Sánchez logra la prórroga del estado de alarma, con duras críticas de PP y Vox

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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Casado le pide que rinda cuentas todas las semanas en las Cortes, y Abascal, que cese a Iglesias, Illa y Simón

26 mar 2020 . Actualizado a las 09:22 h.

Pedro Sánchez logró en la madrugada de este martes el visto bueno del Congreso para prorrogar el estado de alarma hasta el próximo sábado 11 de abril gracias al apoyo de las principales fuerzas políticas del país. Hasta Vox, que en las últimas horas había puesto en duda el sentido de su voto, apostó finalmente porque el Ejecutivo vea reforzadas sus competencias de forma excepcional para la lucha contra el coronavirus.

De nuevo ante un hemiciclo desangelado, el presidente del Gobierno apeló a un tiempo extra que «no es fácil para el Gobierno solicitar y no es sencillo para sus señorías conceder», pero que «aún es más difícil para los ciudadanos y ciudadanas asumir», expuso en un discurso en el que rechazó endurecer las medidas de confinamiento, tal y como se le reclama desde distintas comunidades autónomas. «Es preciso utilizar el bisturí. Nos obliga a buscar un delicado y muy difícil equilibrio», afirmó el líder del Ejecutivo, deseando que el aislamiento se refleje pronto en las estadísticas sin la necesidad de parar el país. «La pesadilla concluirá, y concluirá pronto», aseguró.

El objetivo del encierro es «aplanar la curva en el menor tiempo posible» para conceder un respiro a todos los hospitales. Especialmente los de Madrid, desbordados desde hace días, colapso por el que ya temen los centros del resto del país. «Todos los españoles debemos ser solidarios con un territorio específico: Madrid; como mañana lo seremos con el que lo necesite. Todos sentimos similar congoja, por eso debemos actuar con la máxima lealtad». Porque además de tiempo, Sánchez también pidió a la clase política unidad y lealtad. «Sigamos trabajando con la máxima lealtad institucional, señorías».

«El país no está para mítines»

El presidente del PP, Pablo Casado, confirmó su apoyo al Gobierno nada más subir a la tribuna de oradores. Inmediatamente sacó los peros. El jefe de la oposición se mostró muy crítico con la respuesta ofrecida por el Ejecutivo durante la crisis. En primer lugar, afeó al presidente sus últimas intervenciones televisivas: «Nuestro país no está para más mítines. España está de duelo», dijo, reprochando que el Gobierno no está «a la atura de sus ciudadanos». Casado aseguró que desde su partido no impulsarán «escraches» contra la gestión del Gobierno como los que sufrió él en su casa en el 2012, pero le advirtió que sí exigirán una rendición de cuentas «todas las semanas en la sede de la Soberanía Nacional, en las Cortes».

Se mostró especialmente duro con la falta de material denunciada por los sanitarios. Casado utilizó la constante analogía que emplea Sánchez de la situación con una guerra. «En las guerras los gobiernos no mandan a los soldados sin casco», dijo, recordando que los médicos y enfermeros combaten a diario sin mascarilla. «Los sanitarios merecen aplausos a las 20.00, pero necesitan material a las 08.00».

El líder del PP también denunció como «inadmisible» que Iglesias alentara a caceroladas contra el rey. El presidente de Vox, Santiago Abascal, pidió directamente su cese, así como el de Salvador Illa y Fernando Simón, dos máximos responsables del área de Sanidad. «Señor Sánchez, señor Iglesias: lo han hecho todo tarde, todo mal. Nos han mentido».

ERC pide medidas más restrictivas

«Que nadie cuente con ERC para echarnos este virus a la cabeza», lanzó Gabriel Rufián después de decirle a los sanitarios que son «el único ejército no armado que vais a ganar». El portavoz republicano reprochó a las derechas, al PP que reclama banderas a media asta y a Vox por hablar de Venezuela, que «las banderas no curan sean rojigualdas o esteladas». Y pidió a Sánchez restringir la actividad de los españoles a lo exclusivamente esencial y defendió endurecer el confinamiento. «Los ciudadanos le perdonarán el exceso de prudencia», lo otro, no, le dijo al presidente después de echarle en cara que «llegaron tarde a los principales focos en Barcelona y en Madrid». «No lleguen tarde al siguiente paso. Hay que parar cuanto antes y cuanto antes paremos antes nos recuperaremos», sugirió. Y puso como ejemplo que al ir hacia el Congreso vio a dos jardineros cortando un césped. «¿Es que no puede crecer un mes», se preguntó.

El BNG insiste con el cierre de Madrid

Por su parte, el diputado del BNG, Néstor Rego, también demandó medidas más restrictivas, invitando al Gobierno a «paralizar toda actividad no esencial». El nacionalista, en línea con su discurso de la semana pasada, en el que pidió «cerrar Madrid y blindar Galiza», insistió en poner un candado sobre «los principales focos de contagio», una decisión «drástica pero necesaria».

«Ya habrá tiempo de hacer oposición»

En el turno de réplica, que comenzó a pocos minutos de que el reloj marcase la una de la madrugada, Sánchez se defendió de las críticas a la gestión del Gobierno. Admitió una «subestimación del peligro», pero alegó que es algo que le sucedió a gran parte de los países vecinos, y que todo es mucho más sencillo «a posteriori». El jefe del Ejecutivo volvió a pedir «tiempo, lealtad y unidad», afirmando que «cuando salgamos de esta ya habrá tiempo para hacer oposición, pero ahora no voy a perder ni un gramo de energía en defenderme porque necesito todas las fuerzas para combatir al virus».

Votación a las 02.00

La votación de la solicitud de prórroga del estado de alarma comenzó al filo de las 02.00 horas. Sánchez logró el respaldo de toda la Cámara Baja salvo las abstenciones de ERC, el BNG, la CUP, JxCat y EH Bildu. Ningún voto en contra.