La CUP amenaza con dejar en minoría a Puigdemont si no confirma la secesión

C. P. BARCELONA / E. ESPECIAL

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Alberto Estévez | EFE

En una carta al presidente catalán, desprecia el apoyo internacional y empresarial, porque lo tiene «de la gente»

14 oct 2017 . Actualizado a las 09:22 h.

La CUP (Candidatura d’Unitat Popular) estima que Cataluña se encuentra ante su gran oportunidad y por eso presiona a Puigdemont para que confirme la independencia de Cataluña. De lo contrario, vuelven a insinuar que podrían dejarlo en minoría en el Parlamento. La carta enviada ayer a Puigdemont es todo un canto a pisar el acelerador sin ver hacia atrás, para declarar la independencia de manera formal, sin poner en cuestión la validez de la consulta ilegal del 1-O o sin sopesar el volumen de los no independentistas que habitan Cataluña. Para la CUP, la puesta en marcha del artículo 155 solo se puede recibir con la declaración de independencia activada y, por tanto, como país soberano al que nada puede incumbir lo que haga el Ejecutivo de España, o lo que opine la comunidad internacional.

«Los partidos que, en los últimos días, se han mostrado absolutamente contrarios a permitir el derecho a la autodeterminación, suman una mayoría reforzada en el Congreso español y están dispuestos a seguir negándonos derechos y libertades, amparados en una Constitución deslegitimada y sabiendo que tienen los poderes económicos y a la UE a su lado», dicen a Puigdemont los anticapitalistas.

Asumen que esa vía sería la del aislamiento internacional, dado que no esperan ningún apoyo del extranjero, de donde en cambio ven respaldo a lo que tachan de «despliegue militar» en Cataluña. «Permanecer inmóviles a sus amenazas, sus negaciones y su autoridad, no nos permitirá existir como pueblo, no nos permitirá gobernarnos ni avanzar en la consecución de más derechos y libertades», argumentan en su carta al hablar del Gobierno central, concluyendo que aunque no tengan apoyos en España, en el extranjero o en el sector empresarial, «lo habrá de la gente».

Historial

La CUP es una organización de extrema izquierda cuyos primeros movimientos surgen en 1979, aunque no se registró como partido hasta 1987, siendo considerada como sustituta del Moviment de Defensa de la Terra (MDT), que fue el brazo político impulsado por el grupo terrorista Terra Lliure en 1984. De esos orígenes, del municipalismo y del anticapitalismo se nutren la mayoría de sus cuadros. A principios del pasado año, la CUP sufrió una de sus mayores crisis, al registrarse la dimisión como miembro del secretariado nacional de Xavier Monge, candidato a la alcaldía de Barcelona en el 2011. «Ya sería hora de poner encima de la mesa la pura realidad: el proceso es el mayor fraude de la política catalana». «Un mandato inexistente, una hoja de ruta en blanco, una legislatura muerta, y aún hablamos de investir al mayor cadáver político del momento. Bravo», escribía Monge sobre la consulta del 9N mostrando la posición de Endavant, el sector de la CUP que mantiene posturas más alejadas del nacionalismo.

La atomización en las autonómicas del 2015 le dio las llaves del Parlamento y ahora se lo recuerdan a Puigdemont, al que podría dejar en minoría.