«La presión mediática y de la opinión pública no influye en los jueces», dice el abogado de la víctima de La Manada

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Villar Lopez | EFE

El abogado considera que muchas veces los magistrados se abstraen totalmente de lo que ocurre en la sociedad

29 nov 2017 . Actualizado a las 07:31 h.

No es un juicio al uso. Sobre todo porque contaba con todos los elementos (San Fermín, una supuesta violación en grupo en una urbe salpicada por anteriores escándalos de abusos a mujeres durante los festejos...) para convertirse en uno de los más mediáticos de los últimos años. Los comentarios vertidos en la Red, la publicación de las caras de los acusados en Internet, la presentación de un informe hecho por un detective -luego fue retirado en el último momento- por parte de la defensa sobre la actividad de la joven en las redes... han encendido a la opinión pública. Muchos fueron los que protestaron porque parecía que era la víctima, una muchacha de dieciocho años que había viajado a Pamplona para pasar las fiestas, la que estaba siendo juzgada y no los cinco hombres que la acorralaron supuestamente en un portal. Llegó a cuestionarse incluso que realmente la justicia defendiera a las víctimas. Ahora solo queda que el magistrado emita sentencia. Tendrá que hacerlo basándose únicamente en lo ocurrido dentro de la sala.

En la solvencia de la justicia más allá de los comentarios que pueda verter la opinión pública cree el abogado Jorge Vázquez Vila. Está convencido de que los comentarios que puedan haber circulado en las redes «no influyen en la independencia a la hora de juzgar». De hecho, matiza que muchas veces los magistrados se abstraen totalmente de lo que ocurre en la sociedad.

El letrado Ignacio Espinosa, también cree en la independencia de la justicia. En el caso de La Manada dice que aunque «el juez los acabase absolviendo, socialmente fueron ya juzgados por lo que tendrán que vivir con ese estigma».

La defensa pide absolver a La Manada

La estrategia de las defensas de La Manada fue clara y generó una gran controversia e indignación entre la opinión pública. Sus argumentos giraron en torno a tres ejes durante la lectura el martes de conclusiones: unas «pruebas viciadas», como las calificó Agustín Martínez Becerra, abogado de tres de los acusados; «la presión mediática podía influir en los testigos», algo a lo que apeló Jesús Pérez, letrado del guardia civil encausado; y al hecho de que la joven habría podido presentar la denuncia por «pánico» a que la relación sexual fuera grabada con su móvil para luego ser difundida, como aludió Manuel Canales, defensor del militar acusado. Todos fueron unánimes al recordar que la relación fue «consentida». Martínez incluso fue más allá al alegar que fue «consentida y placentera». Por todo ello, los letrados coincidieron al pedir la absolución de los cinco jóvenes sevillanos juzgados por la supuesta violación de una muchacha de dieciocho años durante el San Fermín del 2016. Y no solo eso. Todos los acusados se declararon inocentes, además de manifestar durante su turno de última palabra que confiaban en la justicia. Solo el que sustrajo el móvil a la joven mostró su arrepentimiento: «Me arrepiento del hurto del móvil, pido perdón, y de los demás delitos soy inocente y confío en la sala».

A lo que se enfrenta ahora cada uno de ellos es a una pena de 22 años y 10 meses de cárcel, como reclamó el lunes la fiscala.

El primero en dar cuenta de su informe el martes fue el abogado Agustín Martínez Becerra. Comenzó criticando la instrucción, informa Efe. No únicamente eso. Dijo de sus defendidos que «no son modelo de nada», incluso «patanes», «imbéciles» en algunos aspectos, «simples» y «primarios» con el fútbol o las relaciones sexuales, «cuantas más mejor», pero son «trabajadores» y «buenos hijos» y se «está destruyendo» su imagen y su nombre «sin que hayan cometido el delito».

Para Jesús Pérez, abogado del guardia civil acusado, la declaración de la víctima estuvo «influenciada por terceros» y también «instrumentalizada». Sostuvo durante su intervención que comunicó al tribunal antes de que se celebrase el juicio que «la presión mediática podía influir en los testigos» y «eso es lo que sucedió». Eso es lo que le dio pie para poner en duda la objetividad del informe de la Policía Foral sobre los vídeos grabados por los acusados y también el realizado por las psicólogas del juzgado, que acreditaban la existencia de estrés postraumático en la joven. No obstante defendió el informe del perito de la defensa que, como explicó, dice que la denunciante «exageraba los síntomas de depresión y ansiedad» habiendo «rasgos histriónicos» en ella.

Solo mala educación

Manuel Canales, representante del militar, apuntaló sus argumentos con la baza de que la joven «no quería denunciar, se vio forzada por las circunstancias» y necesitaba «buscar una solución, una salida» si las grabaciones estaban en su móvil, que subió las imágenes a Internet automáticamente. No dejó de sugerir que antes de llegar al portal donde ocurrieron los hechos «acordaron todos ellos mantener relaciones sexuales», pero quizá a la chica, como recoge Efe, no le pareciera bien que la dejaran «con malas formas, muy mala educación y fuera de las reglas de la caballerosidad», que iban a «seguir la fiesta solos», pero los acusados «no huyeron». Ahora, tras un duro y mediático proceso en el que se exhibieron grabaciones desgarradoras, es el juez el que tendrá que dictar sentencia.

El letrado de la joven dice que el proceso fue «demasiado garantista»

Confiado en que el juez fallará a su favor. De ese modo compareció el martes uno de los abogados de la joven supuestamente agredida sexualmente, Carlos Bacaicoa, al remate del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Navarra y después de que las defensas hicieran públicos sus alegatos. De hecho, como recoge Efe, dijo que los acusados serán declarados «culpables». Sobre el informe final de cada uno de los abogados de la defensa alegó que «tienen más voluntad que opciones de éxito».

Bacaicoa rechazó el argumento de los letrados de la defensa de que «estamos todos sugestionados con el tema» y «poco menos que le han puesto a la chica la denuncia en la cara para que la firmara».

Ha manifestado que a las defensas les parece que «todo el sistema está viciado, contaminado, predispuesto en contra de los violadores». Justo opina lo contrario. Dijo que el juicio se desarrolló de una manera «demasiado garantista, sobre todo la forma de celebración de la vista» y «extrañamente participativo, en el que cada cual interviene cuando le diera la gana», algo que «nunca he visto en los tribunales».

«En el juicio han quedado garantizados los derechos de todas las partes»

Añadió también que «quizá los magistrados estaban un poco presionados para que nadie dijera que no les han permitido defenderse», ha incidido, para añadir que «lo que importa es la sentencia».

En respuesta a la tesis de las defensas de que el motivo de la chica para denunciar fueron los vídeos grabados por los acusados, afirmó que es «una fabulación que les ha caído ahora del cielo por la tontería que dijo la agente de la Policía Municipal», que tomó la primera declaración de la denuncia a la joven. «Diría que es inverosímil e irrelevante», indicó.

Sobre el juicio también habló el martes el titular del Ministerio de Justicia, Rafael Catalá. Durante una intervención en Sevilla en los desayunos organizados por Europa Press apuntó que han quedado «garantizados los derechos de todas las partes, de la víctima y de los presuntos agresores». Además, añadió que impartir justicia es muy difícil y es una tarea de «gran responsabilidad». Tampoco obvió que este caso «ha causado un gran impacto social» como ha podido ver estos días.