La flota española reta a Europa a exigir a todo el atún el sello de pesca responsable

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Ahora llevan el certificado 400.000 toneladas, capturadas por medio centenar de barcos

23 mar 2018 . Actualizado a las 07:16 h.

Las principales fundaciones internacionales que tienen la lucha contra la pesca ilegal como razón de ser están reunidas esta semana en Londres en una cumbre organizada por la Alianza Internacional por la Legalidad y Trazabilidad. Su mismo nombre, SALT (siglas en inglés de Seafood Alliance for Legality and Traceability), lo resume todo.

Por eso, que se haya invitado dentro del programa a la patronal atunera española Opagac (Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores), para que explique el funcionamiento y la marcha del Certificado de Atún de Pesca Responsable (APR), constituye para la agrupación una prueba evidente de que el sello va ganando terreno como un referente mundial de buenas prácticas pesqueras.

Eso infunde más confianza a los promotores de la norma para que, en un futuro no muy lejano, Europa asuma el reto de exigir un certificado como el que ya manejan los atuneros españoles a todo el túnido que quiera acceder al mercado comunitario. «Nuestro atún de pesca responsable ha despertado un enorme interés global y puede convertirse en la base de una futura norma del Comité Europeo de Normalización (CEN), que esperamos que sea un referente para que el mercado continental exija estos estándares a las importaciones de atún», dijo en el foro Julio Morón, gerente de Opagac.

Porque el certificado APR no solo garantiza el respeto a la biodiversidad marina y la sostenibilidad, también avala la seguridad alimentaria y el bienestar de los trabajadores, pues el sello que han puesto en marcha es, hoy por hoy, el único que garantiza que a bordo del atunero que lo pesca se cumplen las exigencias sociolaborales. Este último aspecto -la estricta observancia del convenio 188 de la Organización Internacional del Trabajo- es fundamental, a juicio de la flota, «para evitar la violación de los derechos humanos o prácticas como el esclavismo, el tráfico de personas o la explotación laboral infantil que, en ocasiones, se dan en buques de terceros países». Barcos cuyas capturas, según han denunciado numerosas oenegés, acaban en las mesas de los europeos.

Innovar en trazabilidad

Morón explicó los detalles a representantes internacionales de la industria pesquera, gobiernos y oenegés, que buscaban en el foro que se celebra en Londres acelerar el desarrollo de proyectos y soluciones innovadoras para la mejora de la trazabilidad.

Ni que decir tiene que, a juicio de Opagac, la fórmula ideal sería la extensión de este tipo de normas a todas las flotas a nivel global, con el propósito de erradicar la pesca ilegal y reforzar el compromiso de la industria con una pesca responsable y sostenible.

Actualmente, llevan el sello las capturas de casi medio centenar de barcos adscritos a Opagac, que suponen 400.000 toneladas -el 8 % del total mundial- pescadas en el Atlántico, el Índico y el Pacífico.