Las medidas anticovid más baratas que a veces no tenemos en cuenta

María Hermida
maría hermida REDACCIÓN / LA VOZ

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MONICA IRAGO

¿Sabes cómo ajustar la mascarilla, ir en el coche o actuar en el inodoro?

19 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Protegerse del coronavirus obliga, sí o sí, a pasar por caja. Mascarillas, geles o recipientes para depositar los cubre bocas son solo algunos de los gastos a los que hay que hacer frente. Pero también hay medidas que salen baratas. Incluso gratis. Y que a veces se pasan por alto. Algunos científicos, con publicaciones muy amenas, están tratando de concienciar sobre estos pequeños trucos que pueden cambiarlo todo en el día a día para protegerse del covid-19. Algunos de ellos se extraen de un informe elaborado por el CSIC, en el que se hace una visión general de la pandemia y otros los narran científicos estadounidenses que estudian los aerosoles, en un documento en constante revisión en el que tratan de dar respuesta a interrogantes variopintos sobre el virus que llegó para cambiarnos la vida.

Ajustar la mascarilla

Los trucos para saber si va bien puesta. Solemos prestar más atención al material de la mascarilla que a llevarla bien ajustada. Y tan o más importante es lo segundo que lo primero. Nada de llevarla por debajo de la nariz. Pero también debe ir bien ajustada. ¿Cómo? Si la mascarilla queda bien, se debe sentir que el material se absorbe contra la nariz y la boca cuando se inhala o se exhala. Y no debe haber huecos. Hay que probar que no se desajuste al hablar, gritar o cantar. Un científico, John Vockens, propone un prueba para comprobar el ajuste sobre el puente de la nariz. Recomienda pararse frente a un espejo y exhalar rápidamente y ver si la mascarilla parpadea. Si no lo hace, es que el sello por la parte superior es bueno. Si llega a parpadear es probable que el aire se esté escapando. Es importante que no sea así porque cada vez hay más evidencias de que, además de por superficies y gotículas, el coronavirus se transmite por aerosoles, es decir, por ese humo que exhalamos al respirar, toser o hablar.

En el inodoro

Baje la tapa. Bajar la tapa del inodoro tras utilizarlo es recomendable por muchas cuestiones, también por el coronavirus. Se sabe que el SARS-CoV-2 se encuentra en las heces, pero parece que no es infeccioso. Aún así, teniendo en cuenta que al tirar de la cadena podrían producirse aerosoles, es recomendable bajar la tapa antes de enjuagar.

La ventilación

Puertas y ventanas abiertas. Ventilar es el remedio para evitar los contagios por aerosoles en el interior. Se recomienda mantener puertas y ventanas abiertas y, en caso de no ser posible, colocar ventiladores con filtros HEPA o purificadores de aire. En invierno aún es más necesaria la ventilación en espacios cerrados, ya que las bajas temperaturas favorecen al virus. ¿Cómo se compagina la ventilación con no pasar frío en un sitio? Para no tener las ventanas totalmente abiertas, se puede medir el dióxido de carbono (a mayor concentración, también más aerosoles. Se calcula que hay demasiada concentración a partir de 800 partes por millón) y a veces, dependiendo del viento y del local, se descubre que teniendo las ventanas abiertas unos cuatro dedos es suficiente. Los aparatos de medición no son caros.

Las escaleras

No todos los ascensores tienen ventilación. Las cabinas de ascensores modernos generalmente están bien ventiladas con buenas tasas de intercambio de aire, más la aportación extra de aire cuando las puertas se abren en los pisos. Así, el riesgo de contagiarse por vía aérea en un ascensor es bajo tanto si antes que nosotros viajó un portador como si coincidimos con él. Pero, ojo. Quedan muchos ascensores viejos que se asemejan a una caja sin ventilación. Se recomienda usar las escaleras y, en caso de utilizar el elevador, no coincidir con más personas o, si se viaja a la vez, mantenerse en silencio y separados.

En el automóvil

Al menos dos ventanillas abiertas y trayectos cortos. Si se viaja con personas con las que no se convive hay que llevar las mascarillas. Además, se recomienda que al menos dos ventanillas permanezcan abiertas. Si se usa otro sistema de ventilación, como el aire acondicionado, hay que asegurarse de que esté configurado para que coja aire del exterior. Mejor viajes cortos con paradas para ventilar el automóvil. En el caso de otros transportes, como el avión, se recomienda que haya un asiento de separación con otros pasajeros y tratar de mantenerse en silencio porque la producción de aerosoles se multiplica al hablar.

Las colas

Ojo con estar detrás de alguien con la mascarilla mal colocada. No es lo mismo hacer cola en un sitio interior que en uno exterior. El riesgo de transmisión es mucho menor en el exterior porque los virus que se liberan al aire pueden diluirse rápidamente a través de la atmósfera. Aún así, hay que ser prudente en ambos lugares. Si se está cerca de una persona con la mascarilla mal ajustada uno puede estar relativamente protegido frontalmente porque, pese a dejar huecos, el cubre bocas hace de parapeto para las gotículas de saliva de ese individuo. ¿Pero qué pasa con los aerosoles? Se liberan. La curvatura de las mascarillas hacen que viajen hacia atrás, de ahí que resulte peligroso estar detrás y cerca de esa persona, por ejemplo, en la cola de un súper.

En los locales hosteleros

Si no puede estar en la terraza, busque mesa junto a una puerta o ventana. La recomendación para estar en bares es clara: siempre mejor en terraza que dentro. Pero esto es Galicia y la opción del terraceo escasea en invierno. Si uno toma asiento en el interior, siempre mejor junto a una ventana o puerta abierta. Podría pensarse que sentarse en la entrada implica cruzarse con todos los que acceden o salen. Sí. Pero para un contagio por aerosoles, que sería el peligro real en este caso, se necesitan varios minutos a escasa distancia.

Regeneración del aire 

Si es persona de riesgo, procure madrugar. Parece que la vida útil de los aerosoles, del humo que exhalamos, puede ser de aproximadamente de una a dos horas a temperatura normal. A primera hora, tras pasar la noche, los virus en el aire de una oficina, súper o cualquier otro espacio interior habrá sido ventilado, depositado o ya no contagiará. Así, es una buena idea que las personas de alto riesgo acudan a los espacios interiores tan pronto como abran por la mañana.

Los exteriores

No todos los lugares son iguales. Es más difícil contagiarse en espacios exteriores que dentro. Pero no todos los lugares al aire libre son iguales. Los parques pequeños y entre edificios muy altos, con poco viento y sin sol, son los más arriesgados. Esto se debe a que hay menos viento para dispersar los aerosoles y menos rayos ultravioletas del sol para desactivar el virus.