«En Alepo hay que elegir qué heridos pueden sobrevivir»

Laura Fernández Palomo AMÁN / CORRESPONSAL

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ABDALRHMAN ISMAIL | Reuters

Los médicos de la ciudad sitiada describen a Obama su impotencia para atender a los civiles

12 ago 2016 . Actualizado a las 07:44 h.

Los médicos de Alepo tienen que elegir qué paciente morirá. No pueden salvarlos a todos. Así lo han hecho saber en una carta a Barack Obama. «Los niños y jóvenes llegan con heridas tan graves que debemos priorizar aquellos que tienen más posibilidades de sobrevivir», explica la misiva. La falta de equipos o de cuidados ha provocado «la muerte de niños y de heridos en nuestros brazos sin que hayamos podido ofrecer nada», declaró a France Press Abu al Baraa, uno de los 15 firmantes de los apenas 35 doctores que quedan en la zona rebelde de Alepo para 300.000 civiles.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a Siria el lugar más peligroso para el personal médico. Solo en el 2015, se produjeron 135 ataques contra centros sanitarios y, según denuncia la carta, 42 se han registrado en el último mes: una embestida cada 17 horas. El coordinador de Médicos Sin Fronteras, Carlos Francisco, explicó a La Voz que el deterioro es imparable y que cada vez es más difícil reemplazar a los profesionales médicos que son asesinados o escapan de la guerra. Tras cinco años de conflicto no hay relevos por falta de universidades, ni formación. Los asedios, además, impiden la entrada de material.

Exigen una larga tregua

«No necesitamos ni lágrimas, ni compasión, ni oraciones; necesitamos acción», invoca la carta. Los doctores lamentan que EE.UU. «no realiza ningún esfuerzo para levantar el cerco o usar su influencia para presionar a los bandos para que protejan a los civiles». «Sin la apertura permanente de una ruta de abastecimiento, las fuerzas del régimen nos asediarán de nuevo dentro de poco, la hambruna se propagará y los productos de los hospitales se agotarán por completo», asegura. Rusia ha propuesta una tregua humanitaria de tres horas que la ONU considera insuficiente y pide ampliar a 48 para permitir la llegada de asistencia.

Los combates y bombardeos prosiguen sin descanso. La aviación del régimen lanzó cuatro barriles bomba sobre el barrio rebelde de Zabadieh, que según el grupo de rescate Defensa Civil Sirio contenía gas cloro. Al menos cuatro personas murieron y 55 sufrieron problemas respiratorios. El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, afirmó que «hay muchas pruebas de que así lo indican» y ya está en marcha una investigación. «Si ocurrió es un crimen de guerra», aseguró. No es la primera vez que se denuncia el uso de armas químicas en esta guerra, aunque los dos bandos lo han negado.

En el frente contra el Estado Islámico (EI), Rusia bombardeó posiciones de los terroristas en Raqa, la capital del califato, que mataron al menos a 30 civiles, conforme a la información del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Los ataques aéreos se produjeron poco después de que Turquía anunciara futuras operaciones conjuntas con Rusia contra los extremistas.