El número «2» de la Sub-21, heredero del también céltico Michel Salgado, llegaba ayer a Vigo con la camiseta sudada y con muchas ilusiones puestas en su nuevo equipo.
El central, que fue sancionado con cuatro partidos por su pisotón a Salgado, destaca por su personalidad afable y solidaria cuando se aleja de los terrenos
Los treinta metros de pasillo humano a la salida de las figuras madridistas del aeropuerto, parecían una autopista por donde los jugadores circularon velozmente