Sánchez recupera las cumbres con Marruecos en medio de la crisis migratoria

La Voz AGENCIAS | EFE

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EVA ERCOLANESE | EFE

El jefe del Ejecutivo y su homólogo africano prevén citarse el próximo mes en Rabat con el aumento de la presión sobre Canarias como uno de los asuntos prioritarios

29 nov 2020 . Actualizado a las 17:06 h.

Tras algo más de cinco años sin cumbre bilateral, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su homólogo marroquí, Saadedín Otmani, prevén citarse el próximo mes en Rabat junto a varios de sus ministros con el aumento de la presión migratoria en Canarias como uno de los asuntos prioritarios.

A la espera de confirmación oficial, está previsto que la XII Reunión de Alto Nivel (RAN) entre España y Marruecos se celebre en Rabat el próximo 17 de diciembre y que de forma paralela haya también en la capital marroquí un foro empresarial encabezado por los máximos responsables de las patronales de los dos países.

Fuentes diplomáticas han confirmado a Efe que esa es la fecha con la que se trabaja para la cumbre, aunque puntualizan que aún no se ha cerrado oficialmente.

Pero el propio primer ministro marroquí reveló recientemente que había recibido una llamada telefónica de Sánchez en la que hablaron de las relaciones bilaterales y de la preparación de ese encuentro para el 17 de diciembre en Rabat.

Estas cumbres se instauraron en 1993 con Felipe González como presidente de Gobierno, y desde entonces se han convocado once siendo cada país el anfitrión de manera alternativa.

La última tuvo lugar en Madrid el 5 de junio de 2015, con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, y el tiempo transcurrido desde entonces ha sido el más largo entre estas cumbres desde que se pusieron en marcha.

Las fuentes citadas recalcan que la tardanza no se ha debido a problemas en la comunicación bilateral, sino que ha sido provocada por diversas circunstancias como la situación política en España al haberse celebrado desde esa reunión de 2015 cuatro elecciones generales.

A ello se ha sumado desde el pasado mes de marzo la pandemia de coronavirus, que ha conllevado la paralización de este tipo de encuentros y que obliga a extremar las medidas higiénico-sanitarias en la cita que tendrá lugar en Rabat.

Para entonces, ambos países mantendrán previsiblemente algunas de las medidas restrictivas actualmente en vigor en sus fronteras a causa del coronavirus.

Entre ellas, las fronteras de Marruecos con las ciudades de Ceuta y Melilla permanecen cerradas desde el pasado 13 de marzo.

La llegada masiva de inmigrantes a Canarias será uno de los ejes de las conversaciones de los dos jefes de Gobierno y de algunos de sus ministros que participarán en la cumbre, ya que la colaboración de Marruecos es esencial para hacer frente a este problema.

De este asunto habló hace diez días en Rabat el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con su homólogo marroquí, Abdeluafi Laftit, aunque no concretó si se había avanzado en la búsqueda de un mecanismo de repatriación de sus inmigrantes irregulares desde Canarias.

El Gobierno pretende ratificar en la cumbre la colaboración marroquí y defender la llegada de fondos europeos al país vecino para facilitar su labor.

La cooperación con países como Marruecos es uno de los aspectos destacados del documento de trabajo que España, Italia, Grecia y Malta han enviado esta semana a la UE al considerar insuficiente el texto que sobre la política migratoria común preparaba Bruselas debido a que creen que no refleja la necesaria solidaridad entre todos los estados miembros.

Aunque Sánchez ya ha viajado a Marruecos como jefe de Gobierno y ha sido recibido por el rey Mohamed VI, será la primera RAN que copresidirá y la primera de su Gobierno de coalición.

Sus socios, Unidas Podemos, han provocado recientemente una situación incómoda en la relación diplomática con Marruecos al exigir un referéndum en el Sahara Occidental.

Una petición realizada tras la intervención del Ejército marroquí para desalojar a un grupo de manifestantes saharauis que bloqueaban el paso de Guerguerat (una franja de cinco kilómetros entre la aduana marroquí y la frontera mauritana) en una acción tras la que la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) consideró roto el alto el fuego firmado con Marruecos en 1991.

Ante esa petición de Podemos, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, subrayó que la posición del Gobierno al respecto es muy clara, no ha variado y pasa por el apoyo total al secretario general de la ONU, António Guterres, para garantizar el alto el fuego en el Sahara y lograr una solución política, negociada, justa y duradera.

Por su parte, la ministra de Defensa, Margarita Robles, salió al paso de la petición de Podemos lamentando que algunos miembros del Ejecutivo olviden que deben gobernar para todos, no solo para sus votantes, y dejando claro que la política exterior la marcan el presidente y la titular de Exteriores.

Como ha sucedido en algunas cumbres bilaterales anteriores con Marruecos, de forma paralela a las reuniones de los respectivos gobiernos se está organizando un foro en el que participarán empresarios españoles y marroquíes.

La delegación empresarial española estará encabezada por el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.