May expulsa a 23 diplomáticos rusos y Moscú dice que responderá con dureza

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

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MAXIM SHEMETOV | Reuters

Londres suspende los encuentros bilaterales y no enviará a la familia real al mundial

15 mar 2018 . Actualizado a las 07:43 h.

Venció el plazo sin noticias del Kremlin. Las posturas estaban claras desde que el Reino Unido culpase a Moscú de estar detrás del envenenamiento del exespía Serguéi Skripal y su hija: ni Theresa May iba a rectificar en su acusación, ni Moscú iba a dar ninguna explicación si no tenía acceso al Novichok, el agente nervioso que mantiene a los Skripal en estado crítico. Así que Londres actuó ayer con la medida más dura desde la Guerra Fría y decidió expulsar a 23 diplomáticos rusos (fulminando así al 40 % de la representación rusa en el Reino Unido). También cortó todas las relaciones de alto nivel con Moscú, incluyendo la revocación de una invitación al titular de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y comunicó que Londres no enviará a miembros de la familia real ni ministros al Mundial de fútbol, que comienza en junio en la capital rusa.

Esto no es todo. La premier tomó más medidas drásticas para combatir el espionaje, como la promulgación de una nueva ley que permitirá detener a las personas sospechosas de actividad hostil en las fronteras, un poder que hasta ahora estaba limitado a supuestos terroristas. Según The Guardian, el Reino Unido también congelará los activos rusos si hay evidencia de que están siendo utilizados para comprometer la seguridad británica y aumentará los controles sobre los vuelos privados.

Las reacciones al frenesí que vivió ayer Downing Street no se hicieron esperar. Como era de esperar, el Ministerio de Exteriores ruso fue uno de los primeros en manifestarse. Lavrov lamentó que Londres optara por la «confrontación» tras el ataque con gas nervioso y avisó de que «la respuesta de Moscú no tardará en llegar». Un dardo que, ya avisó el ministro, será «duro, rápido y proporcional». Tendrá que lidiar, si finalmente responde, más que con el Reino Unido con la Unión Europea en bloque, ya que según declaraciones de Angela Merkel, «reaccionará unida» contra el culpable de la intoxicación de padre e hija.

«Apologista del Kremlin»

La nota discordante en este frente común contra el Kremlin la puso Jeremy Corbyn. El líder laborista dejó patentes sus dudas sobre la autoría de Moscú en el envenenamiento de Salisbury al decir que no había «pruebas definitivas» para acusar a los rusos. Y salió escaldado. Entre los abucheos de la bancada conservadora en el Parlamento, según medios británicos, pudieron escucharse gritos que lo acusaban de «apologista del Kremlin». Además, aunque el enfurecimiento fue unánime entre los afines a May, también hubo algún verso suelto en el ala laborista que se sumó a las críticas.

La escalada de tensión entre el Reino Unido y Rusia obligó ayer al Foreign Office a actualizar sus recomendaciones a los británicos que vayan a viajar a Rusia, alertándoles de un posible «sentimiento antibritánico u hostigamiento». Ahora se les recomienda «mantenerse alerta, alejarse de manifestaciones y evitar hacer comentarios políticos en lugares públicos».