El petróleo se desboca en manos de Trump

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

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TOMAS BRAVO | reuters

La ruptura del pacto con Irán lleva el precio del brent a niveles que no se veían desde el 2014

10 may 2018 . Actualizado a las 07:17 h.

Éramos pocos... Y llegó Trump. Ya andaba el precio del petróleo apuntando a las nubes -se había encarecido un 20 % en lo que va de año- cuando apareció en escena el mandatario estadounidense y decidió romper el pacto nuclear con Irán. El resultado: se desbocó la cotización. Tanto como hasta niveles que no se recordaban desde finales del 2014, con el barril de brent -la referencia en Europa- en 77 dólares; y el West Texas -referente en Estados Unidos- por encima de 71.

Resulta aún difícil de calibrar cuál va a ser el alcance real de la decisión del presidente estadounidense. Pero, para empezar, ya puede el mercado ir despidiéndose del crudo de la república islámica. El acuerdo alcanzado en el 2015 entre Irán y las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU ( Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, China y Rusia) más Alemania y la UE, supuso el levantamiento de la las sanciones económicas a Teherán a cambio de que el régimen iraní abandonase su programa de armas nucleares. Y desde entonces, el país había ido poco a poco incrementando su producción hasta alcanzar los 3,8 millones de barriles al día en marzo, según el último dato de la OPEP. Casi una décima parte de lo que bombea el cartel. Si ese oro negro deja de comercializarse, la oferta, claro está, se reducirá. Y eso, en un contexto de demanda en alza como el actual, solo puede traducirse en precios más altos. La ley del mercado, que no perdona.

Pero pierdan cuidado, que ya está ahí Arabia Saudí, el país que más petróleo produce del mundo, para acudir al rescate del mundo occidental. Su ministro de Energía ya dijo ayer que el país «trabajará con los principales productores de petróleo, miembros y no de la OPEP, y con los principales consumidores para limitar el impacto» de la más que probable retirada iraní del mercado. De Arabia Saudí salen cada día unos diez millones de barriles de petróleo -prácticamente un tercio de lo que bombea el cartel-, pero su producción puede alcanzar un máximo de hasta 12 millones, y así cubrir el hueco que dejaría la república islámica.

Seis meses de plazo

En cualquier caso, el cierre del grifo iraní no será inmediato. Trump ha dado seis meses a las empresas estadounidenses que compran petróleo a Irán para que dejen de hacerlo, o se arriesgarán a ser sancionadas.

Además del cierre de las puertas del mercado petrolero para Irán, la decisión de Trump de dinamitar el acuerdo que en su día auspició su antecesor en la Casa Blanca, Barack Obama, puede acabar generando una gran inestabilidad en Oriente próximo, donde se produce buena parte del oro negro que se consume en el mundo. La tensión está servida.