Las planeadoras fueron intervenidas en una nave industrial en Vila Nova de Cerveira, junto al río Miño y 12 kilómetros de la desembocadura al Atlántico; los tres españoles que las custodiaban en la nave bloquearon la puerta de entrada y se escondieron al llegar los agentes
El Concello consigue un millón de euros de fondos Next Generation para rehabilitar el emblemático inmueble. El proyecto ha de estar concluido en tres años e incluye una cafetería mirador sobre el río Miño