Sánchez: «Estoy convencido de que, dentro de 15 días, voy a tener que volver para pedir otra prórroga»

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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Por 270 votos a favor el Congreso ha autorizado la extensión del estado de alarma hasta el día 26. El pleno también ha salvado los últimos decretos leyes económicos. El presidente del Gobierno convoca la próxima semanaa los partidos y agentes sociales para explorar una reedición de los Pactos de la Moncloa pero Casado considera que se trata de una «cortina de humo»

10 abr 2020 . Actualizado a las 09:08 h.

Pedro Sánchez logró ayer el visto bueno del Congreso para prorrogar el estado de alarma hasta el próximo 26 de abril. La votación, en la que se requerían más síes que noes, la sacó adelante de forma holgada gracias a la suma de los votos de los dos partidos que sostienen al Gobierno con los del PP, principal fuerza en la oposición, la decena de diputados que conserva Ciudadnos y otras formaciones minoritarias. Sin embargo, el respaldo de la Cámara al Gobierno es cada vez más tenue.

Por primera vez dos formaciones políticas, Vox y la Candidatura de Unidad Popular (la CUP), se posicionaron en contra, y el bloque de los abstencionistas amenaza con engordar.

Inquieta especialmente en el Moncloa el movimiento del Partido Nacionalista Vasco, uno de sus más fieles aliados parlamentarios hasta la fecha, que amagó a lo largo de las últimas semanas y hasta última hora con pasar a formar parte de este pelotón ni del sí ni del no integrado por ERC, Junts per Catalunya (JxCat), el Bloque y Bildu, aunque como suele hacer, acabó apoyando al Gobierno. Para más inri, el apoyo del Partido Popular es cada vez más frágil, especialmente tras el duro intercambio de reproches protagonizado ayer por el jefe del Gobierno y el líder de la oposición. Adriana Lastra prendió la mecha.

Tal y como había avanzado durante su comparecencia del sábado en la Moncloa, el presidente confirmó ayer que dentro de dos semanas tendrá que regresar a la carrera de San Jerónimo para solicitar un nuevo permiso para seguir aplicando el confinamiento, una alarma que podría extenderse, según deslizó, hasta junio, fecha hasta la que se prevé que no se recupere la plena normalidad. «Les adelanto que dentro de quince días tendré que pedir otra prórroga del estado de alarma. Estoy convencido», afirmó.

El Ejecutivo exige «contundencia» por parte de una Unión Europea que «está en peligro»El Gobierno trabaja en un plan de apertura gradual que dependerá de la evolución de la pandemia. «Empezamos a ver el final de este túnel», señaló el jefe del Ejecutivo basándose en los «alentadores datos» que arroja la curva. De continuar esta tendencia, «dentro de poco llegará la desescalada», una hoja de ruta en la que trabaja un equipo de expertos y «que se irá adaptando» semana a semana. Los científicos han elegido una serie de marcadores para seguir la crisis, y en función de sus «progresos» se irá levantando el aislamiento. «Cada avance semanal hará posible la reapertura de espacios», afirmó.

Lejos de hacer un ejercicio de autocrítica por la gestión de la crisis del coronavirus, como demandan oposición y socios, Pedro Sánchez destacó en su comparecencia que, dentro de lo «tarde» que habían reaccionado los Gobiernos europeos ante la pandemia, España fue de los primeros. «Toda Europa llegó tarde, pero España actuó antes».

El presidente presumió de la respuesta dada a la crisis sanitaria

Los test

El presidente presumió de cuatro aspectos en la respuesta de su Gobierno a la pandemia: fue el primero que tomó medidas de confinamiento, el que está realizando el «mayor número de pruebas por habitante» —20.000 al día, especificó—, el «que más lejos ha ido con el confinamiento» y el que «notifica todos los positivos», aseguró, para despejar así las dudas sobre la veracidad de los datos de fallecidos. «No reclamo reconocimiento, todo lo que reclamo es unidad y lealtad», pidió Sánchez.

En el plano económico, Sánchez insistió con un «nuevo Plan Marshall» para contribuir a la recuperación de España e Italia, hasta el momento los países más afectados. Las posturas entre los dos grandes bloques dentro de Europa están muy alejadas. El jefe del Ejecutivo alertó incluso sobre la posibilidad real de que la crisis haga saltar la Unión Europea por los aires. «El escenario exige contundencia: de lo contrario, nuestra unión, lo digo sin matices, está en peligro».

La debilidad parlamentaria obliga al Ejecutivo a recurrir a un difícil juego de equilibrios

El Gobierno de coalición continúa haciendo equilibrismos para poder sacar adelante las votaciones en el Congreso a pesar de su extrema debilidad parlamentaria. En la más importante, la que permitió a Sánchez prorrogar el estado de alarma hasta el próximo 26 de abril, se apoyó en el PP y Ciudadanos, ya que muchas de las fuerzas políticas que en enero favorecieron su investidura volvieron a desmarcarse.

