La bloguera asturiana No soy una drama mamá espera su quinto hijo

Mónica Pérez
M. Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

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Carmen Osorio sufrió el verano pasado la pérdida de su cuarta hija cuando estaba casi en el séptimo mes de gestación

30 may 2018 . Actualizado a las 16:47 h.

Carmen Osorio, la bloguera asturiana que escribe en el blog Nosoyunadramamamá ha anunciado en las últimas horas que está embarazada de su quinto hijo. Esta noticia es especialmente relevante después de la durísima pérdida que tuvo que afrontar el verano pasado, cuando embarazada casi de siete meses, perdió a la niña que esperaba. La periodista gijonesa es conocida en la red por narrar desde hace casi cinco años sus aventuras y desventuras con la maternidad. Madre de familia numerosa, sus miles de seguidores leen de forma asidua sus consejos de bienestar y belleza, maternidad y embarazo, moda, planes y viajes en familia. La intención de esta asturiana es dar un punto de vista de su vida como madre sin dramas y dando una visión realista de la maternidad. En los últimos años ha abordado temas como la seguridad infantil en el coche, cómo dejar el pañal, rutinas y cremas durante en el embarazo, estilismos para bodas para embarazadas y así un sinfín de posts muy variados con la maternidad como eje vertebrador. 

«Nuestro quinto hijo está en camino», anunciaba a través del su blog y de sus redes sociales. «Me gustaría anunciar esto con la misma alegría que siempre lo hice porque un embarazo siempre ha sido una gran noticia en esta familia pero llevo una mochila pesada cargada de miedo y de dolor. Porque aún duele y emocionalmente esto no está siendo fácil», compartiendo con sus miles de seguidoras los sentimientos encontrados que le suceden actualmente: de la alegría por estar gestando una nueva vida a la tristeza por la pérdida (insuperable) de su cuarta hija y el miedo a que vuelva a pasarle algo parecido. «Espero que el tiempo me permita vivir este embarazo con cierta paz porque disfrutar ya no entra en mis planes. Y espero poder ir vinculándome con este bebé que viene en camino porque también merece mi alegría. Pero poco a poco, porque no está siendo fácil. Os cuento un poquito más en el blog, espero que lo entendáis... Ahora tengo que creer que esto tendrá un final feliz y que allá por nochebuena o Navidad recuperaremos la ilusión que un día perdimos. Sobra decir que este bebé no sustituye a la que se nos fue...», reflexiona en su cuenta de Instagram donde ha subido una imagen de la ecografía sujetada por sus tres hijos mayores. 

«Nada vuelve a ser igual porque perdí la inocencia y conocí una realidad que desconocía. Nada vuelve a ser igual porque me he llenado de miedos. Nada vuelve a ser igual porque los malos recuerdos se agolpan y de repente vuelves como a revivirlo todo. El lunes, cuando escuché por primera vez el latido del corazón de mi bebé, sentí alivio por un lado, pero recordé que la última vez que había escuchado ese mismo sonido fue en agosto, fue el de mi pequeña horas antes de morir. Y se me llenaron los ojos de lágrimas», narra en su blog, describiendo una situación que muchas mujeres que han pasado por una pérdida semejante habrán sufrido, estarán sufriendo o sufrirán cuando, tras perder un hijo antes de nacer, vuelvan a lograr un embarazo. 

Carmen Osorio reflexiona sobre las posibilidades reales de que, habiendo sufrido la tragedia que supone una muerte perinatal, pueda volver a producirse. Y lo compara como cuando se sufre una accidente de tráfico. «En el momento en que te subes de nuevo en un coche, la posibilidad, por pequeña que sea, de que pase algo existe, con independencia de que hayas o no hayas tenido nunca un accidente previo», asegura. Aunque te haya pasado la mayor de las desgracias, nada te exime de que puedas sufrir otras a mayores. «Lo que me ocurrió no hace que ahora ya no me pueda pasar nada malo», razona. 

Pero aún así, intenta mirar hacia adelante con esperanza y optimismo. «Sé que la mayoría de embarazos tienen un final feliz. Y quiero creer que este lo tendrá. No entra en mis planes disfrutar de este embarazo, sólo aspiro a vivirlo con tranquilidad, que por ahora no la tengo», añade. «Nuestro quinto hijo está en camino y sé que nos hará felices pero no viene a sustituir a nuestra hija. Cada uno tiene su lugar», termina. 

Así narró la trágica pérdida de su cuarta hija

Carmen Osorio, autora del blog  Nosoyunadramamamá, nunca imaginó probablemente que en el mes de agosto describiría uno de los momentos más dolorosos de su vida: la pérdida de su cuarta hija. A principios de agosto, compartió con sus seguidores en las redes sociales una conmovedora foto con la que anunciaba que su cuarta hija había muerto embarazada de casi siete meses. «Este es el recuerdo que le hicieron en el hospital de Tarragona a mi hija, que nació sin vida la semana pasada. En mi mente queda la imagen de su preciosa cara, idéntica a Rafa. Fue un honor llevarte y sentirte dentro más de 6 meses, y fue un regalo traerte al mundo y tenerte en brazos», escribía.

