¿Es sostenible el sistema de pensiones?

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

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Santi M. Amil

Según un reciente estudio, los beneficiarios reciben de media un 51 % más de lo que aportan

02 sep 2020 . Actualizado a las 16:11 h.

La sostenibilidad del actual sistema de pensiones está en entredicho. Lo llevan advirtiendo algún tiempo los expertos. Hace unas semanas fue el Banco de España el que volvió a poner el debate sobre la mesa. Y los últimos en sumarse a este nutrido grupo han sido los actuarios españoles (los encargados de aplicar modelos matemáticos en el análisis de riesgos para ofrecer soluciones financieras). Según un informe publicado este martes por el Instituto de Actuarios Españoles (IAE), los jubilados del país reciben de media un 51 % más de lo que aportan al sistema. Tras analizar estos números, son categóricos. Aseguran que el actual sistema de cálculo de las pensiones contributivas presenta «inequidades, lleva a arbitrajes y arriesga su viabilidad futura».

Cálculo parecido es el que hacía la entidad que preside Pablo Hernández de Cos hace unas semanas. Según el Banco de España, por cada euro cotizado, los pensionistas reciben 1,74 euros. Es un cálculo bastante recurrente, porque la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) publicó en el 2019 un estudio que estimaba que los jubilados españoles cobraban su pensión durante una media de 21 años a pesar de que sus aportaciones al sistema solo permiten financiar el equivalente a 16 años.

Ahora, los que inciden en la idea son los actuarios. Afirman que el modelo actual español está muy lejos de ser equitativo. De hecho, en ciertos aspectos resulta demasiado «generoso». Para llegar a sus conclusiones, el IAE aplica en su estudio el concepto de Factor de Equidad Actuarial, a través del que relaciona el valor de lo que en conjunto recibe una persona como jubilada y el de lo que aportó en total como trabajador. Las cuentas no salen, advierten. En la gran mayoría de los casos, los pensionistas reciben más de lo que han aportado en su vida laboral. Y eso tiene un coste para las arcas públicas. Porque la diferencia entre lo que ponen de su bolsillo y lo que reciben corre a cuenta del Estado. «El sistema contributivo de jubilación devuelve un 51 % más de lo que recibe; teniendo que financiarse esta diferencia bien a través de impuestos, bien a costa de incrementar la deuda pública», explicó Gregorio Gil de Rozas, vocal de la junta de gobierno y responsable del área de pensiones del IAE.

El informe también pone de relieve las inequidades del régimen, que los expertos del instituto califican de «difíciles de entender». Y para ayudar a comprenderlo mejor, tiran de ejemplo. Una persona que a los 65 años acumulase 38 cotizados podría jubilarse sin problema. Sin embargo, si decidiera prolongar su vida activa hasta los 69 años, acumulando ya 42 cotizados, se beneficiaría de un premio del 4 % por cada año de extensión. Mientras que una persona con 65 años y 37 cotizados que decidiese seguir trabajando cinco años más -es decir, hasta los 70 y acumulando 42 años cotizados-, solo recibiría un 2,75 % por cada año demorado.

Según el coordinador técnico del estudio, Enrique Devesa, «no existen incentivos suficientes para adelantar ni para retrasar la edad de jubilación, lo que se traduce en que las penalizaciones por adelantarla y las bonificaciones por retrasarla están mal calibradas. Tampoco parece haber demasiados estímulos para aumentar el número de años cotizados». 

Soluciones

Tras exponer estos números, los actuarios instan a los poderes públicos a tomar decisiones estratégicas lo antes posible. Consideran que podrían resolverse algunos de los problemas que presenta el sistema contributivo de pensiones y conseguir una relación más equitativa entre aportaciones y prestaciones actuando sobre tres elementos: el tope del 100 % del coeficiente por años cotizados; las elevadas penalizaciones por anticipar la edad de jubilación, y las bajas bonificaciones por retrasarla.