El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, mostró su incomprensión por el baremo que está empleando el Ejecutivo con el aislamiento: «No tiene sentido que los niños no puedan salir ni cinco minutos a la calle para jugar y los riders lleven hamburguesas o bandejas de sushi a la gente. O paramos el país o no habrá bandera para levantar», aseguró, en línea con la propuesta del BNG.

La falta de músculo provocó que el Gobierno se plantease no llevar esta semana a la Cámara los últimos tres reales decretos con medidas socioeconómicas impulsados al abrigo del estado de alarma ante el temor de no lograr armar una mayoría. Finalmente, logró convalidarlos gracias a este juego de equilibrios con las diferentes fuerzas políticas, en el que Cs evidenció que sus relaciones con la coalición han mejorado. Pedro Sánchez logró ayer el aval para las medidas relacionadas con los despidos, con los alquileres y para el permiso retribuido recuperable, a pesar de que el plazo sobre este último expiró ayer.

Cifran el impacto de las medidas que tomó en 128.288 millones de euros

El Gobierno ha cuantificado en 128.288 millones de euros el impacto económico de todas las medidas adoptadas por la emergencia provocada por la expansión del coronavirus, según detalló ayer Pedro Sánchez en el Congreso. Durante su comparecencia ante el Pleno de la Cámara Baja, el presidente del Gobierno aseguró que se trata de «la mayor movilización de recursos públicos de la historia democrática».

La mayor parte de este dinero, 119.000 millones de euros, se dirige a medidas económicas. Unos 4.600 millones fueron destinados a cuestiones sanitarias, 3.400 millones a medidas laborales y más de 1.100 millones a medidas de carácter social. Sánchez ha recordado la apertura de una línea de avales de 20.000 millones de euros desde el Instituto de Crédito Oficial y anunció una segunda línea de otros 20.000 millones para el consejo de ministros extraordinario previsto para hoy, destinada en exclusiva a pymes y autónomos. Según estas estimaciones, más de 1,3 millones de empresas y autónomos se beneficiarán de esta línea de avales públicos dirigida a garantizar la liquidez de los negocios, y un total de 130.000 empresas de la ampliación del límite de endeudamiento hasta 10.000 millones de euros, para aumentar las líneas de financiación. «Queremos que todas las actividades que son perfectamente viables, pero que están teniendo dificultades transitorias, puedan superar este bache, que es temporal, y puedan continuar con su actividad», subrayó.

El pleno se interrumpió para aplaudir a los sanitarios

La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, interrumpió el pleno de la Cámara para que las personas presentes en el hemiciclo se pudieran sumar al aplauso a los sanitarios que los confinados en España realizan diariamente a las ocho de la tarde desde el inicio del enclaustramiento obligatorio. En ese momento estaba en la tribuna de oradores la diputada socialista, Isaura Leal, que batió sus palmas delante del atril.

Casado deja en el aire su apoyo en la próxima votación tras un duro cruce de acusaciones con Sánchez

El presidente del PP dice que no exigirá responsabilidades hasta que «no amaine la tormenta»

«¿De verdad mantiene que ha hecho todo bien? Se agradecería un poco de humildad». El presidente del PP, Pablo Casado, pidió mesura a Sánchez ante sus alardes por la respuesta a la crisis. «España es el país del mundo con más muertos por habitante y el primero en contagios del personal sanitario», lamentó, señalando la falta de material que demandan estos trabajadores.

Arrancó su discurso recordando unas palabras de Sánchez en el 2014 en el marco de la crisis del ébola que afrontó Rajoy en el Gobierno con Sánchez en la oposición. Entonces, recordó Casado, el PSOE realizó «una sentencia sumaria a las 24 horas» exigiendo dimisiones. «Solo perdió la vida un perro, nos costó 25 manifestaciones», dijo.

«No merece el apoyo. Su arrogancia, sus mentiras y su incompetencia son un cóctel explosivo para España»

«Su autoridad moral para pedir lealtad es nula. No seré yo el que le exija responsabilidades en medio de la tormenta hasta que amaine. Nosotros no somos como ustedes», dijo Casado, recordando «escraches o campañas del pásalo» impulsadas en su día desde la izquierda.

El enfado del dirigente popular aumentó considerablemente tras la intervención de la portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, quien acusó a su formación de «desleal» y criticó con dureza la gestión a la crisis de la Comunidad de Madrid, gobernada por la también popular Díaz Ayuso. Incluso comprometió el apoyo de su formación para dentro de 15 días, cuando Sánchez regresará a las Cortes para solicitar al Congreso una nueva ampliación del estado de alarma.

Voladura de todos los puentes

«Su portavoz y usted han querido volar todos los puentes de colaboración con el PP», le afeó al presidente del Gobierno en el turno de réplica. «¿Quiere que el PP apruebe el estado de alarma? A juzgar por los insultos que ha vertido, puede parecer que esté deseando que no», dijo. «No merece el apoyo. Su arrogancia, sus mentiras y su incompetencia son un cóctel explosivo para España». El PP se mostró favorable a la ampliación del estado de alarma «para salvar vidas», pero se desmarcó de la convalidación de los decretos económicos, argumentando que no prestaría sus votos para «arruinar España».

