El juguete tecnológico volverá a copar las listas de deseos estas Navidades

Javier Armesto Andrés
javier armesto REDACCIÓN / LA VOZ

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Muchos de los productos se sincronizan con el «smartphone» a través de aplicaciones

20 oct 2016 . Actualizado a las 07:47 h.

Los juguetes más tecnológicos, como el perro robótico CHiP, el reloj Yo-kai o la Barbie Hoverboard, serán este año protagonistas de las cartas a Papá Noel y los Reyes Magos. Amazon ha hecho una lista de los diez productos que coparán la lista de deseos en las próximas Navidades y al menos la mitad de ellos llevan componentes electrónicos de última generación, como interfaces táctiles, sincronización con el móvil, cámaras de vídeo y sensores inteligentes.

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María Baquedano, responsable de la tienda de juguetes de Amazon.es, explica que «si bien es cierto que los personajes de las películas infantiles o las series de televisión continúan influyendo enormemente en las peticiones de los más pequeños, los productos tecnológicos y la realidad aumentada empiezan a configurar las preferencias de los adolescentes».

Esta tendencia supone una ruptura respecto al año pasado, cuando el segmento de juguetes electrónicos -donde se incluyen tabletas y ordenadores para niños- registró una caída del 17 % en las ventas.

«Los drones siguen volando alto y los robots son las nuevas mascotas», indica Baquedano. Juguetes como los nuevos Hatchimals avalan esta afirmación. Lanzados por la compañía canadiense Spin Master -creadora de los míticos Bakugan, que arrasaron entre los niños de 5 a 10 años a finales de la década pasada-, consisten en unos huevos con los que los niños deben interactuar hasta que un simpático pájaro sale de su interior. «Hasta donde sabemos, un juguete que sea capaz de romper su propio cascarón no había sido fabricado antes», señaló James Martin, líder de la unidad de robótica de Spin Master. El comportamiento del Hatchimal va madurando a lo largo de días y semanas; se vuelve más interactivo a medida que va creciendo, baila, repite lo que dice su dueño y se mueve cuando aplaude. Esta especie de tamagotchi o Pou de plástico y felpa se vende por 85 euros.

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Franquicias como Star Wars se mantienen a la cabeza de los productos más demandados. El año pasado, el estreno de El despertar de la fuerza, la séptima película de la saga, disparó sus ventas y la licencia llegó a copar un 5,3 % del mercado. Las próximas Navidades llegarán a las tiendas juguetes como el droide BB-8 Battle Worn (Sphero), una edición especial del popular personaje que, además de rodar por suelos y pasillos vía control remoto, puede grabar y visualizar vídeos en formato Holocron. Para ello es indispensable la colaboración del smartphone, que también es compañero inseparable del reloj Yo-kai (Hasbro, 26 euros), otro de los productos destacados por Amazon.

En general el juguete tecnológico no es barato (el robot de La guerra de las galaxias cuesta 216 euros), y ello sin tener en cuenta las consolas de videojuegos. Estas últimas tendrán este año menos repercusión, al no coincidir el lanzamiento de ninguna versión nueva de la PlayStation (la Pro y la Slim son actualizaciones) o la Xbox One; el foco está puesto en la realidad virtual en alta definición, pero las gafas a la venta, incluyendo las de Sony, tienen precios prohibitivos. A pesar de todo, el sector juguetero espera un aumento de las ventas tanto en el mercado nacional como en el internacional. Según datos de NPD Group, las primeras han crecido un 9 % en lo que va de año y el precio medio ha aumentado un 4,9 %. Y chips y circuitos cada vez tienen más peso: en la pasada campaña navideña los españoles reciclaron más de 1.870 toneladas de equipos electrónicos.

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