El ADIF la repara con un contrato de emergencia, pues provocaba múltiples incidencias. En un solo día, el deterioro del cable causó retrasos en quince trenes.
En el 2030 se debe terminar la red básica de corredores como el atlántico, un objetivo que no será posible si Bruselas no aumenta la cofinanciación de estos proyectos en su nuevo presupuesto.
El sistema que monitoriza la marcha de los trenes no se limitará a la alta velocidad. Se extenderá a líneas convencionales especializadas en mercancías.