Dentro de sus evidentes diferencias políticas, la relación personal entre Sánchez y Casado siempre se habían mantenido dentro de la cordialidad, pero Génova apunta que el debate de ayer será un punto de inflexión. 

Vox exige la dimisión del Gobierno: «Lo único que puede hacer es pagar las nóminas y marcharse»

El PP subió un par de tonos sus críticas contra el Gobierno, pero Vox reventó la escala. «Lo único que pueden hacer es pagar las nóminas y marcharse». Así concluyó Santiago Abascal sus dos intervenciones desde la tribuna de oradores. El presidente de Vox volvió a exigir la dimisión en bloque de todo el Gobierno por su «nefasta gestión» ante la crisis. Junto a la CUP, su partido fue el único que votó en contra de la prorrogación del estado de alarma, una postura que el líder argumentó en la «grandísima irresponsabilidad» en la que incurrirían al «darle poderes sin saber siquiera cuántas víctimas han provocado con su nefasta gestión».

«Parece que la dictadura china también se ha comprado la OMS y yo les pediría que estuviéramos todos atentos, porque dentro de seis meses, aquí va a ser todo chino menos el virus»

Desde el punto de vista de Abascal, el Gobierno español es el máximo responsable de «la peor gestión del mundo en esta tragedia», por lo que también mostró su perplejidad por el tiempo que el líder del Ejecutivo dedicó en su discurso a citar parte de los elogios que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicó a la Moncloa por su respuesta a la pandemia. «Parece que la dictadura china también se ha comprado la OMS y yo les pediría que estuviéramos todos atentos, porque dentro de seis meses, si no nos protegemos, aquí va a ser todo chino menos el virus», auguró, por el enorme varapalo económico que aguarda.

Abascal no solo se centró en atacar al jefe del Gobierno, sino que reservó buena parte de su munición para sus socios de coalición. Así, además de justificar el voto negativo de su grupo para no convertirse en «cómplice de su negligencia, de su incompetencia», dejó claro que también había influido en esta decisión «el sectarismo o los delirios totalitarios del señor Iglesias».

El portavoz de Unidas Podemos en la Cámara, Pablo Echenique, censuró la intervención de Abascal, a lo que este le respondió con un consejo: «¿Defiende a los trabajadores? Empiece por pagarles la Seguridad Social», le espetó, al hilo de la denuncia de su asistente.

«Pedro el sepulturero»

Especialmente subida de tono resultó la intervención de la diputada Macarena Olona, que durante el debate sobre la convalidación de los reales decretos socioeconómicos se refirió en el hemiciclo al presidente del Gobierno como «Pedro el sepulturero», por su «empeño en desenterrar a un muerto», dijo, en relación a la exhumación de los restos de Franco realizada a finales del pasado año, y «acabó enterrando a miles».

El BNG lamenta que la respuesta tardía ante la crisis impidió «salvar vidas»

«Lamentablemente se perdieron días valiosos para atajar la expansión de la epidemia y salvar vidas», clamó Néstor Rego en el debate de ayer. El diputado del BNG, que incidió en el fracaso en el que incurrió Moncloa al centralizar la gestión de la crisis, volvió a mostrar sus dudas respecto a la reactivación de los sectores económicos no esenciales. «¿Está el Gobierno en condiciones de garantizar la seguridad para todos los trabajadores? Es evidente que no, y por eso nos preguntamos cuánto pesan en la balanza los intereses empresariales y cuánto la salud de los trabajadores», cuestionó, siguiendo la línea del día anterior en la comisión de Sanidad. Rego mostró su miedo a que esta apertura suponga un nuevo «rebrote» de la pandemia que obligue a «desandar el camino andado» hasta la fecha.

La CEOE no se reunirá con Trabajo por la deslealtad con los empresarios

Las patronales de empresarios CEOE y Cepyme señalaron que no acudirán hoy a la reunión prevista con el Gobierno y los sindicatos sobre el diálogo social ante la «deslealtad» que ha mostrado el Ejecutivo con los empresarios al señalar que analizan un ingreso mínimo vital transitorio. Ambas confederaciones negaron ayer que se les haya hecho partícipes de la negociación de un ingreso mínimo vital «ni que se haya sometido a su discusión en el diálogo social».

Las patronales han mostrado sus discrepancias con el comunicado emitido por la vicepresidencia segunda que dirige Pablo Iglesias en el que se señala que este ha podido constatar, mediante conversaciones telefónicas, que grandes empresarios de grupos económicos relevantes ven adecuada la implantación de un ingreso mínimo vital transitorio o «puente» hasta la creación de uno permanente. Según la Vicepresidencia segunda, Iglesias habría intercambiado documentos con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

Las patronales niegan haber sido partícipes de la negociación de tal iniciativa y han acusado al Gobierno de «manipulación interesada» para que den apoyo a una propuesta de partido, que «nada tiene que ver con un acuerdo consensuado en lo que debería ser el cauce habitual con los interlocutores sociales, que forman parte de la mesa de diálogo y que siempre han estado de acuerdo en no dejar a nadie atrás en esta crisis».

En estas condiciones, «se hace imposible participar en la reunión a la que hemos sido convocados por Trabajo», añaden.