La industria alimentaria estrecha el cerco sobre el aceite de palma

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

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Grandes cadenas empiezan a retirarlo por su alto porcentaje en grasas saturadas

04 abr 2017 . Actualizado a las 15:02 h.

Bollería, tartas, cereales, pizzas precocinadas, congelados, margarinas, chocolates, patatas fritas... Son alimentos cotidianos en los que, en buena parte de ellos, se utiliza en su composición el aceite de palma, que se puede encontrar prácticamente en la mitad de los productos que compramos en el supermercado. Se empezó a emplear como una alternativa a las grasas hidrogenadas, nocivas para la salud, y por sus múltiples ventajas, como su textura untuosa, su ausencia de olor, su mayor resistencia térmica o su efecto conservante natural. Sin embargo, estas bondades para la industria pueden no serlo tanto para la salud humana. Se trata de un grasa vegetal, pero, a diferencia de otras, es de carácter saturado y puede ser más peligrosa aún que las animales. Su consumo abusivo es uno de los causantes del colesterol malo, el LDL, lo que a su vez supone un factor de riesgo para las enfermedades coronarias. Al menos esta es la advertencia que desde hace tiempo vienen lanzando instituciones sanitarias como la propia OMS o la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Si este tipo de aceite es ya desde hace muchos años uno de los grandes enemigos del movimiento ecologista, dado que el cultivo intensivo de palma ha provocado la destrucción de grandes bosques tropicales para que las nuevas plantaciones ocuparan su espacio, la cruzada saludable contra el abuso de este producto también está empezando a cobrar un mayor protagonismo. Lo es hasta el punto de que grandes cadenas de distribución se están planteando su venta. Es el caso de Alcampo, que ayer anunció que retirará todos los productos de su marca propia que contengan este polémico ingrediente, aunque su comercialización está perfectamente amparada por la ley.

Búsqueda de alternativas

«Aún no sabemos cuándo se completará el proceso, pero nuestros ingenieros ya han empezado a trabajar para eliminar todas las referencias que contengan aceite de palma y, en el caso de que tecnológicamente no sea posible, nos aseguraremos que el aceite proceda de fuentes sostenibles», según confirmaron a La Voz fuentes de la empresa.

Alcampo es el primer gigante de la distribución en dar el paso, pero probablemente no será el único, ya que cadenas como DIA, Eroski o Mercadona también se están planteando buscar una alternativa a esta grasa saturada.

De igual modo, Hipercor encargó un informe a un grupo de trabajo para determinar el alcance de una posible retirada de este ingrediente. Pero quien realmente tomo la delantera fueron los Supermercados Supersano, cuyo empresario decidió hace unos días retirar de sus estanterías más de 100 referencias que contienen aceite de palma, por considerarlas «nocivas para la salud y para el medio ambiente».