Los expertos afirman que Trump manipuló testigos de la trama del Rusiagate

ADRIANA REY NUEVA YORK / CORRESPONSAL

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MANDEL NGAN | AFP

El último arrebato tuitero expone al presidente a los delitos de obstrucción a la justicia y manipulación

05 dic 2018 . Actualizado a las 08:20 h.

El presidente de EE.UU. se ha vuelto a poner en el centro del huracán tras uno de sus últimos arrebatos tuiteros. La importancia de este nuevo capítulo no es baladí, ya que, según expertos, Donald Trump podría haber cruzado varias líneas rojas que le colocarían en la comisión de dos delitos: obstrucción a la justicia y manipulación de testigos.

El pasado lunes, el magnate se valió de su cuenta personal de Twitter para pedir al fiscal del Rusiagate, Robert Mueller, «una sentencia íntegra y completa» para su exconfidente y exabogado personal Michael Cohen, quien se declaró culpable la semana pasada de haber mentido al Congreso sobre sus declaraciones respecto a la construcción de una Torre Trump en Moscú. «Ha mentido», dijo Trump justificando su petición de prisión.

En paralelo, el presidente alabó a otro antiguo asesor, Roger Stone, por «haber tenido el valor» de no declarar en su contra. Stone es testigo crucial en las pesquisas sobre los lazos entre la campaña de Trump y el Kremlin y alguien a quien los fiscales investigan para averiguar si tenía o no conocimiento de los planes de Wikileaks para difundir el material hackeado a Hillary Clinton.

«[Los tuits] se acercan mucho a la definición legal de manipulación de testigos. Trump está alabando a un testigo por no cooperar con las pesquisas», advirtió Norman Eisen de la Brookings Institution, en The Washington Post. Hasta George Conway, abogado y esposo de la mano derecha de Trump, Kellyanne Conway, hizo referencia al estatuto que describe el delito de manipulación de testigos como una obstrucción a la justicia que se comete cuando se intenta «intimidar, amenazar o persuadir de manera corrupta a otra persona, con el objetivo de influir en su testimonio».

En el centro de la escena

Este nuevo panorama tiene lugar días después de que el presidente se convirtiese en centro de la escena del Rusiagate. Hasta hace poco, la investigación de Mueller escrutaba sobre todo al entorno de Trump, pero, tras la declaración de culpabilidad de Cohen, «varios documentos contienen evidencias de que Trump estaba en estrecho contacto» con las personas de su círculo cuando estas ponían en marcha «diversas actividades vinculadas a Rusia y a Wikileaks».

En paralelo, el Comité Nacional Republicano del Congreso (NRCC, por sus siglas en inglés) anunció ayer que fue víctima de un ciberataque durante las legislativas del pasado 6 de noviembre. El NRCC puso en marcha una investigación que actualmente intenta averiguar la autoría del ataque, ya que hasta el momento viene «de una entidad desconocida». Dicho comité es el encargado de apoyar la elección de los candidatos republicanos para la Cámara de Representantes, donde los demócratas arrebataron la mayoría a los conservadores.

También en el Capitolio, varios congresistas presentaron un proyecto de presupuesto de dos semanas para evitar un cierre parcial del Gobierno este viernes, a causa de las trifulcas por la financiación del muro fronterizo con México y también por el parón legislativo debido al fallecimiento de George H. W. Bush. Dicha iniciativa mantendría al Gobierno financiado al menos hasta el 21 de diciembre.