El alcalde de Venecia: «No moriremos del virus, pero tal vez sí de hambre»

Darío Menor COLPISA

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El alcalde de Venecia cree que la pandemia ha puesto «de rodillas a la ciudad»
El alcalde de Venecia cree que la pandemia ha puesto «de rodillas a la ciudad» MANUEL SILVESTRI

El regidor reconoce que «estamos al borde de un ataque de nervios», después de que la pandemia haya barrido el turismo de la ciudad de nos canales

15 may 2020 . Actualizado a las 18:25 h.

El infierno, para Venecia, era esto. Cuando comenzaba a levantar la cabeza tras sufrir en noviembre la segunda peor inundación en un siglo, llega la pandemia y con ella desaparecen los turistas internacionales, su principal fuente de ingresos. «Estamos al borde de un ataque de nervios», confiesa Luigi Brugnaro, alcalde de la Ciudad de los Canales, que reconoce que esta situación ha puesto «de rodillas» a los venecianos. «Probablemente no moriremos de coronavirus, pero seguramente corremos el riesgo de morir de hambre», lamenta este empresario elegido primer edil en 2015 al frente de una lista de centro-derecha. Muy crítico con el Gobierno de Roma, pide la reapertura inmediata de todas las actividades productivas y aprovechar la pandemia para planear «un modelo de desarrollo diferente, más humano y respetuoso».

-¿Cómo vive esta situación?

-Es difícil expresarlo con una sola palabra, pero una cosa está clara: Venecia pagará durante un largo tiempo la crisis del coronavirus y esto me preocupa desde el punto de vista social y del relanzamiento de la economía. En estos meses hemos afrontado los problemas que creaban los repentinos cambios en las disposiciones del Gobierno, haciendo que el Ayuntamiento sea todavía más un punto de referencia para los ciudadanos, con una central operativa en la que gestionamos las actividades cotidianas con un sistema tecnológico de vanguardia. Las relaciones comunitarias se han reforzado, como sucedió hace siglos, cuando Venecia derrotó en pocas decenas dos gravísimas oleadas de peste.

-Tras las inundaciones de noviembre ha llegado la crisis del coronavirus. ¿Cómo resisten los venecianos a esta situación?

-Esta emergencia está poniendo de rodillas a toda la ciudad y, en primer lugar, al sector turístico, que paga más que cualquier otro la repercusión de una pandemia que no permitirá un verdadero relanzamiento antes de doce meses. Estamos al borde de un ataque de nervios. Estábamos levantándonos después de los episodios excepcionales de 'agua alta' de noviembre cuando, a finales de febrero, pasamos de las aglomeraciones del Carnaval al vacío absoluto. Ahora mismo resistimos, pero no sé cuánto más podremos seguir así. Lanzamos un grito de petición de ayuda con gran humildad para hacer frente a una falta de ingresos de más de 110 millones de euros.

-¿Teme que la conjunción de las inundaciones con la crisis del coronavirus agrave la despoblación del centro histórico?

-Venecia es resiliente por naturaleza. En sus muchos siglos de historia ha demostrado que sabe transformar las adversidades en oportunidades para relanzarse. Estoy seguro de que ahora pasará lo mismo. En los últimos años muchas viviendas han dejado de ser residencias para destinarse al turismo. Ahora debemos hacer una inversión de tendencia. Es por ello que junto a la Universidad Iuav de Venecia y a los propietarios inmobiliarios hemos firmado un acuerdo para dar a los estudiantes las casas dejadas libres por los turistas. Queremos además mejorar la eficiencia y modernizar los edificios respetando su historia. Hay incentivos para que vuelvan los residentes a Venecia. Se suman a las iniciativas que hemos llevado adelante estos años para conseguir una ciudad más acogedora y vivible, como la reforma de residencias municipales para ponerlas a disposición de jóvenes, familias y personas con escasos recursos, o la creación de accesos prioritarios en los 'vaporetti' (pequeños barcos).

Lanzamos un grito de petición de ayuda con gran humildad para hacer frente a una falta de ingresos de más de 110 millones de euros»

-Usted lleva tiempo reclamando una reapertura inmediata de todas las actividades productivas. ¿Le da más miedo la crisis económica que la sanitaria?

-Probablemente no moriremos de coronavirus, pero seguramente corremos el riesgo de morir de hambre. Por desgracia esa es la situación real de Venecia. Desde el 23 de febrero hasta hoy hemos seguido de manera obediente todas las ordenanzas nacionales y regionales, pero ha llegado el momento de volver a vivir. 

-El turismo internacional será probablemente el último de los sectores en reabrir. ¿Cómo sobrevivirá Venecia?

-Italia, con Venecia en primer lugar, es la nación que, más que cualquier otra del mundo, tiene las capacidades y potencialidades para atraer a visitantes. El nuestro es un territorio rico en atractivos únicos, con paisajes heterogéneos, un sector enogastronómico fruto de siglos de tradiciones y un patrimonio cultural sin igual. Si no se programa el reinicio con etapas precisas, viendo con atención los factores internacionales, se corre el riesgo de dejar olvidado al sector turístico. El Gobierno es el culpable de los errores y retrasos. Su actitud corre el riesgo de dejar demasiado espacio a la competencia de otros países.

-¿Están en peligro los eventos organizados por la Bienal?

-El presidente de la Bienal, Roberto Cicutto, ha confirmado que el Festival de Cine se desarrollará del 2 al 12 de septiembre, como estaba previsto, aunque con una mayor regulación de los accesos a las salas. Venecia quiere volver a vivir con sus eventos. Es por eso que a los italianos y a la comunidad internacional les digo que precisamente éste es un momento histórico para venir a Venecia.

-Alcalde, ¿Venecia va a lograr salir de ésta?

-Tenemos por delante meses muy duros, pero estoy convencido de que al final lo lograremos. Tenemos una ocasión histórica para volver a poner a la persona en el centro de la vida de la ciudad, pensando en un modelo de desarrollo diferente, más humano y respetuoso. También la belleza de Venecia salvará al mundo. Les espero para celebrar juntos el fin de la emergencia.