Sánchez busca votos a la derecha y a la izquierda del PSOE

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, este jueves en un acto en Teruel
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, este jueves en un acto en Teruel Antonio García | EFE

El candidato del PSOE trata de consolidar su caladero feminista, pero se lanza también a por el mundo rural y a por los pensionistas

11 oct 2019 . Actualizado a las 08:46 h.

Sánchez apunta a todo y a todos. El complicado reto que se ha impuesto para las próximas elecciones que consiste en aumentar su número de escaños respecto a los del pasado 28A, le obliga a poner bajo el punto de mira sobre los electorados más dispares. De ahí la modulación de su tono en función de la audiencia a la que se esté dirigiendo en cada instante.

Para hacer llegar su mensaje cuenta con la Moncloa. Los encuentros con líderes de otros países refuerzan su imagen presidencial, algo que siempre se ha cuidado en cultivar desde su la presidencia del Gobierno.

Con el triunfo de la moción de censura gracias al inestimable apoyo de Podemos, su estrategia fue mover los marcos de su finca hacia la izquierda, asfixiando por completo a la formación morada. Les arrebató la bandera del feminismo con la imagen icónica de su «consejo de ministras». La del antifranquismo, con su empeño en exhumar los restos del dictador del Valle de los Caídos y agitando el fantasma del regreso de la ultraderecha. Y ahora se dispone también a hacerse con la de la lucha contra los alquileres abusivos.

Ampliados sus dominios hacia la izquierda de forma más que satisfactoria, Sánchez giró su vista para aprovechar el espacio dejado por Ciudadanos con la radicalización del discurso de Rivera tras el 28A. A medida que se acerca la sentencia del 1-O y que el secesionismo amenaza con endurecer sus posturas, al presidente del Gobierno en funciones no le ha temblado la voz cuando ha advertido que, en caso de que se vea obligado, recurrirá al 155 o a la Ley de Seguridad Nacional para sofocar los desafíos. Incluso en los últimos tiempos se ha afanado en que no faltase la bandera española en ninguno de sus actos, en un claro intento de captar al electorado constitucionalista más desconfiado con su actitud frente al secesionismo catalán.

Pero la estrategia de Sánchez no solo ataca a Podemos y a Cs, sino que busca directamente a colectivos que no cuentan con un espacio definido en el tablero político, como los pensionistas, a los que anunció la actualización de sus pensiones conforme el IPC, o el mundo rural y la España vaciada.

Del partido de Rivera aseguró ayer en Teruel que era el que venía a «regenerar» la vida política, pero su líder ha dado tantas «vueltas y vueltas y vueltas» que ya no sabe dónde está. Y aprovechó las pensiones para afear al PP que su fichaje económico para el 28 de abril, Daniel Lacalle, defendiese la privatización y, tras el batacazo electoral, dejase la formación. 

Cinco Consejos de Ministros

La repetición electoral vuelve a sacar al candelero los llamados «viernes sociales». Hasta el 10N, contando con el de hoy quedan cinco Consejos de Ministros por delante, aunque el del 1 de noviembre se adelantará al jueves 31. Al estar en funciones, el Gobierno solo debe actuar en «casos de urgencia», pero la Junta Electoral Central ya avaló en su día su actuación tras una denuncia del PP.