASTURIANOS

14 nov 2017 . Actualizado a las 19:57 h.

Me duele pensar hacia dónde va Asturias, culturalmente, pero no por ello eludo la cuestión. Cada cierto tiempo nos bombardean las cifras de lectura, de adquisición de libros, de asistencia a espectáculos, a cine, a teatro, y no son los números que a mí me gustaría ver.

En 2008 una estadística decía que Asturias ocupaba el cuarto lugar de España en índice de lectura, algo por encima de la media nacional. Apenas tres años después, las cifras se daban la vuelta y concluían que nuestra comunidad estaba a la cola en este mismo sentido. Y así, cada cierto tiempo, salen a la luz cifras aplastantes que nos deprimen, a la par que otras que nos dan una inyección de esperanza.

Pero lejos de jugar a sumas y restas, hay un hecho claro: Asturias, como el resto de España, no pasa por un buen momento, en general y, en materia cultural, creo que la crisis, esa palabra que muchos se niegan a pronunciar, es un hecho.

En lugar de lamernos las heridas sería muy recomendable buscar soluciones. Sí, eso ya lo sabemos, pero ¿qué armas tenemos los ciudadanos para solventar estas carencias, incluso los que toda nuestra vida la hemos dedicado al impulso y fomento de la cultura?

En más de una ocasión he podido intercambiar palabras, impresiones y sugerencias con diferentes responsables políticos de la tierra. Y, aunque he de decir que el diálogo, en alguna ocasión ha sido fructífero, la realidad es que todos los apoyos (cuando los hay) se quedan demasiado cortos.

Faltan iniciativas, faltan ayudas y falta, por supuesto, presupuesto para llevar a cabo todo ello. Y sobran decisiones absurdas que van, poco a poco, minándonos.

No quiero entrar en discusiones políticas ni partidistas, pero hay hechos ante los que no me puedo quedar impasible, realmente, no me puedo callar.

Hace apenas unos días, se anunciaba que se elimina la asignatura de Literatura Universal del Bachillerato. ¡No doy crédito! Está claro, vamos a cultivar la ignorancia. Total, ¿Para qué sirven Quevedo, Góngora, Miguel Hernández, Machado, Oscar Wilde o Albert Camus?

Por no hablar de mi querido Miguel de Cervantes, que da nombre a mi casi centenaria librería.

Lo dijo hace unos años un gran autor, Jacinto Benavente, que aprovecho a citar antes de que su nombre (y por supuesto su obra) desparezca del firmamento y sea un completo desconocido para las nuevas generaciones): «La cultura es la buena educación del entendimiento».

Pero, claro, estamos en una sociedad en donde el entendimiento cada vez es menos patente; la cultura, molesta, y la educación....bueno, la educación es un bien a proteger.