La obesidad, una aliada del coronavirus que ralentiza la cura de los infectados

Mila Méndez Otero
Mila Méndez LA VOZ

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Eduardo Parra

Menos capacidad pulmonar y más riesgo de trombosis, la grasa juega en contra de los contagiados

11 may 2020 . Actualizado a las 16:07 h.

Una de las pistas para ayudar a definir el perfil de la persona cuyo cuadro clínico empeora hasta requerir intubación podría estar en la báscula. Más de la mitad de los pacientes ingresados en las ucis españolas desde el inicio de la pandemia son personas obesas, según cálculos de la Sociedad Española de Medicina Intensiva (Semicyuc). En distintos niveles de sobrepeso, uno de cada dos están por encima del 30 y 35 % del índice de masa corporal —un hombre adulto de unos 90 kilos—, cuando los valores ideales se sitúan entre el 18 y 24 %.

A falta de datos oficiales, la percepción de los intensivistas está en sintonía con estudios realizados en China, Francia o EE.UU. «En los rastreos en nuestro hospital, vemos que el porcentaje de pacientes con un índice superior a 35 es del 85 %. En La Paz ultiman un informe donde la obesidad se presenta como un factor de riesgo», destaca Diego Bellido, al frente de la Unidad de Endocrinología del Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol (CHUF).

«Los obesos prácticamente duplican el número de pacientes que necesitan ventilación asistida», cuenta sobre el caso de su centro el doctor Bellido. Una correlación que también defiende Francisco Tinahones, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) y jefe de Endocrinología del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga. «Aunque los estudios aún no son longitudinales, hay bastantes datos para pensar que estos sujetos tienen peor pronóstico. Ya se había visto en la gripe común y en virus que afectan al sistema respiratorio. Estos pacientes tienen un cierto grado de insuficiencia respiratoria, sobre todo, cuando hay mucha obesidad abdominal. La movilidad del diafragma se reduce y, así, su capacidad pulmonar», explica Tinahones.

Más tiempo en la uci

Además, «la mayor parte de los efectos dañinos del covid tienen que ver con la respuesta inflamatoria del organismo ante el virus. En los sujetos con obesidad, con una inflamación crónica de por sí, la cascada inflamatoria se potencia», incide Tinahones. Otra de las complicaciones del covid está relaciona con las trombosis, a las que las personas obesas tienen mayor predisposición.

El exceso de kilos, remarca, no implica mayor probabilidad de contagio, pero sí empeora los síntomas, cuya gravedad avanza paralela al grado de sobrepeso. A más kilos, más tiempo intubados. «Curiosamente, el tejido adiposo (células que fundamentalmente almacenan grasa) tiene más receptores ACE2, por los que penetra el patógeno, que el sistema pulmonar», destaca Tinahones, que detecta una mayor persistencia del virus en los pacientes con exceso de masa corporal. «Por tanto, se incrementaría el grado de mortalidad», valora.

Petición del peso exacto

Mientras en EE.UU. «se ha equiparado la obesidad mórbida al riesgo de la edad», recuerda el presidente de Seedo, en España «la anotación del peso exacto de los pacientes no se ha considerado prioritario en el ingreso», lamenta Diego Bellido. «Me gustaría saber —añade el endocrino del CHUF— cuál es el peso medio de los pacientes ingresados. En Galicia la obesidad afecta a un 25 % de la población y está creciendo la mórbida, por encima de 40 % del índice de masa corporal. Un varón de talla media que supera los 115 kilos y mujer de más de 100», advierte. En su área sanitaria han sondeado a la población confinada. «La mitad reconoce que ha cogido kilos. ¿Y quiénes son los que han ganado más peso? Los que se consideraban previamente obesos», alerta.

Aunque la proporción de ingresados en las ucis es de siete hombres por cada tres mujeres, Bellido matiza que «suelen ser ellos los que padecen mayor índice de obesidad en muchas regiones». «España y el Reino Unido tienen uno de los mayores porcentajes de sobrepeso de Europa. Más adelante habrá que estudiar si hay una relación con el grado de afectación de la pandemia en estos países», propone.

Trazar el perfil del paciente en la uci también es valioso de cara a la futura vacuna. «Cuando llegue, lo ideal sería empezar a suministrarla entre la población de más riesgo», avanza Tinahones.