«Gracias a las puertas blindadas extraseguras, ya no es muy difícil que un piloto impida a su compañero que acceda a la cabina. Solo tiene que esperar a que tenga que satisfacer sus necesidades para no volver a abrirle la puerta nunca», escribió en la revista Piloot en Vliegtuig
La Clínica Universitaria de Düsseldorf, a la que acudió en los últimos dos meses el copiloto Andreas Lubitz para solicitar un diagnóstico, entregó hoy su historial médico a la Fiscalía de la ciudad. Lubitz acudió a la clínica como paciente en febrero y, por última vez, el pasado 10 de marzo
«Ya veremos», dijo Lubitz al piloto cuando le pidió que preparara el aterrizaje . Los pasajeros fueron conscientes del desastre tras ver al capitán aporrear la puerta. En la casa del copiloto aparecieron fármacos para tratar trastornos de bipolaridad y somníferos.
La coproducción hispano-argentina desata el rechazo del público inglés, al comprobar las similitudes de una de las historias con la tragedia del avión de Germanwings
La familia de uno de los dos pasajeros japoneses llega a Le Vernet desde la isla de Okaido para honrar la memoria de su ser querido ante la ladera de la montaña
Según revela la caja negra, el copiloto le ofreció al comandante asumir el control del avión para que pudiese ir al baño. Los investigadores logran aislar el ADN de 78 víctimas de la tragedia aérea