La portavocía en el Congreso, primer examen para que Casado demuestre su regreso al centro

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

ACTUALIDAD

Salvador Sas

Ana Pastor gana enteros sobre Álvarez de Toledo para ser la representante de la bancada popular

16 may 2019 . Actualizado a las 07:33 h.

Como el movimiento se demuestra andando, la próxima semana Pablo Casado tendrá la oportunidad de dar el primer paso hacia el centro político al que prometió hacer regresar a su partido tras el batacazo electoral de las generales.

El presidente del PP ha de designar a su portavoz parlamentario para la XIII legislatura que se pone en marcha el martes con la constitución del Congreso y del Senado. Y ahí el nombre de Ana Pastor va ganado enteros para ser el altavoz de la bancada popular. A su favor juegan su gran experiencia, el respeto del que disfruta por parte de todos los grupos políticos tras su celebrada labor al frente de la Cámara Baja en la pasada legislatura, arbitrando los debates más broncos de la historia de la democracia, y construyendo discursos con un marcado aire feminista aplaudidos desde todos los rincones del hemiciclo y, especialmente, su perfil moderado, siempre alejada de radicalismos. Encaja con ese giro al centro que ha predicado Casado.

Por el momento, la dirección nacional del partido no suelta prenda sobre la persona que asumirá la portavocía en el nuevo curso. Hasta hace un par de semanas sonaba con mucha fuerza el nombre de Cayetana Álvarez de Toledo, uno de los fichajes más sonados de Casado para engrosar las listas en las pasadas generales, y que acabó sacando su escaño por Barcelona... por los pelos. Esta aventajada pupila del aznarismo representa a la perfección a ese militante o votante del PP que, desencantado por una cierta tibieza de la anterior dirección con el desafío secesionista, abandonó el partido en favor de fuerzas extremistas.

Y como uno de los principales objetivos de Casado al asumir el timón de Génova fue tratar de hacer regresar a estos desairados, convirtió a Álvarez de Toledo en uno de sus grandes reclamos durante la campaña. Pero los pobres resultados obtenidos por su formación el 26A evidenciaron que Casado se había excedido en su derechización, algo de lo que él mismo dijo haber tomado buena nota en plena resaca electoral, comprometiéndose a enderezar el rumbo del barco ante el más que evidente riesgo de naufragio. Por ello, muy poca gente en el partido fuera de su círculo más íntimo de colaboradores entendería la elección de Álvarez de Toledo para ocupar un puesto con tanta visibilidad.

Campaña por San Isidro

Casado se acercó ayer al mediodía por la Pradera de San Isidro para apoyar las campañas de Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, sus candidatos a la Comunidad y a la alcaldía de Madrid. El presidente del PP también estuvo arropado por José María Álvarez del Manzano, histórico regidor de la capital española, tratando de arrojar así una imagen de comunión entre el pasado y el presente del partido.

Casado aprovechó su breve comparecencia en los medios para realizar un nuevo llamamiento al «voto útil» de cara al 26 de mayo con el fin de no «tropezar en la misma piedra» contra la que se estampó en las pasadas elecciones generales. Una nueva debacle electoral le complicaría mucho su continuidad al frente del partido.