EE.UU. respalda la negociación entre Maduro y la oposición de Venezuela

pedro garcía otero CARACAS / CORRESPONSAL

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HANDOUT | Reuters

El encuentro de un grupo de opositores con representantes del chavismo ha abierto una grave fisura entre las formaciones opuestas a Maduro

01 nov 2016 . Actualizado a las 08:25 h.

El Vaticano presionó, por caminos formales e informales que incluyeron la presencia del cardenal Claudio María Celli, enviado de último minuto del papa Francisco para la apertura del diálogo en Venezuela. Y lo logró: se sentaron en la misma mesa un grupo de opositores, otro de representantes del chavismo, e incluso el presidente Maduro. El precio del encuentro es una grave fisura en los partidos la oposición venezolana, que en su mayoría se niegan a negociar nada con un Gobierno al que califican de dictatorial.

Tras una reunión que comenzó el domingo en la noche y terminó la madrugada del lunes, hora de Caracas, las partes se comprometieron, entre otras cosas, «al mantenimiento de la paz y el entendimiento entre los venezolanos»; a «la revisión de las personas privadas de libertad» (eufemismo impuesto por el chavismo para referirse a los presos políticos); y a analizar «el caso de los tres diputados suspendidos de Amazonas» que dan a la oposición la súper mayoría de dos tercios de la Asamblea Nacional. También revisarán el «cronograma electoral y el respeto a los procesos electorales previstos»; y discutirán «el funcionamiento y la autonomía de los poderes públicos y respeto de sus competencias constitucionales». El diálogo tendrá el refuerzo de Thomas Shannon, subsecretario de Estado de EE.UU., quien arribó a Caracas ayer para reunirse con Maduro y la oposición.

Voluntad Popular, partido liderado por Leopoldo López, el más conocido de los presos políticos venezolanos, no se incorporó al diálogo. Según un comunicado de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), lo hará si considera que «hay las condiciones adecuadas» en el futuro. Freddy Guevara, coordinador del partido ante la ausencia forzada de López, señaló que se mantiene la agenda de protestas previstas, que incluyen una marcha hacia el Palacio de Miraflores y la declaración de responsabilidad política de Maduro en la Asamblea Nacional. Otros 15 partidos minoritarios de la MUD rechazaron la posibilidad de dialogar con el Gobierno, pese a lo cual los tres partidos más grandes de la coalición asumieron la negociación, «aunque no le creemos nada a Maduro ni al Gobierno», señaló Henrique Capriles, calificado ahora de traidor por sus seguidores más radicales.