¿Se podría haber evitado la tragedia que ha provocado el incendio de Portugal?

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Marcos MíguezEnviado especial de La Voz

Los expertos aseguran que sí, con una política de prevención activa, controlando las plantaciones de eucaliptos y creando cortafuegos cerca de las aldeas

18 jun 2017 . Actualizado a las 20:06 h.

Portugal sigue aún conmocionado por el pavoroso incendio que ha dejado decenas de muertos en el ayuntamiento de Pedrógão Grande (situado en el distrito de Leiria). Un fuego originado según las primeras hipótesis de forma natural por una tormenta seca, ha dejado un reguero de víctimas mortales y numerosos heridos, muchos de ellos cuando intentaban huir del fuego por carretera.

Cuando las autoridades portuguesas aún no han terminado el recuento oficial de víctimas, parece difícil de entender como un incendio pudo haber causado una catástrofe semejante, tildada ya por el primer ministro Antonio Costa como «la mayor tragedia de víctimas humanas» de los últimos años.

Poco a poco se van conociendo casos de víctimas como el del pequeño de cuatro años que perdió la vida intentando escapar de las llamas con su tío, mientras sus padres estaban de luna de miel, o el estremecedor testimonio de Vitor Neves, que perdió a su mujer en el incendio.

Y cuando los medios de extinción aún siguen luchando contra el fuego, muchos se preguntan: ¿Se podía haber evitado la tragedia en Pedrógão Grande? Según los expertos consultados por el diario portugués Público, la respuesta es que sí, que de llevarse a cabo varias medidas de prevención, ahora mismo las cifras de muertos no serían tan elevadas.

El caso del voraz incendio de Pedrógão Grande pone de manifiesto que el país vecino tiene un grave problema con los incendios, algo que queda patente cada año en verano, cuando Portugal se ve desbordado por los fuegos y es casi incapaz de controlarlos. Y el problema no es solo en el caso a la hora de extinguirlo, cuando la falta de efectivos y las altas temperaturas complican enormemente las tareas de los bomberos, también falta una correcta política de prevención en las zonas de monte y rurales.

Pese a que Portugal se encuentra también sufriendo una ola de calor semejante a la que azota Galicia y el resto de España, las autoridades habrían pasado por alto dos factores más: la inestabilidad atmosférica (con tormentas) y los vientos muy fuertes. Todo ello sería una combinación fatal para que un rayo caído en una zona de monte provocase un incendio que junto al calor y las fuertes rachas de viento fue el caldo de cultivo idóneo para que el fuego avanzase de forma desbocada.

Pero no es lo único que habría evitado las fatales consecuencias de este fuego. En Portugal aún no se han puesto en marcha los equipos de extinción de incendios, comienza el próximo uno de julio, a pesar de que lleva tiempo haciendo un clima seco y caluroso. Pero para poder extinguir el fuego con más facilidad, es vital una buena política de prevención que comienza en los montes, mucho antes de que se declaren los incendios forestales. Y estas medidas van desde controlar las especies arbóreas que se plantan en los montes, en los que actualmente abundan los eucaliptos por su mayor rentabilidad económica, ya que variedades más tradicionales como el castaño o el roble ayuda a contener el avance del fuego y a su extinción.

Pero también hay que incidir en una mayor concienciación a la hora de mantener limpios los montes, y sobretodo las cercanías de las aldeas, creando por ejemplo cortafuegos, para que el fuego pueda ser más fácil de controlar.

Algunos expertos incluso abogan por crear «refugios seguros» en las zonas rurales para que los habitantes puedan buscar un lugar donde poder protegerse del fuego, para evitar que ocurriese lo que pasó en Pedrógão Grande, donde parte de las víctimas murieron atrapadas en sus coches cuando intentaban escapar de la ratonera en la que se convirtieron las carreteras.

Hay quien incluso señala, como recoge Público, que las autoridades deberían haber «cerrado las carreteras». Quien lo asegura es Paula Fernandes, ingeniero forestal y profesor en el departamento de Ciencias Forestales de la Universidad de Tras os Montes e Alto Douro, que incluso se sorprende de que tragedias como esta no hayan ocurrido en más ocasiones.

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