La venta de motos eléctricas se dispara

Javier Armesto Andrés
javier armesto REDACCIÓN / LA VOZ

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La marca española Silence se codea con los fabricantes tradicionales con solo dos modelos en el mercado y un innovador sistema de baterías de litio extraíbles

15 oct 2018 . Actualizado a las 09:47 h.

Septiembre ha sido un buen mes para el sector de las dos ruedas en España, con un aumento del 19,5 % en la venta de motocicletas. En lo que va de año se han comercializado 123.647 unidades, lo que supone un 16,5 % más que en el mismo período del 2017. En estas cifras no se incluyen los triciciclos y cuadriciclos ligeros, que también muestran una evolución positiva, ni los ciclomotores (con cilindrada no superior a 50 centímetros cúbicos y 45 kilómetros por hora de velocidad máxima), que han caído un 25,4 % respecto al año anterior.

La evolución interanual muestra un sector que se recupera lentamente de la crisis de la última década y al que los planes gubernamentales para incentivar la compra de automóviles hicieron tanto daño como la difícil situación económica.

El secretario general de Anesdor (Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas), José María Riaño, explica que «durante el primer trimestre del año el crecimiento se debía en gran medida al efecto ‘fin de serie’, es decir, era un crecimiento artificial producido al compararnos con cifras muy bajas del 2017 por la entrada en vigor de la etapa Euro 4. Sin embargo, los del segundo y tercer trimestre son crecimientos naturales basados en la evolución favorable del entorno económico y en el hecho de que cada vez más ciudadanos eligen la moto para resolver sus necesidades de movilidad».

Alternativa a los coches

La nueva era de la movilidad alternativa está suponiendo un impulso adicional para el mercado de las motos. En un momento en el que la compra de un coche plantea grandes dudas sobre el tipo de propulsión -diésel, gasolina, híbridos, híbridos enchufables, eléctricos puros, GLP (gas licuado de petróleo), GNC (gas natural comprimido) e incluso pila de combustible de hidrógeno (Hyundai acaba de matricular el primer modelo con esta tecnología que se venderá en España)-, la motocicleta aparece como una opción asequible y que soluciona las necesidades de particulares y empresas, especialmente en recorridos urbanos.

En medio del debate sobre la nueva normativa de emisiones y las trabas que algunas grandes ciudades empiezan a poner a los vehículos más contaminantes, las motos eléctricas ocupan un papel cada vez más relevante en el mercado. De enero a octubre se han vendido 3.559 unidades, según los datos de Anesdor, un 142,1 % más que en los mismos meses del año pasado. Y una marca española, Silence, se ha colado entre los grandes fabricantes tradicionales en la octava posición del ránking, por delante incluso de nombres como Suzuki o Kawasaki.

Silence, con sede en Molins de Rei (Barcelona), es un proyecto liderado por Carlos Sotelo, quien en el 2011 fundó Scutum para desarrollar un escúter cien por cien eléctrico con baterías de litio. Tras un primer prototipo (S01), lanzó dos modelos con la mirada puesta en las flotas de empresas, administraciones públicas y cuerpos de seguridad. Para ello contó con el apoyo de Repsol, La Caixa y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.

El S02, distribuido en varios países de la UE y Brasil, además de España, fue en septiembre pasado la segunda moto más vendida (662 unidades), solo superada por el Peugeot Tweet 125. Con un baúl trasero con hasta 200 litros de capacidad, hay versiones para el sector del delivery (empresas de mensajería, comida a domicilio o reparto), policial y para agentes de movilidad urbana. Desde el 2016 Scutum es el distribuidor oficial de Correos, que adquirió los primeros cien escúteres eléctricos Silence.

Ahora la apuesta se redobla con el S03, un triciclo con dos ruedas motrices traseras y una direccional delantera que aumenta las posibilidades en cuanto a carga (hasta 350 litros) y proporciona mayor seguridad en curva y pavimento deslizante. Incluye el mismo sistema patentado de batería extraíble que el S02, que permite llevársela como si fuera una maleta trolley y recargarla en cualquier sitio. Esto es fundamental, ya que todavía no existen suficientes puntos de recarga públicos (precisamente, uno de los hándicaps que limitan la adopción del coche eléctrico) y no parece que la infraestructura vaya a mejorar a corto plazo. Además, posibilita la utilización de baterías de diferentes capacidades en función del uso y el hecho de llevárselas dificulta el robo del vehículo (el 80 % de los escúteres duermen en la calle).

El nuevo nicho del scooter sharing (escúter compartido) no hace sino aumentar las expectativas de negocio de las motos eléctricas. José María Riaño reconoce que «el mercado de motocicletas continúa creciendo a buen ritmo y en septiembre se han registrado datos todavía mejores debido al aumento del 145 % en el canal de alquiler». Silence tiene sin embargo la vista puesta en el mercado de particulares y para finales de año espera lanzar su primer escúter eléctrico de uso privado, equivalente a uno de 125, con 120 kilómetros de autonomía reales, freno regenerativo y conectado al smartphone. Tendrá que competir con las numerosas marcas chinas que ya inundan el parque de dos ruedas español, además de fabricantes con gran experiencia como Piaggio y Peugeot, que también han sacado sus propios modelos.

Xiaomi entra en el sector con un modelo de bajo coste: Super Soco

Una prueba del auge de la moto eléctrica es el hecho de que hasta las marcas de tecnología de consumo han puesto su mirada en estos vehículos. Xiaomi (conocida por ser una especie de Apple china) anunció este verano el lanzamiento en España de Super Soco. Esta nueva marca de escúteres con batería de ión-litio aterriza a través del distribuidor Sumco Trading con dos modelos: el TS50, que costará 2.290 euros, y el TC50, que subirá a 3.290 euros. Homologados como ciclomotores de dos plazas, pueden conducirse con el permiso AM y los carnés A1, A y B. Disponen de baterías extraíbles (fabricadas por Panasonic; las de Silence son de Samsung) para su recarga en cualquier conector doméstico. La autonomía que ofrecen es de alrededor de 71 kilómetros.