Juan Carlos Quer: «Para mí, este juicio ha sido reproducir el calvario que tuvo que pasar mi hija»

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO

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PACO RODRÍGUEZ

Aclara que cuando se levantó ante el tribunal, en el caso del intento de secuestro del Chicle, solo fue para «testimoniar que allí estaba presente Diana»

13 abr 2019 . Actualizado a las 09:17 h.

Pese al dolor evidente que afloraba en su rostro, Juan Carlos Quer, padre de Diana Quer, quiso estar presente en el primer juicio contra el acusado de secuestrar, violar y asesinar a su hija, el proceso a José Enrique Abuín Gey por el rapto de una chica en Boiro que dos jóvenes frustraron. Aquello permitió la detención del Chicle, y la resolución del caso Diana, cuyo cuerpo el acusado ocultó en un pozo de una nave abandonada en Asados (Rianxo).

-Ha querido estar en este primer juicio contra el Chicle. ¿Qué se le pasaba por la cabeza en la vista?

-Para mí, este juicio ha sido reproducir el calvario que tuvo que pasar mi hija, el que también pasó esta niña, aunque afortunadamente, en su caso, dos ciudadanos la sacaron del maletero. De no haber intervenido estos dos ángeles de la guarda habría terminado del mismo modo que Diana. De ahí la relevancia de este proceso, y por eso acudí. De entrada, para acompañar a la familia y para apoyar a esta niña, que se comportó como una campeona e hizo una fantástica y valiente declaración, con las terribles secuelas que conlleva. Porque que no le quepa a nadie la menor duda de que está sufriendo un calvario. Se ha acreditado el modus operandi del Chicle. La jueza de instrucción estableció la concatenación de ambas causas, como no podía ser de otro modo. La Fiscalía también, y agradezco su trabajo y el de la Guardia Civil, no solamente para poner en evidencia hechos que creo que son incontestables, sino también para intentar apercibir a los magistrados de que estamos ante un depredador sexual de libro, con una frialdad brutal y que planifica su actuación. En el procedimiento ha quedado claro que en modo alguno el móvil de este individuo era sustraer un teléfono, porque tuvo todas las facilidades del mundo para haberlo hecho.

 Como yo sí creo en la reinserción, apoyo la prisión permanente revisable.

-En España hay cientos de sustracciones de móviles al día, y ninguna con tal violencia.

-Claro. La gran cuestión es ese maletero. Es ahí donde está la respuesta a esa actuación y cuál era el móvil que perseguía este individuo, que parece que es evidente. Ahí estaban la sábana, la cinta adhesiva y probablemente las bridas. Exactamente lo mismo que hizo con mi hija, eso era lo que iba a reproducir este individuo. La policía ha intentado establecer unos patrones de conducta que son característicos en este tipo de depredadores, y espero que el tribunal sea sensible a ello. En el juicio ha habido una circunstancia en la que nadie ha caído, pero en la que yo, que duermo poco, sí. Y es que cuando este individuo hace su alegato final, su subconsciente le traiciona y él mismo concatena ambas causas. Solamente lo hace él, y lo hace de un modo involuntario, porque solo él se refiere a mi hija, a quien la llama ‘‘la chica de Madrid’’. Por alguna razón lo está haciendo. Por supuesto, no la nombra, porque los psicópatas tienen una característica perfectamente definida, que es que cosifican a las personas.

-Le vimos levantarse para hablar ante el tribunal y se le prohibió.

-No era para querer hablar. Con todo respeto, y así se lo manifesté al tribunal, me puse de pie solamente cuando este individuo iba a hacer su alegato final y, como padre, quería testimoniar que ahí estaba presente Diana, porque ella ya no puede defenderse, y deben también las víctimas tener voz.

El Chicle negó todo en el juicio. Que quisiese raptar a la joven de Boiro, que su pretensión final fuese violarla, e incluso que la voz del agresor de la joven, que quedó grabada por azar en un audio de WhatsApp en el móvil de la chica, fuese la suya. En su alegato final solo se refirió al caso de Diana y también para negar que la asesinase tras agredirla sexualmente. Juan Carlos Quer admite que sintió rabia al escucharle «aunque estaba ejerciendo su legítimo derecho de defensa». «Otra cosa es que vea, y así se va a acreditar, sus cambios de versión, sus contradicciones y todas las evidencias que se han puesto de manifiesto para incriminarle», explica. Él ve en este proceso «una prueba de cargo» para el juicio de su hija, que calcula que podría celebrarse en octubre.

-¿Cree que lo que ha sucedido con este caso, y principalmente con el de su hija, están llevando a que más gente apoye la prisión permanente revisable?

-Lo que le pasó a mi hija es el peor modo en el que un ser humano puede morir. Dos horas a merced de este individuo, que la utilizó como un pañuelo de usar y tirar. Lo único que puedes sacar de todo esto es el mensaje que me lanzó mi hija para cambiar las cosas. A mí no me van a reparar jamás el daño. La única manera sería que el día de la sentencia mi hija entrase viva por una puerta, y este señor saliese por otra para permanecer muchísimos años en la cárcel. Y por eso defendemos la prisión permanente revisable, porque el cumplimiento íntegro de las penas no es garantía de reinserción. Como yo sí creo en la reinserción, apoyo la prisión permanente revisable.

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