«Pero es un infinito e insoportable dolor haber tenido que despedirte. Descansa en paz mi niña. Nos has dejado el corazón roto y un vacío muy difícil de superar», proseguía, en una publicación que acumula miles de mensajes de condolencia y ánimo de muchos de sus seguidores. Días después compartía otra imagen para dar las gracias por el apoyo que desde las redes sociales y de otras blogueras había recibido. «Que hayáis sentido este dolor tantas personas a las que ni siquiera conozco en persona hace que me sienta querida de una forma que no os podéis imaginar», escribía.

Y finalmente, unas semanas después de su desgarradora pérdida, compartía con todos sus seguidores el post que, probablemente, más le había costado escribir y compartir con sus miles de lectores. «Yo iba a celebrar mi cumpleaños con una gran sonrisa, ésa que no se me iba nunca de la cara últimamente. Porque el 2017 estaba siendo muy generoso conmigo. Pero no, mi 35 cumpleaños será el que nunca olvidaré por la tristeza, hace justo dos semanas se paró un corazón que se ha llevado parte del mío. Y como soy lo que veis, no puedo deciros que estoy bien, porque mentiría. Hoy por hoy, estoy lejos de ser la que era. Aunque mi familia y amigas me han sonreir por un rato para celebrar que sigo cumpliendo años, no puedo tener más suerte en ese sentido!!!! Y sé que tengo tres niños por los que seguir siendo fuerte, pero también tengo que llorar lo que perdí. Gracias por las decenas de mensajes que recibo cada día preguntando cómo estoy #pocoapoco #noteolvidominiña #prayforbarcelona», apuntaba.

Su entrada en el blog comenzaba con unas palabras que intentaba resumir el dolor que había sentido ante la tragedia que protagonizó. «Mi hija murió el 3 de agosto. Y nació el día 4. Morir antes de nacer, dar a luz sin vida, sobrevivir a un hijo… una maldita incongruencia, una vivencia antinatural por la que nadie, nunca, jamás, bajo ningún concepto, debería pasar. Tres semanas después de perder a mi hija en mi interior, sólo puedo deciros que el alma se queda rota y el cuerpo vacío. Porque a estas alturas yo debería estar contándoos cómo fueron nuestras vacaciones en un cámping, cómo quedó la habitación de la niña pintada de rosa, cómo estaban mis varices… pero no, estoy aquí escribiendo sobre la muerte», narraba.

La autora de Nosoyunadramamamá contaba cómo afrontó un parto que nunca pudo imaginar. «Sobre las cuatro de la madrugada empezaron las contracciones, llamé a las enfermeras, y fui andando a dilatación, mientras lloraba y lloraba. Estaba de 5 centímetros, pedí la epidural, no quería sufrir físicamente. Después oímos llorar a un bebé que llegaba al mundo mientras escuchábamos en monitores los latidos de otros dos, pero ninguno era el corazón de nuestra hija y cada poco llorábamos», explicaba. Prosigue su relato durísimo y desgarrador: «Pasamos al paritorio y me pidieron que empujara, lo pienso ahora con cierta distancia y no sé cómo se puede hacer algo así sabiendo lo que vas a encontrarte. Y ella nació, la taparon, se la llevaron y yo miré el reloj de la pared, vino al mundo a las 8:10 horas aunque ya se había ido antes. Después salió la placenta y el ginecólogo que atendió el parto nos dejó caer que tenía un aspecto extraño».

Siguiendo los consejos del personal médico, ella y su pareja afrontaron el momento de conocer y despedir al mismo tiempo a su cuarta hija: «Se abrió la puerta y allí nos traían a nuestra pequeña, con gorrito y envuelta en una mantita, como si estuviera dormida, preciosa, igualita a Rafa, con el que además podría haber compartido fecha de cumpleaños. Sentí tanto dolor y amor a la vez cuando la vi. En aquel espacio derramamos tantas lágrimas, la acaricié tantas veces, la besé, la quise tanto… con ese dolor tan insoportable de saber que tenía que decirle adiós para siempre».

La bloguera ahondaba en el sentimiento de culpa y las preguntas sobre si hubiera haber hecho algo por la vida de su hija. «Reconozco que me sentí culpable por estar pendiente sólo de mis tres hijos y no estarlo de ella», escribe. La causa de la muerte de su pequeña fue una Corioamnionitis aguda, una infección de la placenta que aún no saben qué bactería pudo provocar. «Muy mala suerte, nos han dicho tantas veces», aseguraba.

La creadora de Nosoyunadarmamamá se confesaba en aquellos momentos «destrozada». «Creo que la vida ha sido cruel conmigo. La maternidad es para mí lo más grande, lo supe desde siempre, nací para esto. Y he deseado cada hijo que he tenido, nunca he pedido demasiado a la vida, sólo quería que vinieran al mundo sanos. Pero reconozco que perder mi única hija ha sido especialmente desalmado… Después de tres niños, la ilusión de una niña, con la que no contaba hace unos meses, pero que llegó como un regalo, me tenía emocionada. Quizás tenía ahora una vida demasiado perfecta, y eso se ve que no es posible, que por algún lado te tiene que caer. A veces me pregunto si es que quería demasiado, ya tuve tres embarazos perfectos, tres hijos estupendos y me empeñé en tener un cuarto bebé porque creí que aún seríamos más felices pero, ¿es malo acaso querer más familia?», proseguía en un desgarrador relato que conmovió a sus miles de seguidores, conmocionados aún por la tragedia que había sufrido alguien al que sienten tan cerca, a pesar de ser un completo desconocido. Son las nuevas relaciones que han creado Internet y las redes sociales.