Cataluña se queda fuera del Ibex tras la marcha de Abertis, Colonial y Cellnex

Ana Balseiro
Ana Balseiro MADRID / LA VOZ

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GVC Gaesco, gestora con directivos independentistas, también se traslada a Madrid

10 oct 2017 . Actualizado a las 21:29 h.

El chorreo de empresas que trasladan su domicilio social fuera de territorio catalán en busca de seguridad jurídica y menos sobresaltos no cesa. Desde que el pasado jueves el Banco Sabadell abrió la espita, más de una treintena de sociedades han seguido sus pasos y otras muchas han anunciado ya que, de declararse unilateralmente la independencia, también harán -simbólicamente- las maletas. Lo primero es proteger negocio y clientes, insisten.

Tanto es así que, en solo tres jornadas, el Ibex 35 se ha quedado prácticamente sin representación catalana, con la única excepción -por el momento- de la farmacéutica Grifols. Ayer los consejos de administración de Abertis, Colonial y Cellnex, las tres integradas en el selectivo español, dieron luz verde a sus traslados. Madrid ha sido el destino común escogido.

Mientras «la situación» dure

En el caso de Abertis, la concesionaria de autopistas ha tomado por unanimidad la decisión, empujada por «la inseguridad jurídica generada por la actual situación política», y matiza que será temporal, «en tanto se mantenga». Es el mismo criterio de Cellnex, ya que la operadora de infraestructuras de comunicaciones tendrá en Madrid su sede social «mientras la situación se prolongue».

También la inmobiliaria Colonial se pronunció en el mismo sentido. El miedo a lo que la independencia pueda suponer para el negocio es el factor determinante que ayer empujó a un aluvión de sociedades de diversos sectores a dar el paso. Desde los transportes (MRW, que se va a Valencia) a las aseguradoras (SegurCaixa Adeslas, a Madrid, o MGS Seguros, a Zaragoza) o la industria (Torraspapel, a Madrid también), pasando por la alimentación (San Miguel, que se va a Málaga) o la gestión de valores (GVC Gaesco y Trea Asset Management, ambas a la capital).

El caso de la sociedad de valores Gaesco es especialmente llamativo, ya que es propiedad de la familia Vallbé, vinculada a Òmnium Cultural. Está presidida por Maria Ángels Vallbé, esposa de Joan Hortalà, presidente de la Bolsa de Barcelona y ex secretario general de ERC.

En cualquier caso, si hoy se declara la independencia, el listado de firmas que se sumarán al éxodo aumentará, ya que en las últimas horas muchas han anunciado su intención de marcharse si la situación se recrudece. Entre ellas están, por ejemplo, Grifols, Planeta, Freixenet o Codorníu, así como Idilia Foods, propietaria de marcas tan emblemáticas como Cola Cao y Nocilla. Con sede en Cataluña desde hace 70 años, Idilia señaló en un comunicado que esperaba que tal situación no llegara a producirse.

Paralelamente, Barcelona Global, que aglutina a 126 empresas, como Damm, Amazon o Seat, pidió ayer soluciones para que la capital catalana no pierda su atractivo económico.

Las últimas empresas en anunciar su traslado fuera de Cataluña han sido este martes el grupo asegurador Catalana Occidente que mueve su sede situada actualmente en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), a Madrid. En una comunicación remitida a la CNMV, el regulador bursátil, Catalana Occidente ha comunicado que ha modificado sus estatutos para trasladar su domicilio social al Paseo de la Castellana, 4, de Madrid, según la agencia EFE. Y la agencia de viajesonline eDreams Odigeo ha acordado hoy trasladar el domicilio social de sus filiales españolas, con sede actual en Barcelona, a su oficina de Madrid, en la calle López de Hoyos, 35.

Grifols también abre la puerta a marcharse si la situación afectase a su negocio

Después de que los consejos de administración de Abertis, Cellnex y Colonial deshojaran ayer la margarita de si seguir o no los pasos de las que, como Banco Sabadell, CaixaBank y Gas Natural Fenosa, tomaron la pasada semana la decisión de sacar su sede social de Cataluña ante la inminencia de una posible declaración unilateral de independencia, Grifols se ha quedado como única representante catalana en el Ibex 35.

Pero solo por el momento, ya que la farmacéutica especializada en hemoderivados, considerada cercana al independentismo -su fundador, Víctor Grifols, respaldó públicamente el proceso soberanista siendo Artur Mas presidente de la Generalitat-, ha confirmado que, aunque por el momento no ha tomado la decisión de trasladar su sede social fuera de Cataluña, podría hacerlo si la situación política afectará negativamente a su negocio.

Las medidas «necesarias»

«Actualmente no hay ninguna previsión para cambiar de ubicación ninguna de las sedes corporativas», señalaron ayer fuentes de la firma, aunque admitieron que «en el hipotético supuesto de que la actual situación derivase en un nuevo escenario que pudiese afectar el curso normal de los negocios o de la situación financiera de la compañía, el consejo acordaría las medidas necesarias».

Cabe recordar que Grifols, con sede en Sant Cugat del Vallés, ya trasladó a Irlanda hace tres años la gestión de las tres cuartas partes de su negocio, atraída por las mejores condiciones fiscales de ese país.

De Guindos culpa de la fuga a la «irracionalidad» de la Generalitat

El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró ayer que el hecho de que algunas empresas abandonen Cataluña no obedece a que «contemplen la posibilidad de independencia», sino que es consecuencia de la «irracionalidad» y «radicalidad» de las políticas de la Generalitat, que a lo único que llevan es «al empobrecimiento de Cataluña». Así lo aseguró a los periodistas a su llegada a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) en Luxemburgo, donde también se dirigió a la prensa internacional.

Recordó que la situación de Cataluña no estaba en la agenda del Eurogrupo, pero apuntó que si algún ministro le preguntaba contestaría «que no va a tener lugar la independencia» y que «ha habido una reacción muy importante por parte de muchas empresas fundamentales y tradicionales del tejido industrial y empresarial catalán».

Depósitos a salvo

Por otra parte, De Guindos garantizó que los depositantes de las entidades financieras que han abandonado Cataluña «pueden estar perfectamente tranquilos» porque «van a tener siempre el paraguas del BCE», una cuestión «muy importante en las circunstancias actuales».

Con respecto a los efectos del desafío independentista en la economía española, resaltó que los datos del tercer trimestre son «buenos», al mismo tiempo que recordó que, según el Banco de España, el crecimiento del PIB será del 0,8 % y la próxima EPA será «bastante positiva».

«Evidentemente esto no es bueno. Es una cuestión que genera ruido, incertidumbre e inquietud. Sobre todo en Cataluña. Es decir, lo que está haciendo fundamentalmente es daño a la sociedad y a la economía catalana», dijo, para después añadir que «el Gobierno de España no va a dejar que vaya a más».

Preguntado por el impacto sobre la economía europea, De Guindos evitó «adelantar acontecimientos», defendió que «el escenario de independencia no lo contempla nadie».

Finalmente, en la reunión que ayer mantuvo el Eurogrupo, y que sirvió para que los ministros de Economía y Finanzas del club del euro dijeran adiós a su colega alemán, Wolfgang Schäuble -una figura «crucial» durante la crisis económica y que se despide para presidir el Bundestag-, no se abordó la crisis catalana.

«No hemos discutido sobre Cataluña, no se han hecho preguntas y el ministro español no ha sacado el tema», aclaró tras la reunión el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.