El PNV arranca al PSOE la mayor cota de autogobierno de la historia y mejorar el cupo vasco

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

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El Gobierno completará los traspasos pendientes y en Navarra retirará las competencias de Tráfico a la Guardia Civil

15 ene 2020 . Actualizado a las 08:37 h.

Dos páginas, una docena de puntos y una redacción lo suficientemente genérica y ambigua como para que permita matizar su alcance -y ampliarlo- cuando convenga. Ese es el acuerdo rubricado entre el PNV y el PSOE y que, a cambio del respaldo a la investidura, dará al Gobierno vasco la mayor cota de autonomía de su historia, desde el Estatuto de Guernica de 1978, al comprometer el traspaso de todas las competencias pendientes. Esto es, desde la titularidad de la autopista A-68 a su paso por la comunidad, el seguro escolar, los productos farmacéuticos y las ayudas a la jubilación a las empresas con expedientes de regulación de empleo (estas cuatro, inminentes), hasta otras más espinosas, como la gestión económica de la Seguridad Social, las prisiones, los puertos y los aeropuertos.

Y no solo eso. El lendakari vasco, Íñigo Urkullu, afirmaba tras la investidura que el nuevo Gobierno abría una «oportunidad» para avanzar «desde el diálogo y el pacto» en el nuevo estatus de autogobierno para el futuro del País Vasco, «según lo que acuerde el Parlamento vasco». El objetivo está en un nuevo Estatuto.

Precisamente, el compromiso de impulsar las reformas necesarias para «adecuar la estructura del Estado» a las necesidades territoriales del País Vasco fue uno de los puntos del texto que más soliviantó a las formaciones conservadoras, junto con el acuerdo de retirar en Navarra las competencias de Tráfico a la Guardia Civil para que las asuma la comunidad foral en un plazo de seis meses.

Sobre este último asunto, el PP registró este martes en el Congreso tres iniciativas exigiendo al Ejecutivo que anule lo pactado con el PNV y que afecta a Navarra, donde gobierna el PSOE: además de la retirada de la Guardia Civil de Tráfico, también determinar los objetivos de déficit en el marco de las comisiones mixtas del Concierto vasco y del convenio económico. Los populares lo consideran una «intolerable injerencia» en asuntos que corresponden exclusivamente a las instituciones navarras.

Al margen de las incursiones de los nacionalistas vascos en otros territorios, el acuerdo con los socialistas -escueto en la forma, pero de enorme calado en su fondo-también pone negro sobre blanco la revisión del cupo vasco, es decir, la negociación de la cantidad anual que el País Vasco paga al Estado por los servicios que presta en su territorio por las competencias no transferidas en virtud del Concierto económico. Y el PNV avisa: a cambio de su apoyo, el Ejecutivo tendrá que pasar por caja y «encauzar las discrepancias que puedan producirse en el ámbito fiscal o financiero».

El PP exige en el Congreso la anulación de los acuerdos con el PNV sobre Navarra Infraestructuras como el Tren de Alta Velocidad (TAV) o fomentar que las selecciones deportivas vascas compitan bajo su propia bandera son otros de los compromisos alcanzados con el PSOE, que conviven con aspiraciones que, pese a no figurar por escrito en el documento, pretenden materializar los nacionalistas con la aquiescencia de Pedro Sánchez. Un ejemplo es impulsar la fusión de BBVA y Bankia, aprovechando la debilidad del primero -en horas bajas por el caso Villarejo- y manteniendo al frente al presidente del segundo, José Ignacio Goirigolzarri, según avanzó ayer Bolsamanía.